En Hellhaim, la magia es parte de la vida cotidiana!
Querido viajero.
Te contaré una leyenda, donde la amistad entre dos almas es tan fuerte como los lazos místicos que unen a este mundo encantado. El amor no correspondido empaña una relación entr...
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Pueblo de Hellhaim, Junio 1420
Alía>>
Las pesadillas eran más frecuentes Sylvancrest en llamas, El líder de los Schied atacandome, una fuerza extraña que me detiene y todo era como un ciclo repetitivo cuando dormía... Mi deseo de poder vengar a la gente de mi pueblo y acabar con ese desgraciado y todo su séquito se hacía cada vez más grande. Escucho gritos fuera de mi habitación, el ruido de la puerta siendo empujada hacía eco por las paredes.
Desperté de golpe llevándome una reacción de asombro. El cuarto estaba repleto de hielo, la puerta aun intentaba abrirse y cuando se logró eran mis padres y hermanos.
—¿Estas bien Ali?— comentó mi padre preocupado.
Tarde en darle una respuesta inmediata, mis cinco sentidos aún no procesaba lo que sucedía Acaso esa ¿era mi magia?...
—S-si estoy bien- hice una pausa breve -pero... Esto... ¿lo provoqué yo?.
—Al parecer si, lo hiciste—respondió mi madre.
—yo...yo no se como sucedió, estaba dormida y...—no termine de decir y mi familia me abrazo para calmarme.
—sabemos que no fue tu culpa, tus pesadillas son más frecuentes y No preguntes como lo sabemos es más que obvio con los gritos a que provienen de tu cuarto a mitad de madrugada—dijo mi padre.
Me tomó por sorpresa no sabía que era bastante notorio lo que sucedia no quería preocuparles si les contaba.
—lamento no haberles contado sobre mi sueños extraños de cada noche—baje la cabeza, me sentía apenada por todo.
Solamente dijeron que no había problema y me ayudaron a limpiar el desastre de mi habitación, los muebles estaban congelados picos de hielo sobresalían del techo un caos total. Terminamos rápido gracias al poder mágico de papá, fuego, habíamos logrado deshacernos de todo el hielo, por lo menos.
Al mirar por la ventana me doy cuenta de que ya amaneció como tenía dos días libres hasta que regresaran la división de Rossie a los establos. Así que mejor fui con Danavius a darle un baño, lo saqué del corral como de costumbre y unas largas dos horas después de sacarle mugre al pelaje del caballo porfin estaba limpio y reluciente. Pero eso duró muy pocos minutos al rato ya estaba revolcándose en la tierra.
—No pues de nada por limpiarte, mal agradecido—dije molesta.
El animal solo relinchaba, burlándose de mi, ya estaba todo sucio otra vez..
Después de limpiarlo, de nuevo... Lo ensille e iniciamos la cabalgata hasta el pueblo que estaba a menos de 5 minutos de nuestro hogar. Al llegar al lugar me bajé de Danavius para caminar entre las pequeñas calles de Hellhaim, la última vez que vine hasta el puebnlo fue hace un mes eso creo y no era tan trancurrida por las personas en la noche...
