Sólo es un Juego [Drarry/Harco]

XII

(...)

- Harry... Malfoy es un idiota, y ya deberías asimilarlo.
- Y lo asimilo, pero no puede ser Astoria, no... no ella.
- Aunque, ¿de dónde sacaste que a él le gusta Greengrass? Puede haber aceptado para no ser grosero, e incluso puede haber aceptado para tener una pareja y bailar con ella en la música lenta. Por lo que ví, él sólo está con ella cuando es música lenta, luego, nunca está con ella. Siempre está con Parkinson y Zabini. - Analizó Hermione.
- No... no lo sé, en realidad. - Respondió avergonzado.
- Bueno. Entonces a él puede no gustarle Astoria y sólo estás triste por no haberlo invitado, ¿me equivoco?
- No... Quiero decir... Sí.
- Acéptalo, Harry. Estás enamorado de Malfoy. Te dolió haberlo visto bailar con alguien que no seas tú. Estás celoso.
- ¿Qué? ¡No estoy celoso! - Gritó con un sonrojo de mejilla a mejilla.
- Ajá... ¿Entonces por qué estás sonrojado de la vergüenza?
- Cállate, Hermione.
- ¿O sea que tengo razón?
- No.
- Eso es un sí en idioma Harry.
- Vámonos, tu irritante certeza me asusta.

Hermione se rió
- Me sorprende que lo admitas. Gracias.
- De nada.

Ellos se fueron hacia el baile, puesto que habían dejado a Ron solo.

- ¡Chicos! ¿Dónde estaban? ¡Los busqué por todo Hogwarts! - Gritó Ron furioso.
- ¡Ronald! ¡Deja de gritar! - Contestó Hermione.
- ¡Deja de decirme Ronald! ¡Pareces mi mamá!
- ¡BASTA! - Gritó Harry molesto por el comportamiento de sus dos amigos.
- Lo siento. - Dijeron al mismo tiempo los dos.
- Bien. Ron, cálmate. Nos fuimos un rato porque quería desahogarme. Me sentía mal. - Explicó Harry.
- ¿Por qué no me dijiste a mí también? - Preguntó Ron con tristeza.
- Fue algo repentino, no podía soportarlo más. Vámonos a la sala común y te explico allí. Estoy harto de este estúpido baile.
- Yo también, la verdad.

Antes de salir Harry miró hacia la pista para ver si estaba Draco con Astoria, puesto que estaban pasando música de fiesta, y no estaba allí. Estaba en una mesa apartada riéndose y hablando con sus amigos. Harry se alivió, ya que vió bailando a un Slytherin de quinto año con Astoria, abrazándose.

- Harry, ¿te sientes mejor ahora que ves que yo tenía razón? Para variar.
- Oh, cierra la boca, Mione.

Hermione se rió a carcajadas, Ron la siguió por su repentina risa chistosa ya que esta se estaba quedando sin aire de la gracia, y esto hizo reír al pelirrojo.

Her se calmó y volvió a hablar.
- Así que... ¿le explicamos a Ron en el camino o quieres decírselo mientras? No hay nadie por los pasillos, no está ni cerca de acabar el baile y los alumnos que no están deben estar con sus parejas haciendo... bueno, ya sabes qué.
- ¿Te da miedo decir la palabra "sexo", Mione? - Preguntó Ron con algo de sarcasmo pero intriga a la vez.
- ¡¿QUÉ?! N-no... oye, ¡Cállate! ¿Sí? - Calló Hermione sorprendida tras la pregunta de su amigo.
- ¡No puede ser que le tengas miedo a una palabra, Hermione!
- ¡No le tengo miedo a la palabra!
- ¿Entonces por qué no lo dices?
- Porque... porque no y ya.
- Ajá. Y yo soy Merlín, ¿no?
- ¡Ronald! ¡Basta! ¡Te lo advierto!
- ¡Deja de llamarme Ronald!
- ¿Por qué? ¡Es tu nombre!
- ¡No eres mi mamá!
- ¡Pero soy tu amiga!
- Sí, ¿y?
- ¿Cómo que "y"?
- Sí, Her. Eres mi amiga, no Molly Weasley.
- ¡Puedo corregirte si quiero!
- ¿Qué? ¡No!
- ¡Sí!
- No.
- Sí.
- No.
- Sí.
- No.
- ¡Que sí!
- ¡Que no!

Y así siguieron hasta entrar a la sala común cuando Harry detuvo su pelea por la falta de aire que le transmitía la discusión tan estúpida que se había formado por una simple palabra.