FIN

206 43 32
                                    

-¡Están tan apuestos los dos! ¡Los amo tanto!- nos dijo Ellie acercándose a saludarnos, su vestido de novia era hermoso, y ella se veía más deslumbrante que nunca. Ambos asistimos, juntos, como lo que éramos, pareja, y me sentía completo.


Habían pasado tres meses desde que habíamos decidido ser de la historia que nunca pudimos ser en el pasado.

Yo sujetaba la mano de mi novio con fuerza mientras ella nos sonreía, Ellie tenía mucha razón, él se veía increíblemente apuesto con esa camisa blanca y pantalón de vestir.


-Felicidades, te ves muy hermosa.- le dijo David, ambos la abrazamos.

-Estoy tan feliz de verlos así, juntos...- nos dijo, sus ojos enrojecían y se desesperaba.

-¡Ah, no quiero llorar! ¡Me estuvieron maquillando por horas!- ambos reímos, hablamos con ella durante unos minutos más y luego se tuvo que ir, sus invitados eran tantos que no le alcanzaría el día para hablar con todos, no podíamos estar más feliz por ella.


Comenzó a sonar una canción lenta, apreté su mano, me miró nervioso y me acerqué al oído de mi príncipe de cabellos dorados.

-¿Un baile lento?-

Se ruborizó y asintió, lo llevé de la mano al centro donde había algunas parejas bailando, no podíamos dejar de mirarnos a los ojos.

-¿Es esto lo que siempre soñaste?- le pregunté, mis brazos lo rodeaban al compás de la canción, recordando que en el pasado, siendo un secreto, algo así era inimaginable, sin embargo, luego de mucho tiempo, estábamos juntos, bailando frente a muchas personas.

-Esto es más de lo que siempre soñé...- me dijo, sus ojos enrojecieron tan rápidamente que no me dio tiempo de darle un pañuelo para cuando su primera lágrima se deslizaba por su mejilla, la seque con el pulgar.

-Amor, ¿Qué ocurre?-

-Que te amo.-


Ese fue el primer 'Te amo' que escuche de su parte, después de tanto tiempo, no importaba lo que había tardado en decirlo, todo había valido la pena por completo, ya no necesitaba nada más en ese momento, tenía todo lo que deseaba, eso era vivir el verdadero sueño para mí, lo amaba más que a la vida.

Nos mudamos juntos y todos los fines de semana lo pasábamos en la casa de campo, a pesar de la rutina tan diferente que teníamos siempre, al final del día estábamos juntos, no fue sencillo acostumbrarnos, pero una vez que lo logramos todo comenzó a sonar como una canción feliz.

Su padre insistía en hablar con él, escribiéndome y llamándome. David aceptó verlo si yo estaba presente y yo sentí mucho miedo de verlo mal de nuevo, no quería que le pasara nada, pero me dijo que era algo que tenía que hacer o la sensación de culpa le perseguiría por toda la vida.

Se llevó a cabo aquel reencuentro en el que Henry le contó toda la historia, el cómo ocurrieron las cosas y todo lo que tuvo que pasar. David no decía nada y ni siquiera se tomó la molestia en contarle su propia historia, que para mí era importante mencionarla, lo único que le dijo fue; 'Te perdono, puedes vivir en paz contigo. Pero no vuelvas a buscarme.'


Ahora ese ciclo estaba cerrado, lo mantuvo triste por algunas semanas, siempre trataba de alegrarle los días, nos amamos más que nunca. Perdí la cuenta del tiempo que estuvimos besándonos sobre las sabanas, enredando sus piernas con las mías, mirándolo a los ojos, intentando decirle con mi mirada que lo adoraba, que él era mi universo.

Si en algún momento de nuestra historia él se sentía cansado de mí o quisiera irse y hacer su vida, él podría hacerlo y continuar, yo también podría hacerlo, pero lo que durara nuestra historia de amor, debía ser disfrutada con toda la intensidad que ameritaba.


Dos años después, cuando David ya iba por la mitad de la carrera de Cine, lo llevé conmigo a una de las grabaciones de 'Un mundo sin crueldad', la adaptación de mi libro que ahora sería una película. Nos encontrábamos en una locación muy hermosa, un paisaje inmenso con imponentes montañas a nuestros alrededores. Justo era la hora del atardecer, él me abrazaba por debajo de los brazos mientras yo lo rodaba por el hombro y ambos mirábamos al sol ocultarse, mientas se filmaba una escena muy bella donde la protagonista encontraba paz en sí misma para luchar contra las personas desalmadas que la habían lastimado.


-El día que me regalaste este libro fue el día de nuestra primera vez.- me dijo, ambos reímos.

-También fue el día que vi tus heridas por primera vez, lo recuerdo.- dije girando un poco la cabeza y me dio un beso en la mejilla, le sonreí, ambos llevábamos enormes chaquetas y nos sujetamos aferrándonos el uno al otro mientras mirábamos como terminaban de filmar.

-Ahora estoy muy bien, Michael... tú dibujaste estrellas al rededor de todas mis cicatrices.-



Lo besé, todos los recuerdos se apilaron uno a uno frente a mí cuando me separé del beso y lo mire fijamente a los ojos, la primera sesión, la cafetería, el consultorio de los besos, nuestra primera vez, las marcas en su cuerpo, todas nuestras noches apasionadas, cuando lo vi herido por culpa de Jones, cuando cuide de él en casa, cuando Ellie lo conoció, el día que me fui a la capital, cuando me lo encontré allá, cuando fui a ver sus fotografías, cuando me tomé el tiempo de sanar todas las heridas de mis recuerdos, cuando volví y le compré flores, cuando supe que estaba con alguien más, cuando su padre apareció, y ahora estaba conmigo, después de todo, estábamos juntos.



-Tú y yo nunca más seremos un affair, ni un secreto, yo no le estoy siendo infiel a mis sueños contigo. Tú eres un sueño para mí.-

-Creo que me quedó claro que nunca seremos un secreto de nuevo, quiero decir, estoy aquí ahora, siempre me besas en todos lados, me llevas a todas partes contigo, no dudo que me amas...- me dijo sonriente.

-Por ti mejoraría un millón de veces...- le dije.


Recordando el día que me fui, y el me había dicho:

'Por ti me arruinaría a mí mismo un millón de veces.'


-Ya no le tienes miedo a nada.-

-¿Por qué debería tener miedo? Si tú eres mi novio y ¿Sabes qué? Quiero casarme contigo...-





FIN.

Illicit Affairs | Ineffable HusbandsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora