El sitio

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La madre de Blas había hablado con el padre de Felipe, al parecer había estado muy arrepentida de lo sucedido, asi que intentaba asegurarse de que a su hijo no le faltara nada económicamente, al menos pagaría, a espaldas de su esposo, la matrícula del colegio por los pocos meses que restaba del año.

Durante los primeros días de convivencia las cosas iban bien, Pipe se encargaba de que Blas se sienta cómodo y no le falte nada; se ocupaba de su comida, incluso había separado sus cubiertos para que estos no se crucen con los del resto.

Sin embargo, con el pasar de las semanas, se podían notar las diferencias entre ambos.
Blas tenía una forma muy sistemática de hacer todo, necesitaba el orden, la limpieza extrema, las cosas previamente preparadas.

En cambio, Felipe, solía ser un desastre en todas las áreas,no respetaba horarios, no le importaba el orden y había empezado a cansarse de tener que modificar su ritmo.

-¡es exactamente lo mismo!-gritó

Blas,lejos de acobardarse, se enojaba

-no, Felipe, no es igual, hay que cambiar las sábanas

-¡pero no todos los dias,lunático de mierda! en tu casa tendrás secadoras mágicas, pero yo tengo una cuerda en el patio, no se van a secar

Blas miró la cama. realmente necesitaba dormir en sábanas limpias ese mismo día; sabía que estaba exagerando pero también sabía que no podía negociar sus necesidades.

-no quiero molestarte...

-no me molesta, pero tenés que entender que somos dos, no podes hacer las cosas como...

-¿podemos ir a un lugar?

Pipe lo miró. estaba bastante enojado, pero cuando Blas, pese a su altura, parecía un nene chiquito, no había enojo que resista.

-¿que lugar?

-es algo especial para mi, tenemos que viajar...

-hoy juega River, es domingo...

-ya sé pero vamos a volver a tiempo, dale

Felipe dudaba de eso, pero aceptó y se dejó guiar hasta dónde Blas parecía emocionado de ir.

●●●
Fueron a un parque que Pipe no conocía.
tenía un sector de árboles de flores blancas, caminos de piedras y un estanque de peces de varios colores, cruzado por un pequeño puente rojo.

Caminaron por allí, alimentaron a los peces y luego se sentaron bajo un árbol a hablar.

Blas parecía más tranquilo allí que en cualquier otro lugar,contandole cosas sobre ese lugar, al parecer era su sitio, el lugar seguro al que iba de vez en cuando, cuando se sentía desbordado, pasaba horas ahí, respirando el aire puro.

En determinado momento se quedaron en silencio y parecía impacientarse de nuevo

-¿es aburrido? crei que seria lindo...

-es lindo, no te preocupes

-pero es aburrido

-no me estoy aburriendo, es lindo estar con vos

-podemos ir a otro lado

-estamos bien acá, mientras volvamos a tiempo para el partido...

-quería hablarte de algo

-el que me deja es puto

-bueno, a estas alturas...

-¿que pasa?-le preguntó sonriendo

Blas tomó aire, a veces le costaba expresarse, pero se esforzaba

-sé que no es fácil entender muchas cosas de mi conducta, pero es algo con lo que voy a vivir. no pretendo molestarte ni que hagas nada más que dejarme hacer lo que necesito hacer; creo que podemos encontrar una forma de que funcione para los dos

Felipe bajó la guardia, sentía y sabía que tenía muchas cosas que aprender de Blas

-supongo que sí

-en dos meses terminamos la escuela, voy a conseguir un trabajo y me voy a vivir solo, solo te pido que estas semanas...

-vos tenés que estudiar

-creo que obviamente no voy a poder hacer las dos cosas

-y no; yo trabajo, vos estudias

-¿me vas a mantener?-le preguntó recostando su cabeza sobre sus piernas

-¿el villero manteniendo al cheto? raro-le dijo acariciando sus rulos-yo no quiero que dejes de vivir conmigo, me gusta estar con vos

-a mi también-respondió él mientras cerraba los ojos

●●●

Cuando llegaron a casa al fin, estaban solos.
fueron a su cuarto y mientras Pipe ponía el partido, Blas hacía la cama según su necesidad.

-gracias por invitarme hoy, fue lindo-le dijo sin despegar los ojos del televisor

Blas se sentó a su lado y no respondió,lo  miró profundo, siempre parecía intentar leerlo por dentro con cada mirada de esas, mirada a la cuál Felipe ya se había acostumbrado

-¿queres besarme?-le preguntó siguiendo una jugada

-¿puedo hacerlo?

Él dijo que si moviendo la cabeza, asi que Pipe se acercó y le besó una mejilla.

De pronto River no parecía tan importante, Pipe volteó su rostro y lo besó en los labios.
fue un beso algo más intenso que cualquier otro, duró más, podían sentir como suspiraban en la boca del otro, se sentían unidos y esperaban tener ese sentimiento por mucho tiempo más.

Nenes bien: 𝐛𝐥𝐚𝐬 𝐱 𝐟𝐞𝐥𝐢𝐩𝐞Место, где живут истории. Откройте их для себя