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Aunque me sentía agotada, en la mañana siguiente me desperté temprano para ir al hospital y ver a Naky, mi madre ya estaba en la cocina por lo que intenté evitarla aunque eso significara que no podría desayunar. A pesar de mis intentos ella logró detenerme antes de salir. Supe de inmediato que esto no iría por buen camino.

—¿Estuviste toda la noche afuera y ahora vas a volver a salir, Kim YooYeon?

—Si, mi amiga está en el hospital y quiero ir a verla. —Comenté mientras me escapaba por un lado para llegar a la puerta pero mi madre me detuvo.

—¡No vas a salir!, ¿Por qué está en el hospital?, ¿Dónde estuviste anoche? —Su expresión era severa mientras exigía una explicación, no supe si era buena idea dar más detalles porque podría darle un paro cardiáco en ese momento si le contaba que la noche anterior estuve en un bar entre borrachos y andaba caminando a las horas de la madrugada en la calle tentando la suerte.

—Estabamos haciendo un concierto... Pero ahora no estoy para esto, debo ir a verla.

—Kim YooYeon, escucha a tu madre. —Mi papá llegó desde la parte de arriba de las escaleras lo vi unos segundos antes de bajar la cabeza resignada, justo cuando pensé que no podría empeorar, empeoró.

—YooYeon, abre los ojos por favor, la música no te va a llevar a ninguna parte más que a la calle, la delincuencia y las drogas. —De nuevo este sermón. Crucé mis brazos y miré a otra parte mientras ella decía todo lo que tenía que decir y yo hacía como si las palabras entraran por una de mis orejas y saliera por la otra. —Tienes que pensar en tu futuro en tu seguridad.

—Tienes que terminar la carrera de medicina, y no es algo que vayamos a discutir. —Esta vez fue mi padre que se hizo a un lado tan rígido como un roble.

—La música es lo que más amo... ¿No pueden entenderlo? —Me defendí.

—La que no entiende eres tú, ¿No ves que estamos preocupados por ti y tu futuro? —Sentí una mezcla de ira crecer dentro de mi, ¿Por qué actuaban como si quisieran imponerme lo que es supuetamente mejor para mi sin escucharme, sin nunca tener en cuenta ninguna de mis palabras?

—Ahora no estoy para esto, debo ir a ver a Naky. —Me armé de valor y llegué hasta la puerta cruzandola con la velocidad de un rayo evitando cualquier intento de mis padres por detenerme.

Una vez afuera, donde las suplicas de mis padres se hicieron ecos, me encongí dentro de mi saco y caminé golpeando los piedras en la acera, una de ellas golpeó la llanta de un biciclista que tropezó y tuvo que maniobrar para no caer, me dedicó una mirada furiosa y yo me encogí en hombros, se supone que la calle es un espacio libre.

Estar en una banda y hacer música, escuchar al público clamar con euforia nuestras canciones, ese siempre ha sido mi sueño, esa siempre fue mi motivación de seguir pero cada vez se hace más difuso imaginar un futuro en el que aquello se hiciera real, anoche parecía una ilusión el saber que tocaríamos en un bar por primera vez pero ha salido tan mal que nadie se interesó por nosotras, solo nos vieron la cara de estúpidas y ahora Naky estaba en el hospital.

A veces me planteaba si mi madre tenía razón y solo desperdiciaba mi tiempo cuando debía estar estudiando duro y así terminar la universidad, pero luego qué, solo estaría cumpliendo el sueño de mis padres, no el mio.

Tardé un rato en llegar al hospital, me dolían los pies y mi estómago crujía pero necesitaba saber que Naky estaba bien. cuando llegué a preguntar por ella en la recepción me indicaron un camino hasta el número de habitación B-65 en el tercer piso. Toqué la puerta y la abrí dandome paso adentro, Sohyun ya estaba ahí, al verme llegó corriendo hacia mi saludandome.

—Qué bueno que llegaste, le estaba contando como tuvimos que calmar a Seoyeon en medio de la calle cuando se enojó por lo de las cervezas calientes. —Solté una carcajada al escucharla y recordar a Seoyeon tirando las botellas y maldiciendo a todo lo que existía sobre la faz de la tierra. —¿Por cierto, sabes algo de Seoyeon? —Me preguntó y yo negué para acercarme a un lado de Naky y apretarle amistosamente las mejillas.

—Nos dejaste preocupadas. —Pero Naky que estaba sentada en la camilla apenas sonrió.

—YooYeon, me siento mal porque por mi culpa no nos pagaron.

—Nada de eso, no fue tu culpa. —Intervino Sohyun. —Nunca tuvieron las intenciones de pagarnos, solo estaban bucando una banda novata para estafar.

Esa mañana nos quedamos en el hospital junto a Naky, Sohyun pidió unos desayunos para las tres, estuve preguntandome por Seoyeon, ella realmente quería venir a ver a Naky pero aún no llegaba. Mientras esperaba golpearon la puerta de nuevo, esta vez quienes cruzaron fueron Bibi y Yubin, se veían visiblemente preocupadas. Sohyun y yo nos miramos porque no esperabamos que Yubin llegara.

—¿Cómo seguiste, tonta? —Le preguntó la hermana mayor revolviendo el cabello de Naky quien la miró como si quisiera golpearla.

—Sohyun nos trajo desayunos. —Comentó apenas y Bibi esta vez se dirigió a Sohyun.

—Gracias por cuidar de mi hermana, ella sola no puede.

—No es nada. —Comentó negando con la cabeza y regalandole una sonrisa a Naky. —Tampoco hay que ser tan duras con ellas, anoche se esforzó demasiado por la banda.

—Por cierto, Yubin quería verte. —Y una vez fue anunciada, Yubin corrió hacia Naky abrazandola por la cintura y hunndiendo su cabeza en su hombro mientras decía un montón de cosas que apenas entendí, yo me pregunté si Naky podía respirar bien o Yubin solo quería terminar el trabajo.

—Estaba tan preocupada cuando Bibi me dijo que estabas en el hospital... No pude llegar más rápido... Me alegra tanto verte de nuevo. —Chilló Yubin una vez puso soltarse de su mayor.

—Naky, ya despertaste... —La voz de una mujer que acaba de llegar a la habitación captó de inmediato nuestra atención. Al vernos nos saludamos, —Mi bebé, estuve preocupada por tí...

—No me digas así. —Naky ponía mala cara mientras su madre le acariciaba el rostro. —Ya estoy grande. —Naky parecía avergonzada.

—Por eso le dije a tu hermana que fuera contigo...

—Ella misma te dijo que ya está grande. —Se excusó Bibi, —Además no sabía que esto iba a pasar.

Esa misma mañana dieron de alta a Naky. El camino de vuelta fue en la camioneta de Bibi, les pedí que me dejaran unas cuadras antes de mi casa, para ir a ver a Seoyeon y ellas me acercaron pidiendome que le avisara a Seoyeon que Naky estaba bien y que ya le habían dado de alta.

Cuando llegué a la casa de Seoyeon y di unos golpes, me quedé en silencio pensando en si era buena idea llegar como si nada a preguntar por ella. Pero la chica que invadía mis pensamientos se asomó por la puerta viendome unos segundos antes de abrazarme y romper en llando en mis hombros. Yo la dejé ser sin juzgarla ni hacer preguntas, sólo me limité a sobar su espalda y sentir que mi corazón se partía mientras la escuchaba llorar así.

Pain In Valentine (tripleS) YooSeo, Soxinz, NakybinWhere stories live. Discover now