No quiero lastimarte ||Gortabo||

Beauty And Rage

"He used to call me DN
That stood for deadly nightshade
'Cause I was filled with poison
But blessed with beauty and rage
Jim told me that
He hit me and..."

Capítulo 1:

Después de 4 años en rehabilitación tenía que llegar la hora en que saliera de aquel hospital que cuidó de él cuando casi todos lo tachaban de loco y nadie quería saber de él.

-Gustabo, ¿Ya tienes todo listo para salir?

-Pues claro -Le dió una sonrisa a aquella doctora pelirroja que cuidó de él_
- Creo que después de todo extrañaré este lugar, eh Castro, al fin y al cabo aquí me sentí acogido.
- No hay de que preocuparse Gustabo, quizás las cosas cambien cuando salgas de aquí, ahora sígueme, tienes que estar tranquilo. - El rubio siguio su caminar, no imaginaría que detrás de aquella puerta le esperaría una sorpresa.

García se sentía totalmente sereno, pero no pensó que la tranquilidad le durara poco al reconocer aquella camisa blanca y la corbata negra que la acompañaba siempre.

-Bueno, Conway, aquí está Gustabo - el de blanco veía algo desconcertado a la doctora.
- Pero tú me quieres tocar los cojones, Castro?
- Eh! Más respeto, joder. A ver, Gustabo salió de rehabilitación, tu eres su tutor legal, él debe reincorporarse al cuerp-
-Qué mierda estás diciendo? Este gilipollas no se va conmigo - Junto a él se encontraba un hombre de negro.
- Neno, el no era el puto Jocker?
- Pues ya no lo es, está todo controlado, solo debe tomar las pastillas recetadas y todo estará bien - El mayor muy desconfiado le dió una mirada de arriba a abajo al ojiazul.
- ¿Pero qué pasa papu? ¿Acaso no te agrada que esté aquí? - le dió una sonrisa la cuál se borro instantaneamente al ver que el mayor sacó la porra.

- A qué te dejas de tonteras, ¡gilipollas de mierda!

-¡Hey Conway! - se paró frente a él - en mi hospital no vas a andar con tus gilipolleces de la porra, respeta mi territorio, tienes que llevarte bien con Gustabo, el entrará al cuerpo policial, lo quieras o no... Son ordenes de arriba.

Conway dió un gruñido - Andando, zorra. - Gustabo soltó una sonrisa.

De camino a comisaría dentro del patrulla le invadió una sensación algo extraña, en parte estaba feliz de salir del hospital después de tanto tiempo, pero por otra parte tendría miedo de como lo vaya a recibir el mundo otra vez.

- Llegamos, neno - el pelinegro vio al rubio disociando y le dió una pequeña palmada en el hombro - es hora de bajar - Gustabo sacudió la cabeza y fue detrás de Conway -

-Y ahora, ¿Qué es lo que haré?
- Coño, eres un estorbo... Tu puesto anterior era Sub Inspector, sigue siendo el mismo, pero para joderte te harás cargo de instruir a los nuevos alumnos -

-No hombre, todo menos eso
- No no, aquí se hace lo que yo diga, nenaza, así que tu tranquila, que me encargaré que te vaya de puta madre... -

Se fue dejándolo algo confundido, pero no duró mucho ya que el moreno que había conocido anteriormente se apoyó en su hombro
- Ja! Qué cabronazo... qué te parece si te muestro la comisaría? No a cambiado tanto de todos modos. - miraba al rubio con un toque de curiosidad mientras analizaba su rosto
- No no, no te preocupes, recuerdo la comisaría, gracias. - le regalaba una sonrisa un tanto forzada.

-De nada neno - se fue guiñandole un ojo. Gustabo le dió un recorrido algo rápido a la comisaría, quería entrar de servicio así que entro a armería para coger  los utensilios necesarios, pero al abrir la puerta se encontró con alguien que llamó su atención.

°°°

-Joder... - murmuró al ver la poca comida que había en los almacenes pero rápidamente se dió cuenta que alguien más había entrado en aquella sala.

Un rubio no muy alto de ojos azules, los ojos que daban entrada al océano más profundo, ese azul mucho más lindo que el sol iluminando el gran cielo celeste o la luna iluminando la noche y las estrellas, quedó embelesado por su rostro, tan hermoso como un ángel. Todos sus pensamientos quedaron a un lado al escuchar el saludo de aquel magnífica obra de arte.

-Hola... - saludó con timidez, era realmente el primer contacto con alguien fuera del hospital, alguien totalmente nuevo que, quería conocer, por alguna razón despertaba intriga en él

- Hola, eres nuevo, cierto? - Decía mientras lo miraba un poco curioso
-Si, bueno, no, pero digamos que si - escuchó como el contrario estalló entre risas, él también rió por semejante respuesta.

-Oye, cuál es tu nombre? - preguntaba aquel chico de ojos oscuros.
- Mi nombre es Gustabo, Gustabo García, un gusto - extendió su mano-
-Gordon, James Gordon, un gusto igualmente - le recibió el saludo de manos pero conectaron miradas, fueron pocos segundos pero se sintió cómo la eternidad los abrazaba.

Gustabo cogío sus armamentos cuando de pronto escuchó la radio, era el llamado de Conway a su despacho. Gustabo fue tan pronto como lo escuchó.

- A ver Gustabin, te presento a Isidoro Navarro, el alumno que te toca instruir - Gustabo lo miró un poco desconfiado.
- Qué pasa, Tete? Oye, un poco más de respeto, tampoco me mires así - Gustabo solo se quedo quieto sin hacer uso de la palabra.
- Bueno Gustabín, qué mierda esperas? Qué te mande un comunicado para que labures? Vayan a patrullar, par de gilipollas.

Gustabo ya se encontraba patrullando con Isidoro, después de todo se llevarían bien, aunque los comentarios desatinados de aquel nuevo chico se le hacía raros y divertidos a su vez... Pero eso daba igual, solo podía pensar en ese hombre, sin duda quería saber más de él, quién era, de dónde venía. La amabilidad que había tenido con él le gustó tanto, tanto que quizo quedarse con él. Por un lado eso le asustaba ya que piensa que podría buscar a James solo por atención, por otro lado, quiere sentirse querido, y al parecer, James tiene un gran corazón, quiere descubrir más de él, solo espera no lastimarlo en el proceso.