BEAUTIFUL - Felipe G. Otaño y Julieta Rossi

TWENTY SEVEN

me desperté y estaba abrazada con pipe

me estaba haciendo mimos en el pelo y estaba con el celular

-hola bella- tenia la voz media ronca, se ve que él también se había despertado hace poco

-hola bello- lo miré y él sonrió

-que linda sos recién despierta- me estaba mirando con una mirada tan dulce que me iba a matar

-ay no, estoy toda despeinada y con la cara hinchada- escondí mi cabeza en su pecho para que no me vea

-sos igual de hermosa que siempre- dijo levantándome la cara con su mano

-mentiroso- dije y volví a esconder la cara

-yo mentiroso? nunca, con vos nunca- yo sonreí pero él no me vio porque tenía la cara escondida

-siempre te levantas así de chamuyero o solo conmigo?- le pregunte

-solo con vos-

-que hora es?- le pregunte levantándome mientras me peinaba con la mano

-como me cambias de tema eh, son las 8 de la noche-

-fua, nos dormimos todo- dije levantándome

-mejor, más tiempo juntos- yo me sonroje

-bueno, me voy- dije yendo a la puerta

-ya te vas? tan rápido te aburriste de mi?- me miro con cara de perrito triste, me iba a matar

-queres que me quede?-

-si- dijo y se levantó y me agarro del brazo para que me quede

-pero estoy de pijama y toda despeinada-

-te presto un peine, yo también me peino aunque no parezca, te presto un peine y si queres te presto un buzo o una remera-

resolvió

-bueno, si tanto queres que me quede me quedo- mentirá, de verdad me quería quedar, pero no quería quedar como una interrupción, capaz tenía cosas que hacer, pero se ve que no

-que queres hacer?- me dijo

-lo que quieras-

-lo que quiera?- dijo acercándose a mi boca

-no, te voy a dejar con las ganas ahora- dije yéndome a agarrar el peine que él me dio

-sos mala eh- dijo y me siguió hasta donde estaba

-no puedo ser tan fácil con vos- dije peinándome y mirándome en el espejo del baño

-bueno, está bien, yo tampoco voy a ser tan fácil entonces- dijo y se fue

yo me lavé la cara y salí del baño, estaba pipe sentado en el living viendo su celular

me senté al lado de él y agarre mi celular

-queres hacer galletitas?- me pregunto, él sabía que me gustaba cocinar cosas dulces, así que no me iba a negar

-sii, como me conoces eh- le di un abrazo y él lo correspondió

-dale vamos- nos paramos y fuimos a la cocina

yo iba a hacer las galletitas que hacía mi abuela, eran de vainilla y chocolate, eran las más ricas del mundo, tenían algo especial que a mi no me salía, pero intentaba hacerlas lo más parecidas posible