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Después de aquella mañana en que
ambas chicas habían hablado, por más
que quisiera negarlo, Lisa sabía que
estaba evitando a su hermana.

Jennie había intentado hablar con ella o simplemente pasar el rato, pero le era
imposible, Lisa siempre buscaba cualquier pretexto para no estar con ella.

Lisa sabía que era débil ante su hermana y ante sus hormonas, ella no podría controlarse y menos si Jennie la incitaba a no hacerlo.

Estaba mal Cierto? estaba mal querer a su hermana pequeña de la manera en la que la quería.

Esa noche se dejó llevar. No podía decir que no lo quiso o que fue el calor del momento. En cada segundo estuvo conciente de lo que hacía y a pesar de que tuvo oportunidad no se detuvo, pero ahora?

Había tratado de distraerse lo últimos
tres días pasando el tiempo con Nayeon,saliendo con sus amigos o encerrada en la biblioteca evitando a toda costa encontrarse con Jennie tanto en casa como en el colegio, pero justo hoy no había podido evitarlo.

Lisa iba camino a la biblioteca a leer
su segundo libro en tres días, vaya
mierda No? Nisiquiera podía usar su
computadora por que la compartía con su hermana ya que jennie habia derramado jugo sobre la suya y papá la castigo diciendole que no le compraria una nueva hasta el proximo año.

Justo antes de salir de su casa para ir a la biblioteca escuchó el timbre sonar y al ver que nadie tenía la intención de abrir la puerta tuvo quehacerlo ella misma y cuando lo hizo se encontró con Kai un chico que era de su mismo grado pero iba en otro salón. No
había interactuando mucho con él pero
sabía que no era buen tipo, ya que era el típico chico con aires de grandeza,
y capitán del equipo de Lacrosse en su
instituto y que extrañamente llevaba un
pequeño ramo de lirios en sus manos.

-Kai?- Dijo sin abrir la puerta totalmente.

-Lisa..? Wow vives aquí?

-obviamente- Dijo rodando los ojos.
-wow soy un admirador tuyo, jugaste muy bien en las finales de basquetball.

-si lo se, a que debo tu visita ? Piensas cambiarte de deporte?

-Eh? No no cada quien en lo suyo y lo que mejor sabe hacer hacer, oye se encuentra Jennie?

-Por qué vienes a buscar a mi
hermanita?

-Saldré con ella- Dijo, mientras este le
mostraba el ramo de flores

-Sobre mi cadáver vas a salir con ella.

-No hagas problemas Manoban, solo
iremos a comer- Dijo mientras se abría la puerta detrás de Lisa.

-iKai!- Dijo Jennie aparentemente emocionada.

-Hola Jennie- Dijo el chico tendiendole la mano para bajar las escaleras del porche

-Ey Ey Ey, A dónde vas?- Dijo Lisa
poniendo su mano sobre el abdomen
de Jennie impidiendo ir con el moreno.

Jennie la miró con el ceño fruncido y retiró su mano. Justo ahora quien era ella para restringirle algo. Había pasado tres días detrás de ella para poder hablar  y  todo fue en vano Y ahora venía a prohibirle salir? Idiota.

-Saldré con Kai- Dijo cortante.

-No puedes salir con él, Jennie, es mayor.

-Lisa, saldré con el. Tengo el permiso de
mamá- Dijo caminando con Kai, pero Lisa la tomó del brazo y la hizo quedar frente a ella nuevamente, "muy cerca"

-No. Vas A salir con el.- Dijo a centímetros de su rostro sin importar la
presencia de Kai.
-Sueltame Lisa, saldré con él. No pedí tu
permiso- Dijo empujándola lejos de ella.

Lisa se quedó estupefacta por su reacción y vió la interacción de ambos chicos. Pudo percibir como Kai la comia con la mirada, desde sus piernas que dejaban ver su vestido de verano, hasta sus pechos.

-Que guapa te ves- Dijo Kai entregando
las flores a la menor

-Gracias- Dijo Jennie sonriente

Bien, se lo había ganado, era justo Cierto? Pero ¿Por qué sentia que su corazón dejaba de latir al verla con alguien más? ¿Por qué tenía que doler? Tenía muchas cosas que pensar... y si se arriesgaba a estar con ella? o tal vez le haría bien salir con alguien
para olvidar..

Jennie le hacía mal, pero se sentía
enferma de verla con alguien más.
Maldito sea todo aquello que es prohibido para el cuerpo pero que la sangre lo proclama necesidad, la mente lo proclama prioridad y el corazón egoísta únicamente te lo hace amar

Maldito sea todo aquello que es prohibido para el cuerpo pero que la sangre lo proclama necesidad, la mente lo proclama prioridad y el corazón egoísta únicamente te lo hace amar

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