Acórdandome de ti [KidouxFudou]

Capítulo 04 Bombones

Nota de Autor: Este capítulo me gusta muchísimo así que espero que a ti también te guste, a partir de aquí la historia empieza a ser más alegre. En este capítulo hay una de mis escenas favoritas de entre todas mis historias ;w;

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Fudou cumplió su palabra y al día siguiente volvió al hospital con los apuntes del nuevo día. Fue directo desde la universidad, tan pronto como terminaron sus clases, comiendo un par de onigiris que se había preparado en la mañana para no tener que pasar por casa.

El día era espléndido, a Fudou le gustaba el verano.

Al llegar saludó con una gran sonrisa y mucho ánimo a su amigo que estaba de pie junto a la ventana observando el exterior con expresión ausente. Al verle su rostro se iluminó, como si su aparición le alegrara. El muchacho había estado esperando su visita.

Fudou se sentó en la cama sacando de su mochila un libro más junto a un gran montón de hojas. Kidou se sentó a su lado.

"¿Entendiste bien los apuntes de ayer, Yuuto?"

El muchacho asintió.

"Sí, parece que no tengo dificultad en entender la materia; pero tu letra es horrible parecen hormigas."

Los ojos verdes de él se abrieron un momento y entonces se echó a reír muy divertido.

"Me lo sueles decir."

Kidou alzó las cejas, sus ojos rojos fijos una vez más en el rostro pálido de su amigo, tan cercano, tan expresivo.

"Oye..." El muchacho amnésico se acercó un poco más a él. "Todos los demás me han contado de qué me conocen y momentos que hemos tenido juntos." Fudou le permitió el acercamiento, sin moverse, con ligera melancolía en el fondo de su mirada. "¿No harás lo mismo?"

"Ya te dije todo lo relevante, somos compañeros de clase en la Universidad y jugamos juntos al fútbol."

Kidou frunció los labios, quedándose en silencio durante un instante.

"Pero hay más, ¿verdad? Nos conocemos de antes."

Fudou sufrió un estremecimiento.

"¿Qué te hace pensar eso?"

"No lo sé... solo lo siento en las tripas."

El muchacho castaño volvió a reírse con fuerza, ganándose una sonrisa tímida de su amigo.

"Vaya, esperaba una respuesta más poética. No te preocupes por eso ahora, al fin de cuentas el pasado está en el pasado, lo importante es todo lo que se viva a partir de ahora, ¿no?"

Kidou frunció las cejas al entender que Fudou no quería responderle, ¿por qué no quería responderle? Y aunque él sonreía ampliamente, en el final de la comisura de sus labios había amargura y arrepentimiento.

"Eh, Yuuto."

Fudou lo llamó con voz suave, Kidou volvió a la realidad y vio que el chico sacaba un paquete muy mal envuelto de su mochila. Tomó su mano y se lo dejó en ella, con una caricia de regalo en aquel gesto. Kidou abrió ligeramente la boca, observando el paquete con dibujos horribles de unos perros con casco de bomberos.

Con curiosidad abrió el paquetito y se encontró con una caja de caramelos de vivos colores.

"Son tus favoritos, aunque no lo recuerdes."

Kidou alzó la vista, hacia Fudou que permanecía expectante. entonces parpadeó preguntándose qué sentiría al probar nuevamente algo que supuestamente le gustaba tanto como para considerarlo un favorito.

Tomó un caramelo de color naranja y lo hizo rodar entre sus dedos, con gran intriga se lo metió en la boca y comenzó a saborearlo.

De repente sus ojos se abrieron de par en par y una mueca de asco indescriptible apareció en su rostro, el castaño se echó a reír a lágrima viva, llevándose las manos a la tripa y retorciéndose divertido ante la visión de Kidou con aquella mueca tan espectacular.