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—Tengo problemas nocturnos, Suguru

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—Tengo problemas nocturnos, Suguru

—Tranquilo, yo también ronco y lanzo patadas.

Satoru soltó una carcajada. Amaba la inocencia de su amigo, y la manera tan eficaz con la que podía pasar los problemas, algunas veces.

—No ese tipo de problemas. Tengo un trastorno... extraño. —intentó explicarle.

—¿De qué se trata? —cuestionó con sus cejas fruncidas y una expresión de obvia confusión en su rostro.

—Padezco de sexomnia. —respondió con una sonrisa.

El pelinegro alzó una ceja confundido.

—¿Y eso con qué se come? —bromeó.

—¿Seguro que quieres quedarte a dormir conmigo? —le cuestionó con un tono pícaro disfrazado de preocupación, lo suficientemente creíble para Suguru.

—¿Si supiera qué es eso tendría que no estarlo?

—Totalmente.

—No puede ser tan malo. He dormido con Shoko, sus pies apestan. ¿Qué puede ser peor? —dijo con una sonrisa burlona y aire confiado.

—Que tengo sexo inconscientemente cuando duermo, sin importar con quién.

𝚂𝙴𝚇𝙾𝙼𝙽𝙸𝙰 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora