i. Dive bar on the East Side, where you at?

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Últimamente veía el número 555 en todos los lugares

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Últimamente veía el número 555 en todos los lugares. Su número de orden cuando pedía café, la cantidad de calorías en la barra de chocolate que se comía, las placas del carro frente a ella. Camila no era una persona muy espiritual, pero por lo que le había entendido a Amber, era un número angelical que cargaba el significado de un cambio positivo en su vida. Soltó un suspiro cuando el chofer detuvo el carro en otra luz roja y decidió revisar la hora en su celular. 8:55.

—¿Cuánto nos demoramos? —le preguntó a Malcolm, su conductor.

—Unos diez minutos, como mucho. —contestó él.

Malcolm nunca usaba el GPS; había vivido en Manhattan toda su vida y conocía las calles de memoria. Camila sabia que si el decía diez minutos, eran diez minutos.

Aun así, le preocupaba llegar tarde al cumpleaños de Amber; aunque su mejor amiga lo esperaba, quería dejar atrás el mal hábito de ser impuntual, pero este momento demostraba que no estaba siendo muy exitosa en ese aspecto. Deslizó sus manos por su vestido para evitar estresarse. Se había puesto el Crystal-embellished Appliquéd Cady Mini Dress de David Koma en color lila y las sandalias Crystal Twist 105mm de Aquazzura. Amber le había comentado que planeaba usar rojo, así que busco objetivamente un outfit de un color completamente diferente.

Miro por la ventana las calles alumbradas de Nueva York. Era invierno, por lo que los días eran más cortos y se oscurecía temprano. Volvió a mirar la hora, 8:58.

—¿Estás seguro que llegaremos en diez minutos? —preguntó de nuevo, un poco de impaciencia en su voz.

Malcolm le dedicó una mirada por el espejo retrovisor.

—Llegaremos en siete.

Camila no dijo nada más, simplemente dejó que la música de su lista de reproducción llenara el espacio en el carro. Una canción de The Smiths empezó a reproducirse y Ahmed, su guardaespaldas, le pidió que la cambiara.

—Me gusta esta. —hizo un puchero. El hombre no podía verla. Estaba sentado al frente junto a Malcolm, en el lado del pasajero. Camila estaba en la silla detrás de la suya.

—Todas suenan igual. —respondió, su acento tan marcado como el día que lo conoció.

Suspiró y cambió la canción a una de Pink Floyd. No era su música de preferencia, pero le gustaba lo suficiente para escucharla de vez en cuando y sabía que era una banda que Ahmed disfrutaba.

En siete minutos se estacionaron fuera del bar en el que Amber celebraba su cumpleaños. Camila pudo ver a más personas de lo normal por fuera del bar y sabía que toda la gente se encontraba ahí únicamente para ver quienes entraban y salían del lugar, la fiesta de Amber era privada y con invitación únicamente. Ahmed se bajó del auto e inmediatamente ayudó a Camila a llegar hacia la entrada. Apenas puso un pie fuera del auto escucho gritos y gente llamando su nombre, ella intentó sonreír cordialmente mientras era guiada por su guardaespaldas hacia la entrada del recinto, una vez dentro solo tuvo que dar su nombre y la dejaron pasar.

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⏰ Dernière mise à jour : Mar 24 ⏰

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