Capítulo 15 · El Lighter.

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➤COURTZ ·


Entré a mi apartment, la tv estaba encendida y había un olor muy particular que venía de la cocinita. Rápidamente fui a ver quién era la persona que se había metido y me llevé una gran sorpresa al encontrarme con esas dos locas.

—¿Qué hacen aquí? —les hablé bajito, estaba algo cansado—. Yo no les dije que bajaran pa’ acá...

—¿Y tú piensas que somos pendejas?

—¿De qué hablas? —pregunté algo mareado, confundido.

—¿De qué hablamos? Mi amor, tú siempre nos llamas después que jangueas, ¿no entiendes porque estamos aquí?

Negué molesto, ni siquiera me interesaba.

—Baby, te estábamos esperando... —dijo Katherine.

—¡Pero no llegabas! —completó Julieta, la que siempre venía pa’ casa—. Nos dió hambre y como ves, estamos cocinando aquí... ¿Vienes en nota?

—No.

Me di la vuelta y salí de ahí, me sentía mal —raro, había algo en mi que no estaba bien y quería dormirme—, caminé en dirección a mi cuarto para darme un bañito y dormir más cómodo. Fui quitándome la ropa, tirándola por todos lados, con ganas de vomitar —ni siquiera podía pasar la saliva—, sentía picazón por todo el cuerpo y escalofríos.

—¿Estás bien, Omar? Te ves pálido.

—No.

Como pude, me encerré casi con candado en el cuarto. Entré al baño y me paré bajo el agua que salía por la regadera, con los ojos cerrados e intentando vomitar pero no pasaba nada, simplemente las náuseas no se iban y no seguí provocando las arcadas, terminé por llenarme de jabón el cuerpo y enjuagándome con el agua fría.

Me enredé en la toalla, cubrí solo la zona de la cadera y salí de la habitación a la cocina, me tomé par de vasos de agua —con las miradas de Katherine y Julieta sobre mi—, las ignoraba, no me interesaba chingar con ellas, algo había en mi que me arrebató las ganas de hacer cualquier cosa.

—¿Te acompañamos?

—No.

—Llevas diciendo que «no» desde que nos viste en la cocina y tú nunca nos dices que no, ¿qué carajos pasa contigo, Omar? ¿En verdad, coño?

—Nada.

—Omar, estás bien raro —agregó Katherine, noté esa voz que ella ponía cuando algo le asustaba—. ¿Te ayudo en algo?

Levanté la mirada, fijandome solamente en ella. Pareció asustarse al igual que Julieta, entonces con eso entendieron que hoy no estaba de humor, ni con ganas. Ellas siguieron comiendo y compartiendo miradas.

—¿En verdad, ni un canto?

—Que no.

—¡Okay! —gritó Katherine poniendo los ojos en blanco.

—Creo que alguien nos quitó a nuestro cliente fiel, por lo que veo. ¿Estuviste con una chamaquita nueva?

—Me regresas las llaves que te di... Las dejas ahí en la mesa y espero no verlas aquí cuando me despierte, ¿entiendes, Julieta?

—Encabronao’ me gustas más —se burló.

Le apunté a las dos con mi dedo.

—Si yo no las llamo, ustedes no tienen porque meterse... So, no quiero ver a ninguna si no es porque yo las haya solicitado, ¿ta’ bien?

Las dos asintieron, Julieta de mala gana mientras que Katherine estaba asustada, me di la vuelta dejándolas solas y volví a encerrarme en mi habitación.

TENTACIÓN ‹ OMAR COURTZ › Completa.✔Where stories live. Discover now