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Sousuke y Kou han sido amigos desde muy pequeños, se conocen prácticamente de toda la vida, una vez entran a él último año de primaria los segundos géneros de todos salen a la luz, siendo el del rubio un alfa dominante, esto trae...
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-Vamos Sousuke, de prisa- la mujer omega llamó a su hijo, quien estaba en su cuatro peinando adecuadamente sus cabellos rosas.
-¡Voy, voy!- grito algo irritado porque esa no era la primera vez que su madre le llamaba en aquella tarde.
El omega bajo las escaleras y fue al encuentro con su madre para después disponerse a salir de casa, junto a sus dos padres. Esa tarde de viernes iban a ir a visitar a la familia Minamoto, después de haberse ido por dos años del vecindario, querían ir de nuevo con sus amigos para pasarla juntos.
Como no estaban tan alejados de la casa de la familia Minamoto, solo tuvieron que caminar algunas cuadras y llegar a esta residencia, la madre del pelirosa tocó la puerta.
-¡Tocan!- se escucho un grito infantil dentro de la casa. Más nadie abrió la puerta.
Unos pasos pequeños se escucharon acercarse a la puerta y está fue abierta, dándoles la imagen de quien la había abierto, la pequeña Tiara Minamoto, que los miraba sorprendida.
-Hola- dijo amablemente la niña, esta sonreía hermosamente y se veía muy tierna con su lindo vestido rosa pastel con moñitos al rededor de la cintura. Algo que enterneció a la familia Mitsuba.
La pequeña solo les sonreía, sin hacer nada más.
-Princesa, es hora de-...- el mediano de los hijos Minamoto paro de hablar, viendo como su dulce hermanita estaba en la puerta y al otro lado de esta su mejor amigo y los padres de este, sin más el decidió acercarse-. Princesa se supone que debes dejar que pasen- Kou coloco sus manos en los hombros de Tiara.
-Ah, si es cierto- rio tiernamente y retrocedió unos pasos con su hermano.
-Pasen- dijo Kou con amabilidad.
Los adultos sonrieron y pasaron, quitándose los zapatos, tras de ellos iba Sousuke, quien imito su acción pero cuando sus padres caminaron más adentro de la residencia de los Minamoto el se quedó en compañía de los hermanos menores. Tiara, como la niña dulce y cariñosa que es, le dio un abrazo. Pues recordaba cuando jugaba con ella a las princesas antes de irse.
-Sou-chan- dijo, con el apodo que ella le había puesto mientras aun abrazaba al pelirosa-. ¿Volverás a jugar conmigo ahora que has vuelto?- la niña levanto su rostro, inflando sus mejillas, dándole un bella y tierna imagen al chico que abrazaba.
Enternecido, Sousuke acaricio delicadamente sus cabellos.
-Claro que si, hermosa princesa- le sonrió a la niña, esta feliz solo apretó más su abrazo.
De repente se escuchaban pasos bajar las escaleras, más la voz del mayor de los hermanos Minamoto, este hablaba por teléfono, aunque no se sabía con quién, o más bien, Mitsuba no sabía con quién.
-Anda Aoi, salgamos, hemos estado toda la semana ocupados con las cosas del consejo estudiantil y necesitamos distraernos, aceptaaa.
Era algo nuevo para Mitsuba el escuchar a Teru Minamoto rogándole a alguien porque saliesen, igual no entendía mucho lo que este hablaba, así que volteo a ver a su amigo, este noto su curiosidad y decidió hablar.
