Please dont go

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—¡Poppy! —llamaba con desesperación y lágrimas a la troll rosada.

Todo había pasado tan rápido, lo único que podía recordar era que había salido de paseo con Poppy, estando tomados de la mano y sin que nada los estuviera molestando. En una fracción de segundo, Ramón volteo a verla, pero algo había cambiado, Poppy estaba pálida y su pecho estaba atravesado por mil flechas.
El impacto en Ramón no impidió que pudiera atrapar a su amada antes de que ésta perdiera el equilibrio y cayera al suelo.

—¡Poppy! —no se movía, no reaccionaba —¡Por favor, no te vayas!

El miedo y la angustia provocaban que su corazón latiera demasiado rápido y ya no podía ver claramente por todas las lágrimas que estaban saliendo de sus ojos, gotas de dolor que caían sobre el rostro frío de la reina del pop, sobre el rostro de su esposa.

—¡Dijiste que no te irías a ningún lado! ¡Por favor, despierta, resiste!

El mundo ahora parecía estarse oscureciendo para Ramón y su garganta se estaba cerrando, ya no podía respirar bien, como si todos sus demonios lo estuvieran atormentando. Vió sus propias manos, grises de nuevo y con la sangre de la reina.

—Por favor, por favor, por favor..

Sintió como si algo fuerte lo golpeará en el pecho y despertó. Todo estaba oscuro, estaba en su habitación del búnker a salvo, pero las emociones de su pesadilla permanecieron, eso se probó cuando sus lágrimas empezaron a caer de su rostro.
No podía dejar de ver esa imagen de Poppy atravesada por flechas, inmovil y débil. Empezó a temblar, sudor corría por todo su cuerpo y su corazón se acelaraba más de lo normal.

—Poppy —susurró con la voz entrecortada y oculto su cabeza entre las rodillas para intentar calmarse, no aguantaba esa presión en todo su pecho, se sentía acorralado—por favor, no me dejes. Jhon Dory, Toño. Clay, Floyd, abuela, Poppy…

Sus piernas temblaban y solo se aferraba mucho más a sus rodillas mientras dejaba salir su dolor.

—No quiero que me dejen-
—¿Ramón? —dijo una voz muy suave que hizo que Ramón abriera abruptamente sus ojos y decidió mirar hacia el lado de donde provenía esa voz. La luz de la lámpara que estaba en la mesita de noche se encendió. Ahí, en el otro lado de la cama, se encontraba Poppy, quién estaba incorporándose en en el respaldo de la cama y  se le veía con una mirada preocupada y cansada.
Ramón al verla empezó a volver cada vez más a la realidad, poco a poco recordó cómo recuperó sus colores, cómo volvió a reunirse con sus hermanos, como a pesar de todo, Poppy seguía ahí con él.

—Ramón, ¿qué sucede? —Ramón no dijo ni una palabra y sólo se arrastró hacia ella para darle un abrazo, necesitaba sentirse seguro.
Poppy obviamente no se negó y correspondió el abrazo mientras acariciaba cuidadosamente la cabellera de su amado rey y solo espero a que Ramón quisiera hablar.

—Todo estará bien ¿ok?
Después de otros segundos Ramón se despegó del abrazo y se volvió a sentar en la cama con una mirada triste y algo seria.

—Traeré leche caliente —expresó Poppy de forma cariñosa después de ponerse su bata rosa.
Después de unos minutos volvió con una tasa que le entregó a Ramón y se sentó junto a él. Ramón bebió poco a poco la leche y cuando estuvo listo empezó a  narrarle a Poppy lo que vió en su pesadilla.

