Única parte

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Muzan sonreía de lado viendo su nuevo juguete.

Hace dos días compró a un albino de ojos bordó, quien era conocido por vivir salvajemente cual tigre.

Tan salvaje era que ni siquiera tenía nombre, así que decidió llamarlo Tengen.

Ese día al fin llegaría la ropa que encargó para el menor.

-Tengen, báñate. Apestas a sangre.- Ordenó mientras miraba seriamente al albino de rebelde cabellera hasta los hombros.

El más alto asintió con la cabeza y se acercó al pozo, llenando un balde de agua con el que se mojó la cabeza.

-Qué haces Tengen?- Muzan miró confundido al menor.

-Me baño.- Respondió con simpleza mientras llenaba nuevamente el balde de madera con ese agua fría para mojarse el cuerpo.

Al menos así fue hasta que Muzan tomó su mano deteniéndolo. -Ven conmigo. Te enseñaré a bañarte de verdad. De ahora en más hazlo así.- Ordena y lleva de la mano al menor a su habitación y luego a su baño privado, dejándolo sentado en el suelo mientras llenaba la bañera de madera con agua tibia. -Quítate la ropa Tengen, vas a bañarte.-

El albino asintió obedientemente y comenzó a desvestirse frente al pelinegro.

Muzan no pudo evitar sonrojarse levemente en los pómulos al ver al más alto completamente desnudo esperando su próxima orden. -Ven aqui... Entra en la tina.-

Luego de asentir con la cabeza, el menor avanzó hacia la tina y se metió en esta, teniendo las piernas levemente flexionadas ya que su cuerpo por completo no entraba. -El señor Muzan se bañará conmigo?-

Kibutsuji iba a negarse, pero al ver tremendo cuerpo varonil no pudo evitar sonreír tenuemente y comenzar a desvestirse mientras veía esos profundos y hambrientoa ojos bordó. -Sí, voy a bañarme contigo.-

Tengen sonrió emocionado al ver completamente desnudo a su dueño y se removió torpemente para hacerle lugar.

-Shhh~- Susurra Muzan apoyando una mano en su hombro, poniéndose encima de su regazo dejando la enorme erección del albino contra sus nalgas.

-Su piel se siente tan suave y cálida.- Susurró acariciando delicadamente la piel del más bajo. -Señor Muzan, déjeme agradecerle por todo lo que hace por mi.- Se inclina rozando sus labios.

-Adelante, Tengen.- Muzan sonrió de lado sobre los labios del albino.

Ya con el permiso concedido, sus musculosos brazos rodearon la cadera de Muzan en un abrazo pegándolo a su pecho y sus labios se juntaron de forma algo ruda y salvaje con el mayor, mientras una de sus manos baja y acaricia la enyrada de este con un dedo haciendo presión intentando entrar.

-Mjm.- Asintió Kibutsuji en el beso, sonriendo tontamente al sentir el dedo del más alto entrar en su interior, mientras que sus lenguas comenzaron a jugar, Tengen acariciaba sus caderas con la mano libre y Muzan se abrazaba a su cuello con entrega.

Un jadeo ronco por parte de ambos nació en el beso y Muzan movió las caderas hacia la erección de Tengen, quien gruñó encantado al sentirlo y metió un segundo y tercer dedo simultáneamente, aprovechando el fuerte gemido que le provocó para poder meter la lengua en su boca y jugar con la suya, mientras que con sus ahora tres dedos embestía su entrada con una mano.

Muzan por su parte no podía aguantar más, tres dedos ya no eran suficientes. Llevó una mano a la del menor que tenía en su entrada y la jaló un poco para sacarla.

Tengen entendió la indirecta y sacó con cuidado los dedos de su dilatado, caliente y húmedo interior, y de una suave embestida ingresó con cuidado en la entrada del pelinegro, quedándose quieto hasta sentir su señal, acariciando suavemente su espalda mientras aún lo abrazaba por las caderas con el otro brazo.

El de más de mil años sonrió encantado ante la delicadeza de aquél enorme hombre y se abrazó a su cuello nuevamente, empezando a moverse suavemente.

El albino gruñó encantado al sentirlo listo y lo sujetó posesivamente de los glúteos, empezando a embestir con fuerza hacia arriba.

-Mmm~ Tengen~ Eres tan bueno~ Me alegra haberte comprado~- Gemía el más grande en edad mientras se aferraba a sus hombros.

-Señor Muzan... Gracias por todo lo que hace por mí. Un salvaje como yo no debería fijar sus ojos en una persona tan hermosa y dulce como usted.- Susurraba Tengen con vos ronca acelerando las embestidas.

-Bromeas? Me encantas! Adoro que seas así!- Y con una sonrisa ladina llegó al orgasmo eyaculando en el pecho del más alto. -T-Tengen~- Suspiró algo agotado, más que nada por el peso del agua, y cierra los ojos apoyando la frente en la suya.

Al sentirlo eyacular, Tengen no aguantó mucho y llegó al orgasmo en su interior llenando este de semen.

-A-Ahg- Jadeó roncamente el más alto saliendo con cuidado de su interior y juntó suavemente sus labios.


-Señor Muzan... Creo que lo amo.- Susurra bostezando algo agotado

-Y yo a ti, Muzan.- Suspira con una tonta sonrisa acurrucándose con el hasta quedarse dormidos abrazados en la tina.

Cegado por el tigre [TenMuz]Where stories live. Discover now