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Narra Lissa.

Había vuelto el médico. Se iban a llevar a la madre de Simon para empezar la operación. Él seguía dormido y yo seguía sentada frente a la ventana dormitando.

Noté que una figura se acercaba donde estaba yo. No la diferencié ya que estaba casi dormida.

— Señorita Lissa.

La figura frente a mí se encontraba borrosa. Me erguí y rasqué los ojos. Frente a mí, estaba el detective Liam, el hombre de los ojos negros, como el mismísimo abismo.

— Detective, discúlpeme...

— No se preocupe. Estaba cansada.

Me regaló un sonrisa.

— Señorita Lissa, he venido a hablar con usted acerca de la búsqueda del padre de Simon —dijo con voz tranquila pero firme—. La verdad es que estamos teniendo dificultades para encontrar al señor. Necesitamos su ayuda para resolver este misterio.

— ¿Cómo puedo ayudarles? —pregunté, notando la preocupación en su voz.

— Necesitamos que venga con nosotros a la comisaría para responder algunas preguntas y revisar algunos documentos que podrían ser útiles en nuestra investigación.

Me mordí el labio, preocupada por Simon y su madre. Pero al mismo tiempo, sabía que la ayuda de Liam era crucial para resolver este misterio y proteger a la familia. Así que, tras un momento de reflexión, asentí.

— Claro. Iré con ustedes a la comisaría para ayudar en lo que pueda.

Liam pareció aliviado.

— Le agradezco mucho su cooperación, señorita Lissa. Vamos, el coche está esperando fuera.

Nos dirigimos hacia la salida del hospital. Antes de salir, miré hacia atrás para ver a Simon dormido en la cama, y sentí una oleada de determinación. Haría todo lo posible para encontrar al padre de Simon y proteger a su familia.

Una vez en el coche, el detective Liam y yo nos dirigimos a la comisaría en silencio. Mientras el paisaje urbano se deslizaba junto a nosotros, no pude evitar sentir una mezcla de ansiedad y curiosidad.

— ¿Qué tipo de información esperan encontrar en la comisaría? —pregunté, rompiendo el silencio.

— Tenemos acceso a registros y bases de datos que podrían darnos pistas sobre el paradero del hombre —explicó Liam girando el coche para aparcar—. Además, es posible que algunos de nuestros agentes en el campo hayan recopilado información relevante.

Asentí, notando la gravedad de la situación. En el fondo, sabía que el tiempo era crucial y que debíamos descubrir la verdad lo antes posible para asegurar la seguridad de Simon y su madre.

Al llegar a la comisaría, el detective Liam me acompañó a una sala de reuniones, donde se encontraba un agente llamado McKenna y Athena, quien estaban revisando varios archivos y documentos.

— Agente McKenna, Agente Grant, esta es la señorita Lissa. Está aquí para ayudarnos con la búsqueda del padre de Simon —explicó Liam mientras cerraba la puerta detrás de nosotros.

— Encantado de conocerla, señorita Lissa -dijo McKenna, ofreciéndome la mano-. Cualquier información que pueda brindarnos será muy útil.

— Me alegra verte de nuevo, Lissa— me sonrió la mujer de Bobby.

— Claro, haré todo lo posible para ayudar —respondí, sintiendo un nudo en el estómago al recordar las circunstancias del caso.

— Como ya sabe, estamos buscando al padre de Simon, tu paciente, por acusaciones de maltrato y huida -explicó McKenna, abriendo una carpeta-. Desafortunadamente, no hemos logrado rastrear su paradero hasta el momento. Sin embargo, tenemos algunas pistas que podrían ser útiles.

— Perdone, ¿Cómo que huida?.

— Luego de haber pegado a su hijo y esposa, tomó el coche y atropelló a una persona dejándola en estado grave.

— Dios... ¿Y qué tipo de pistas? —pregunté, inclinándome hacia adelante en mi silla.

— Pues bien, según nuestros informantes, el hombre podría estar escondiéndose en una pequeña ciudad cerca de la costa— respondió Athena, mostrándome un mapa—. Se trata de una zona remota, lo que podría explicar por qué ha sido tan difícil de encontrar.

— ¿Y qué podemos hacer con esa información? —pregunté.

— Necesitamos ir allí y verificar personalmente si la información es cierta —explicó Liam, señalando una ubicación en el mapa—. Y, si es así, procederemos al arresto al hombre,  para que responda ante la justicia.

Asentí, comprendiendo la importancia del caso. La sala se llenó de un silencio tenso mientras cada uno de nosotros se preparaba mentalmente para la difícil tarea que nos esperaba.

— Bien, creo que es hora de que nos vayamos -dijo Liam, recogiendo sus cosas-. Tenemos una misión que cumplir.

Nos levantamos y nos dirigimos hacia el garaje de la comisaría, donde un vehículo estaría listo para llevarnos a nuestro destino. El tiempo apremiaba y sabíamos que cada minuto era vital para garantizar la seguridad de Simon y su madre.

Mientras nos alejábamos de la comisaría, sentí una mezcla de determinación y miedo. Pero lo que más resonaba en mi corazón era la necesidad de proteger a esa familia y encontrar justicia para ellos. No importaba lo que tuviéramos que enfrentar; estábamos listos para darlo todo en este caso.

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⏰ Last updated: May 06 ⏰

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La hermana de Buck y Maddie(Eddie Díaz)Where stories live. Discover now