6

960 57 2
                                    

Valentina llegó a la ciudad durante la mañana, Enzo la espero con flores. Si había algo que nadie podía negar, era que la chica es hermosa. Casi no parecía que había pasado horas en un vuelo largo, ya que se encontraba perfectamente maquillada y perfumada. Parecía más descansada que nunca.

Cuando llego, Valentina corrió rápidamente hasta donde estaba Enzo, abrazándolo. Este le encajo un beso rápido en los labios, aun con las flores en sus manos, y luego de que la chica las tomará, la alzo en el aire y dio vueltas con ella en sus brazos. 

Estaba feliz de reencontrarse con la chica que quería, después de varios meses sin verse. 

— ¡Hola hermosa! —dijo Enzo, sin despegarse de los labios de Valentina.

— Hola hermoso, ¿how are you? —contestó ella, bromeando.

Los dos intercambiaron muestras de afecto, una y otra vez, hasta que finalmente se separaron y se dirigieron a la casa de Enzo. Una vez dentro de la misma, Valentina dejó su valija a un costado, y tomada de la mano del jugador, este le mostró como sería el lugar en el que se hospedaría unas semanas.

— ¿Y? ¿Te gusta? —preguntó Enzo, inseguro.

Valentina le sonrió, asintiendo.

— Me encanta Enzu, es hermoso —contestó ella.

— Te tengo una sorpresa —agregó el jugador— Esta noche cocino yo...

— ¿Vas a hacer asado? 

Enzo sonrió, inflo el pecho y dijo el nombre de la receta.

— Sorrentinos de champiñones con salsa rosa.

Valentina lo miro sonriendo, sorprendida por estos nuevos dotes culinarios de su... ¿Novio? No sabía bien qué eran, sin embargo, estaba acá, en Chelsea, para estar con él. 

Pero muy antes de la cena, se encontraba el desayuno. Así que juntos se fueron a una cafetería cercana, sin saber que se trataba de la de Charlie. La amiga de Clara los recibió con alegría, mientras les indicaba una mesa y les servía café negro, que eventualmente terminaron cambiando por flat white.

Luego del desayuno, Valentina y Enzo se dirigieron a hacer compras. El jugador casi no había salido a conocer la ciudad, pero ahora tenía un motivo para hacerlo. Así que dieron un par de vueltas por la zona céntrica, eligiendo algunos lugares para probarse ropa.

Fue allí donde se encontró con Clara.

La cocinera se veía completamente distinta a lo que era durante su horario laboral. No parecía una persona lista para clavarte un cuchillo por si ponías una de tus manos en su cocina, parecía... tranquila. 

Después de intercambiar unas palabras con ella, algo quedo resonando en la cabeza de Enzo. Algo acerca de una cita. ¿Finalmente le había aceptado la salida a Cole? ¿Por qué no le había dicho nada? 

Continuo caminando abrazado a Valentina, pensando en eso, cuando esta lo saco de sus pensamientos.

— Enzo, dame bola, ¿qué pasa? —preguntó ella, mirándolo.

— Perdón, es que... Clari... la cocinera... no me dijo que iba a salir con Cole.

Valentina bufó, ¿qué le importaba lo que hiciera la cocinera?

— Cole es grande y la cocinera también, ¿por qué tendría que decírtelo? —indagó Valentina, alejándose un poco de Enzo.

— No sé... en fin, tenés razón.

Enzo siguió pensando en eso más de lo que le hubiera gustado, cuando Valentina volvió a interrumpir sus pensamientos. Esta vez con preguntas.

— Si tenés cocinera, ¿por qué vas a cocinar vos?

𝓛𝓪 𝓬𝓸𝓬𝓲𝓷𝓮𝓻𝓪 | ᴇɴᴢᴏ ꜰᴇʀɴᴀɴᴅᴇᴢ | ᴄʜᴇʟꜱᴇᴀ ꜰ.ᴄ. | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora