ACTO I

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El viento acariciaba las mejillas de Beomgyu aquella noche estrellada bajo la luz de la luna. Sus cabellos rayos de sol danzaban al ritmo de sus movimientos delicados en aquel baile de ballet junto a las jovencillas del reino que jugaban con él. Príncipe del lago de los cisnes, único omega masculino entre las féminas, ese era él.

El reino al cual él pertenecía quedaba en las profundidades del bosque encantado, alejado de la civilización humana. Él jamás conoció a otro hombre y vivió desde pequeño bajo la protección de la reina de dicho lago, cuyo nombre era Lee Ji Eun. Desconocía quién era su verdadera madre, sólo sabía que aquella mujer lo había nombrado príncipe heredero y debía prepararse para cuidar de sus hermanas cisnes de la oscuridad de la magia del bosque.

Algo que tampoco era de conocimiento del joven, era el propósito de todas las doncellas de su reino. Ellas debían cuidar que Beomgyu jamás fuese marcado por un alfa con malas intenciones. De hecho, tenían un prometido para el que creían que era su destino. ¿Por qué? Porque el oráculo no fue claro.

El omega no podía caer bajo el amor equivocado, ya que guardaba un don muy particular y un hechizo muy difícil de romper. Solo sus mayores sabían de dicho don, puesto que él era muy inocente para descubrirlo por sí mismo.

Los cisnes del reino tenían el don de crear cuarzos y piedras preciosas. Beomgyu era el único que podía crear oro puro, por ello, era importante mantener su castidad y que ningún humano se entere de su existencia.

Pero la leyenda del cisne de oro corría en las bocas del reino humano, donde se rumoreaba que existía un omega masculino que guardaba tanta riqueza que podría levantar su propio reino y destronar el actual. Solo era eso, rumores y fantasías. Historias que corrían de boca a boca sin ningún fundamento.

El príncipe alfa del reino humano, Huening Kai, quien era muy hermoso y agraciado, era uno de los caballeros más cultos y estaba cautivado por dicha leyenda. Podía pasar tardes enteras leyendo libros al respecto, deseando algún día encontrar aquel famoso bosque encantado donde la riqueza abunda y ningún ser le da el valor que merece. Él deseaba aventurar y encontrarse así mismo, pero las obligaciones del reino lo ataban de manos a pies.

En el jardín del palacio se prepara la fiesta de cumpleaños del joven heredero; todos están muy animados por ello. Aún faltaban cinco noches para dicha festividad, pero en ellas recibirán invitados especiales de la corte y miembros de la realeza extranjera. El príncipe veía desinteresado cómo todos eran meticulosos con los detalles, hasta que entonces la reina interrumpe la tarde junto a sus damas de honor.

-Principe Huening Kai... -habló la mujer intentando llamar la atención de su hijo, quien vivía en las nubes. Todos los empleados se inclinaban ante la soberana. Sus damas reían y cuchicheaban al ver al bello príncipe de cerca, pues todas ellas eran omegas. -¡Kai!

-Oh, madre, lo siento... no te escuché llegar... -las damas rieron aún más cautivadas por el alfa. La reina suspiró frustrada, pues notaba que su hijo siquiera las miraba.

-Huening Kai, pronto será tu cumpleaños número veintiuno, ¿ya sabes con quién vas a casarte?

-Eh... no, madre, dame tiempo...

-Tiempo, tiempo, todo lo que me pides es tiempo y es lo único que no tienes. Con el rey, tu padre, hemos sido pacientes contigo porque has dicho que querías enamorarte pero no te vemos siquiera teniendo una cita con ningún omega del reino.

-Yo... pero madre...

-No, no más excusas, joven príncipe, no falta mucho para que seas rey y necesitas un omega con quien tener hijos. Tu padre y yo queremos convivir con nietos.

El amor del cisne [SOOGYU] (white version)Where stories live. Discover now