—Y entonces ya no te movías ni me respondías y creí… que me habías abandonado como ocurrió con mis hermanos años atrás por no poder protegerte. No pude ayudarte y tenía mucho miedo de que esa fuera la realidad —en sus ojos azules se empezaron a formar nuevamente lágrimas.
—Ramón-
—Lo siento mucho
—Ramón —Poppy tomó cuidadosamente el rostro del azulado y con sus dedos limpio sus lágrimas—. eso no fue real, no tienes que disculparte conmigo, todos los que te amamos estamos aquí contigo, sé que esas marcas aún te duelen y mucho, yo no lo comprendo totalmente, pero me lástima verte así, pero hasta que el universo deje de existir, no dejaré de repetir que yo no me iré a algún lado.

Terminó sus dulces consuelos dándole un beso en la nariz mientras le sonreía.

—Gracias Poppy —por fin Ramón volvió a sonreír.
—De nada, pero ¿Tienes alguna idea del por qué de este sueño?
—Es hoy Poppy, ese trágico día
—Oh, hoy es el aniversario de lo de tu abuela… ¿No?

Ramón bajó la mirada y se concentró en jugar con sus manos.

—Desde que ella murió, cada año tenía pesadillas donde se la llevaban y le hacían cosas horribles, todas las noches de cuando pasó, por 20 años, pero un día, las pesadillas dejaron de aparecer —alzó la mirada hacia su esposa y sonrió —. Y fue cuando recuperé mis colores, Poppy.
Poppy no pudo evitar sentirse conmovida y sonrojarse ante esa declaración.

—Pero —siguió el superviviente, desde la gira mundial de Barb, donde temí que ella te hiciera algo con las cuerdas, mis pesadillas regresaron y eran más constantes y todas eran sobre ti.

Sus manos temblaron y empezó a oírse más alterado.

—Y otra vez, pararon de repente —continuo —. No tengo idea de por qué.
No pudo evitar dejar caer otra última lágrima.
—Creo que por más que lo intento, no puedo evitar tener miedo Poppy, de que ustedes se vayan y vuelva a ser yo gris

Poppy reflexionó las palabras de su esposo y pensó cuidadosamente que decirle. Decidió primero acariciar las manos del contrario.

—Amor, mírame, aunque quizá no pueda evitar que tengas esas pesadillas, si puedo y todos podemos seguir intentando que tú te sientas seguro al estar despierto, tú prometiste cuidar de mí y yo también prometí cuidar y respetarte a ti —el corazón del troll ex gris empezó a latir de amor por la increíble reina que tenía frente a él —. Quiero que también entiendas que todo lo que pasaste no fue tu culpa y que eres un gran troll al lograr encontrar personas e inclusive todo un reino que te aprecia por lo que eres. Y tú eres alguien increíble, ramita.

Poppy de verdad tenía el poder de la palabra, y Ramón adoraba eso de ella, por lo que el troll empezó a acariciar el fino rostro rosado que amaba ver cada día al despertar.
Ramón ya no se sentía asfixiado ni asustado, ahora alrededor de ellos se sentía un aura de paz, como si estuvieran en un campo de flores, a pesar de estar en un cuarto bajo tierra en villa Pop, aún así era un hogar seguro para ellos.

—Te amo Poppy Kendrick, eres increíble
—Ya sé —ambos rieron.

Se quedaron perdidos en los ojos del otro y se acercaron para darse un beso, aunque antes de terminar de juntar sus labios el cálido silencio de la noche fue interrumpido por el llanto de un bebé.

—Bueno, creo que ahora es turno de atender a alguien más, hoy me toca a mí —dijo mientras comenzaba a levantarse y a irse del cuarto.
—Voy contigo, creo que después de esto necesito ver a mi pequeña

Fin.

Bueno, aquí termina este pequeño one shot con un pensamiento que tuve sobre Poppy consolando a Ramón por una pesadilla. Quiero agradecer a vainilla-sparcake por dejarme utilizar su one shot "My inmortal" de inspiración para la pesadilla del incio. Vayan a leerlo y al que no llore le doy un chocolate.
Bueno eso es todo por hoy, gracias por leer (⁠ㆁ⁠ω⁠ㆁ⁠)

Please don't go [One Shot Broppy]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن