Robando una Fragancia- BL

꧁༒☬𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 5☬༒꧂

◌ᘛ 𝐅é𝐧𝐢𝐱 ᘚ◌

La respuesta con un ligero jadeo rozó la oreja del señor He Liu, como si un pequeño animal hubiera dejado escapar un suspiro.

El señor He Liu se preguntó si debería tocar el lugar que mencionó Fang Yichi.

No es que no quisiera tocarlo, pero estaba claro que esta persona creía que todos los miembros de la familia He eran rectos y correctos. Sería vergonzoso. ¿Qué pasaría si asustara a la persona si hiciera un movimiento?

Así que, por ahora, consideró que no valía la pena. Habrá mucho tiempo en el futuro.

Habiendo entendido esto, el señor He Liu alargó su tono y dijo:

—Oh

Y luego preguntó:

—¿Has hecho este tipo de negocios antes?

—¡No!

Fang Yichi explotó instantáneamente como un gato al que le pisaron la cola.

—Sólo me han tocado el trasero y las piernas.

Después de decir esto, se quedó paralizado al darse cuenta de que no era algo de lo que estar orgulloso y que no debería haberlo dicho delante del señor Liu

Este acto sin sentido, ¿no ensució los oídos de la otra persona?

Al escuchar esto, el señor He Liu entrecerró los ojos, miró al conductor que conducía y, naturalmente, se sintió infeliz.

¿Cómo podría ser feliz?

Después de estar alejado durante varios años, con comunicación limitada, por muy preocupado que estuviera, no podía proteger a todos.

Pues bien, empecemos desde cero.

Al ver que el señor He Liu permaneció en silencio durante mucho tiempo, Fang Yichi sintió una punzada de ansiedad, pensando que había dicho algo mal.

Con su identidad y las cosas que hacía, era desagradable de escuchar y poco respetable. El señor Liu había soportado todo el camino, ¿estaba molesto ahora?

— Sexto Maestro, por favor déjeme en... en la esquina más tarde.

—¿Por qué? ¿Vas a comprar bocadillos otra vez?

—No, solo... es sólo que me preocupa que la gente chismee sobre usted.

—¿Qué van a decir?

El señor He Liu se apoyó en el respaldo de la silla, inclinándose hacia Fang Yichi, con la mirada fija en el broche de su cuello.

—Desabróchalo y déjame ver.

Aparentemente, no tomó en serio lo que dijo Fang Yichi.

Después de haber estado asustado muchas veces, Fang Yichi no estaba tan aturdido como antes. Después de pensar por un momento, pensó que el señor Liu estaba preocupado por la lesión en su cuello. Entonces, se lo desabrochó con confianza, revelando un cuello parecido a un cisne, donde descansaba una huella oscura de una mano, luciendo bastante aterrador.

Fang Yichi no podía verlo, pero sabía que no se veía bien. Él es un vendedor de sonrisas y no estaba acostumbrado a mostrar su lado feo a los demás, por lo que inclinó la cabeza torpemente, no queriendo ver la expresión de disgusto en el rostro del Sr. He Liu.

Pero el Sr. He Liu extendió directamente la mano y sostuvo su cuello, inclinándose y masajeando suavemente con las yemas de los dedos, diciendo:

—Oh, mi pequeño antepasado, ¿ya es así y todavía estás pensando en comprar pasteles? Vayamos directamente al hospital.