●▬▬▬▬▬▬୧✬୨▬▬▬▬▬▬▬●
Pequeños escenarios de ti en el estruendoso mundo de Hazbin hotel.
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
✧ 100% pensados por mi para ustedes ｡･♡ﾟ
✧ no se aceptan copias ni adaptaciones sin permiso.
✧ Personajes de Vivziepop.
✧ Portada edit...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
●▬▬▬▬▬▬୧✬୨▬▬▬▬▬▬▬●
Titulo : por ti. ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
El cielo era un lugar encantador, la más mínima acción se volvía tan mágica he irrepetible, todos se saludaban entre sí aunque no se conocieran.
Había llegado al cielo hace un par de semanas, disfrutaba salir a caminar, cada ocasión encontraba algo diferente, hermoso y nuevo, también conocía a una persona diferente.
Hasta que lo conocí, el primer hombre en la tierra el famoso Adán, gracias a él supe que mi destino era apoyar las decisiones del cielo a pesar de lo difícil que fueran.
Fue así, que terminé convirtiendome en un ángel con el objetivo de exterminar demonios para evitar la sobre población, aun así en el fondo no estaba del todo convencida de que esa fuera la forma correcta de arreglar el problema.
— debo irme, es mi primer exterminio — miré a Adán, este se mostró nervioso — eh si, ve, apuñala muchos demonios— asentí y le di la espalda pero él tomó mi mano deteniendo el paso —... Ana... — murmuró con cierta timidez cosa muy extraña en él, lo miré — t-ten cuidado ¿si? — su voz se entre corto.
Asentí colocando la máscara sobre mi rostro, no se porque estaba tan temeroso si los ángeles jamás han salido heridos de los exterminios.
Bajé al infierno con lanza en mano, asesiné cinco demonios los primeros veinte minutos luego de eso fingí no ver a ninguno más. Hasta que un demonio bastante joven salio corriendo de los callejones y chocó contra mi, su apariencia era tan solo la de un pequeño.
Abrí los ojos desconcertada — ¡por favor! N-no me mates, por favor, te lo suplico... Ten piedad — se arrodilló ante mi mientras sujtetaba una de mis piernas con fuerza.
Las lágrimas comenzaron a salir de sus pequeños y rojizos ojos — por favor... Q-quiero vivir — cada vez sujetaba mi pierna con más fuerza.
Una de mis compañeras llegó volando a unos metros de mi lanzandome una lanza para que lo matará — ¡ya mátalo! Sus lloriqueos me tienen harta — reprochó.
El pequeño lloraba con ganas y desesperación, levanté la lanza temblorosa...
— Adán, ¿Crees que yo sea capaz de matar demonios? Sé que me uní a los ángeles por decisión propia pero... — se sentó a mi lado — ¿pero? ¿Temes matar muchos demonios y ser la mejor? — bromeó.
