ᴀᴍᴏʀ ᴏᴅɪᴏ - 𝐽𝑒𝑛𝑛𝑖𝑒 𝑅𝑢𝑏𝑦 𝐽𝑎𝑛𝑒.

Ep. 23

Moon Soo-ji.

[...]

Llegamos a casa y enseguida al entrar, mamá Kim ya nos estaba esperando.

Se volteó a vernos y vino corriendo hacia mi dándome un fuerte abrazo, se lo correspondí.

--Mama tranquila.. Soo-ji está bien, no se iba a morir tampoco.

--¿Y que tiene? No puedo abrazarla? En verdad estaba preocupada-

--Estoy bien mamá Kim. Solo fue mi pequeño despiste, me di un golpe sin querer... --dije, solté una pequeña risita nerviosa al final.

--Sera mejor que vayas a descansar y yo te prepararé algo para comer, de seguro no desayunaste nada en el hospital..

--Pues la verdad es que no... --dije mientras me tomaba de los hombros y me miraba con toda la atención del mundo.

--Yo tampoco desayuné absolutamente nada... --soltó Jennie en lo bajo.

--Ay hija.. pero tú no te hiciste daño, puedes hacerte el desayuno tú solita. --dijo sobándole el brazo a su propia hija.

Al terminar de hablar se volteó sin esperar ninguna respuesta de parte de su hija y se fue a la cocina.

Jennie estaba más que indignada con sus labios entreabiertos sin saber que decir o hacer, reí en lo bajo.

Volteó a verme y frunció sus cejas.

--Me parece que ahora yo soy la favorita de tu mamá.. --se lo restriegue en la cara nuevamente entre risitas que se me lograban escapar.

--Aja.

Paso por mi lado y subió las escaleras en dirección a su cuarto, la seguí mientras me quitaba mi chaqueta.

Una vez me acerqué al clóset, la mire de reojo como guardaba su chaqueta en su parte del clóset y yo en la mía, reí silenciosamente de nuevo ante cómo sus cejas aún estaban fruncidas molesta.

--¿Que sigues molesta cariño? --me burlé.

--Siguete riendo y está noche dormirás en el suelo en vez de la cama. --dijo con seriedad en su voz, pero se veía tierna enojada.

No puedo tomarme enserio a una Jennie enojada. Se ve demasiado tierna como para verla enojada, sería como una niña pequeña haciendo un pequeño berrinche.

--Mjm.. no puedes hacer eso. --dije segura.

--¿A no? Y porque piensas que no puedo hacerlo? --preguntó volteando su cuerpo hacia mi alzando sus cejas, esperando mi respuesta con ansias.

--No puedes dormir sin tu almohada favorita. --dije tranquilamente.

Soltó una risa con ironía.

--Aja, entonces es tan solo eso.

--¿Tan solo eso?-

--Creo ver más almohadas en la cama, puedo dormir tranquilamente. --respondió mirándome fijamente dando a entender que no era ningún problema tener una almohada menos.

--Ooh.. ¿estás segura?.. te recuerdo que ni si quiera me dejas apartarme de ti durante las noche porque notó que para ti mis tetas son tu mejor almohada.

Sus mejillas se enrojecieron un poco, pero intento ocultarlo como si no fuera cierto lo que dije.

--No te hagas.. ni siquiera intentas separarte de mi durante las noches. Te encanta estar abrazada a mi. --dijo obvia como si eso me molestará.

--Mm.. no hace falta que lo intente cuando está más que claro que no puedo apartarme de ti, que ni siquiera puedo acomodarme bien ya que no me dejas que me mueva ni un poco. Incluso te quejas para que supuestamente me mueva menos cuando literalmente no me muevo.