Capitulo 17 - No Podemos.

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- Jamás se me cruzó por la cabeza que tu eras "La Doña" - ríe.

- Ni a mi tampoco que tu eras el nuevo socio - se levanta para saludarlo con un abrazo.

- ¡Que hermosa sorpresa! - accede al abrazo.

- Después de tantos meses - camina al sillón - siéntate.

- Pensé que seguirías en Italia - se sienta.

- Me vine por Vale - repite la acción del pelinegro.

- Déjame adivinar - la ve - ¿Te preguntó por su papá?

- Era algo inevitable - da de hombros.

- Es verdad, pero ¿Todo está bien?.

- Emmm... Si - hace un mohín.

- Mmm - la toma del mentón - te conozco, ¿Qué pasó?

- Nada - sonríe - mi rostro solo denota cansancio, es todo.

- Digamos que te creo - sonríe - pero tú no me engañas.






A pesar de que su relación no funcionó en el pasado, Altagracia y Alejandro habían quedado en muy buenos términos, de hecho él conocía toda la situación de la rubia, aún así él no dejo de amarla a como lo hacía, el tiempo que estuvieron juntos fue lo mejor para él pero también era un caballero y no iba a obligar a la rubia a estar con él cuando ella no quería.

Pasaron charlando unos veinte minutos hasta que Altagracia sugirió que mejor acabaran con el trabajo, empezó a explicarle todo acerca de la firma y así hizo que se convenciera de que, ser socio de InnovArq, era la mejor decisión que podía tomar.









- Me parece excelente el plan de Tomás, no estaba tan decidido cuando fuí a Italia porque estaba saliendo de otros negocios pero, creo que ya es hora - sonríe.

- Creeme que no te vas arrepentir.

- Confiaré en ti eh - la señala sonriendo.

- Entonces ahora que terminamos - cierra la carpeta - podemos seguir hablando - sonríe.

- Bueno, retomando mi última pregunta - sube su pie sobre la pierna recostandoce en el sillón - ¿Solo te veniste por Vale?

- Mm, mm - niega - también vine porque Tomás de la nada decidió que yo era la mejor para venir a supervisar estás oficinas, lo cual no entiendo porque acá ya tiene a alguien que dirige.

- El tendrá sus razones y creo que una de esas es que tú eres la mejor arquitecta que tiene la firma, eres experimentada y resolutiva.

- ¿A qué viene tanto elogio? - bromea.









El pelinegro no resistió, se acercó sutilmente a ella y una vez estuvo cerca de su rostro le dijo "Eres especial, Altagracia", la rubia había olvidado lo excitante que era tener tan de cerca a Alejandro, su olor y su mirada, pero rápidamente reaccionó.









- No Alejandro, no podemos - se aparta - no es correcto.

- ¿Por? No tenemos una relación con nadie - la toma de la cintura.

- No te voy a negar que me atraes pero, solo eso - acaricia sus labios - quisiera poder entregarme a ti, así sin tantos problemas.

- Hazlo entonces.

- No puedo, amo a alguien más y no voy a jugar contigo, mucho menos quiero una relación de solo sexo porque sabes que no me gusta.

- No lo conozco pero sé que no te merece - se vuelve soltandola - aún así respeto tu decisión.

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