El ascenso de una reina y la caída de un rey.
El heredero al trono, está muerto, su hermana menor, pero siguiente en la línea, va a sustituirlo.
Anna Diana Elizabeth Taylor Mary, con suficientes nombres como para confundir a una persona, tendrá que...
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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐕
Caer en tentación
- War Of Hearts.
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⚠️ ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS NO APTAS PARA TODO TIPO DE PÚBLICO ⚠️
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Anna subió por las escaleras de la entrada hasta que salió del salón de baile. Seguramente todos la habían visto, y con más seguridad... afirmaba que todos pensaron en como ella sería la siguiente reina. Una nación entera bajo su cuidado. Una reina loca, como su padre. Peor si era una mujer, a las mujeres siempre las tacharían de histéricas, mucho más que a los hombres, incluso a los locos. Pero Anna no pudo evitar salir corriendo de ahí, igual que en el baile de su madre. Si los hombres deseaban casarse con ella, era por lo que les ofrecía socialmente, no por su estupenda mente sana. ¿Quien podría estarlo después de ver a su padre descender hacia la locura, tener una madre exigente en exceso y perder a la única persona que la entendía?
Y ahora... tenía que sumarle esta guerra de corazones que sentía en lo más profundo de su ser. Una que no podía ganar, su corazón siempre estaría expuesto, el amor era un problema, ella era el problema. Anna se apresuró por los pasillos, con los ojos llenos de lágrimas que caían por sus mejillas y recorrían la mitad de su cuello. Estaba estropeada, horrenda. Lo supo en cuanto entró en su habitación y lo primero que se encontró fue con su rostro arruinado por los sentimientos encontrados. Odiaba su reflejo, se odiaba ella, preferiría mirar al sol directamente que al espejo. Había decidido que se casaría con Eric, ¿por qué dudó de ello cuando Benedict se lo preguntó?
¿Que tenía él? ¿Qué le pasaba cuando él estaba cerca? Benedict le hacía todo más difícil. Desde respirar hasta hablar. Cosas básicas que un ser humano hace, cuando ella estaba junto a él, sentía que era una simple masa sin posibilidades de nada. ¿Por qué se sentía de esa manera cuando estaba con él? ¿Por qué con él y no con otro? Ahora lo odiaba por hacerla sentirse así, pero más se odiaba ella por haberse... enamorado. Era una estúpida, una idiota. Entonces deseó que el incidente de la torre de copas jamás hubiera sucedido. Si ella nunca hubiera escapado de Reynolds y si hubiera acatado las órdenes de su madre, ella no estaría en esta detestable situación que la atormentaba cada día.
O mejor aún, jamás debió de aceptar la invitación al campo. Cuando llegara a Londres, su madre estaría tan furiosa que seguramente no le dirigiría la palabra en semanas, ¿y todo para qué? Desobedecer a su madre sólo para sentirse así. La visita al campo debía de ser un respiro de todo, pero estando aquí, sentía que el aire la faltaba más que nunca. Anna se sentía tan furiosa que se quitó los zapatos y los lanzó contra el suelo con tanta fuerza, y después se dejó caer sobre él, llorando, con sus manos sobre sus oídos, meciéndose, intentando no escuchar ninguno de sus pensamientos. Lo único que escuchó fue la puerta de su cuarto abrirse con brusquedad.
