Luna Llena - 14

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—Zhan —

El castaño deja un beso en sus labios, recarga su frente en la de Zhan, sus ojos chocolate lo miran transmitiendo seguridad y su aroma al pelinegro. Zhan percibe más fuerte el aroma de Yibo, relaja su cuerpo, cierra sus ojos para aspirar el delicioso olor, una sonrisa se dibuja en su rostro

—Hueles muy rico —

Yibo aspira el aroma del contrario

—Zhan, voy a hacerte el amor —

Una punzada llena de emociones cae en su estómago, sus mejillas toman un color rojizo, abre sus ojos asintiendo hacia Yibo. El castaño ladea su rostro para acercarse a la boca contraria, toca suavemente los esponjosos labios, vuelve a mirar al pelinegro que espera el contacto, por lo que, sin más dudas toma con mayor fervor la boca de Zhan en una danza de labios y humedad en cuanto su lengua entra en la cavidad contraria. El pelinegro envuelve sus brazos alrededor del cuello de Yibo mientras el castaño sujeta su cintura. Se besaron por largo rato, sin prisa ni desesperación, solo firmeza y amor, múltiples sensaciones con tan solo el contacto de sus bocas. Conforme pasa el tiempo se separan un poco para observarse, ambos poseen el rostro sonrojado, sus ojos brillan de amor y una sonrisa sale de sus bocas. Un abrazo es la continuación, Zhan recarga su cabeza en el pecho de Yibo escuchando su estridente palpitar, siente todo el cariño del castaño, cruzan sus miradas nuevamente, el pelinegro deja un beso en la mejilla para después quitar la playera de Yibo sorprendiéndolo ante la iniciativa. Dejando que lo haga, nota la sorpresa en su mate, los ojos de Zhan están sobre los abdominales de Yibo, su cuerpo es esbelto con músculos finamente marcados

—E...eres perfecto —

Se atreve a tocar el firme abdomen subiendo después por el brazo hasta descansar su mano en el hombro, sonríe al mirar las pupilas dilatadas y el entrecejo contraído, el reflejo ámbar cruza su mirada

—No te contengas —

Las prendas superiores de Zhan han caído, el castaño observa la piel apiñonada y ese cuerpo delgado, por instinto relame sus labios deleitándose con lo que ve, la sonrisa tímida de Zhan es un encanto, vuelve a abrazarlo para sentir piel contra piel, para zhan, el cuerpo de Yibo es cálido y le encanta la sensación, el castaño está besando su cuello, la sensación húmeda es genial, le gusta y en respuesta acaricia la suave espalda

—Yibo~ —

Habla con voz más excitada, el castaño besa y lame aquella zona que será mordida mientras sus manos acarician la cintura y glúteos, amasando y estimulando a Zhan, ruiditos de amor salen de su boca con cada apretón que recibe

—Yibo~, ah~ —

Su boca es tomada por el castaño, mientras los movimientos de sus manos no paran, sus suaves gemidos son atrapados por la boca del contrario que cada vez llega más profundo

—mmm~ —

Sus prendas inferiores han caído, Yibo carga a Zhan, él enrolla sus piernas sin soltar el beso. El pelinegro es llevado a la habitación de Yibo y colocado sobre la amplia cama, las sábanas huelen a él, a su característico olor, un aroma fresco y placentero.

Vuelven a mirarse, sus respiraciones agitadas y cuerpos ardientes, las manos de Zhan acarician el rostro del castaño acomodando un mechón de cabello

—Tal vez todo haya sido muy rápido pero...realmente siento que te amo —

Yibo mira la belleza del pelinegro bajo él, sus ojos brillantes y mejillas sonrojadas, boca entreabierta y labios húmedos

—También te amo —

Vuelve a besarlo, con delicadeza con pasión, ligero luego ardiente, Zhan no deja de gemir, su cuerpo es tocado en cada parte que no sabía que pudiera sentir. Yibo retira las últimas prendas íntimas sin dejar de besar el cuerpo bajo él: el cuello, el pecho y aquellos botones, se detiene a observar el cuerpo del pelinegro

—Hermoso —

Sus ojos se conectan, Yibo baja para flexionar una de las piernas de Zhan, tocando y besando la zona acercándose a su sexo. En cuanto su miembro es tomado Zhan mira hacia el techo, el placer que recibe es enorme, sus manos buscan aferrarse a algo, su cuerpo se llena de espasmo ante aquel toque húmedo de Yibo

—Yi...Yibo, ¡ah!~ —

—Zhan—

—¡Ah! —

Y después de unos segundos el pelinegro alcanza su orgasmo liberándose entre las manos de su mate. Una vez pasado el espasmo, Yibo vuelve a subir con besos por toda la piel, sus dedos cubiertos por el fluido preparan la entrada del pelinegro

—Ah~ —

Siente los dedos moverse dentro de él

—¿Duele? —

—No ~, solo se siente extraño —

—Mnn —

Continúa tomando con su boca los botones de Zhan y acariciando aquella zona para dilatar, el cuerpo de Zhan vuelve rápidamente a calentarse

—Yibo~ —

—¿Mnn? —

—Ah~, ya —

Sube al cuerpo contrario, entrelaza sus manos con las de Zhan, mira al hermoso pelinegro bajo él, a su mate

—Voy a entrar, al llegar el clímax crearé el enlace —

Zhan asiente, abre las piernas para que Yibo pueda acomodarse, se posiciona entrando lentamente

—¡Humm! —

—¿Duele? —

—N...no —

—Zhan —

—No duele, solo siento extraño y...eres enorme —

Sonríen, Yibo sigue el camino sin separar la vista del contrario hasta estar completamente dentro de él, espera a que se acostumbre mientras besa y adormece aquella zona que pronto será mordida

—Ah —

Un gemido sale de Yibo, el pelinegro contrajo su interior presionándolo

—Zhan —

La voz salió ronca y profunda

—Oh, que voz tan sensual —

Sonríe al castaño, Yibo contrae sus cejas

—Zhan —

—Enlázame —

Y un empuje hizo gritar a Zhan, el pelinegro abre los ojos por lo que acaba sentir, Yibo sonríe ladino

—Que bonita voz, no te contengas —

Y comenzó a moverse dentro de él, cada vez más profundo, estimulando y buscando el punto sensible, cuando lo encontró se dedicó a tocarlo provocando el caos total del pelinegro quien no deja de contraerse y elevar la voz

—Yibo~ ¡ah! —

—Zhan —

Sigue penetrando, besando y tocando el cuerpo perfecto bajo él

—¡Ah! —

Yibo siente como el cuerpo de Zhan empieza a contraerse, el momento se acerca, de Yibo sus ojos reflejan el destello ámbar y su cuerpo se tonifica más, se acerca a la curvatura de Zhan y con mayor fuerza penetra al pelinegro, su clímax también está cerca, las sensaciones se desbordan y aquellas paredes internas en cuanto lo presionan Yibo encaja sus colmillos.

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