Me he preguntado muchas veces...
¿Si me voy de este mundo, desaparecerá está tristeza que me agobia?
Sólo quiero, saber. Si al cerrar mis ojos y no volverlos a abrir. Los pensamientos incontrolables se esfumaran de mi mente. Las voces de agonía dejarán de resumbar en mi interior. Sólo quiero saber, si al irme, todo este tsunami de emociones paralelas, se derretirán como el hielo, tan frío como mis emociones, tan evolutivas como mis lagrimas, que al correr por mis mejillas queman como la lava. Sólo quiero saber, si al irme, todo el sufrimiento inoportuno dejará de evadir mi cuerpo, hasta el limite de provocar que pierda el control, aquel que nunca he sabido tener por mucho tiempo. Quiero saber, si al dejar ir mis recuerdos, aquellos que solo dejan huellas amargas en mi ser, logrando que mis gritos internos sean tan abrumadores como el sobre pensar que me acelerá el corazón, hasta el punto de querer dormir y quedarme en el profundo suspiro del escalofrío que genera que mis piernas no respondan, al compas de la huida de la triste y cruel realidad en la cual persisto, sin dejar atrás. Fingiendo sonrisas al igual que las dulces melodías de salen de mi boca pero no de mi ser, solo quiero saber. Sí existe algo mejor, que la agridulce melancolía, aquella me que enseña que los momentos felices no son los que recuerdas al final, un segundo de silencio es lo único que pido, solo congelar la inexistencia y aprender a desafiar mis sentidos, aquellos que no me guían por la felicidad, más bien por la resistencia. Aquella que he necesitado durante mucho tiempo, he sufrido malestares menos dolorosos que una sonrisa, quise guardar el toque de mis venas, cuya sangre me alienta a volver a la impotencia, aquella que me desgarra el alma, no solo por pena. Más bien por envidia, por esos alientos de tristeza que he desperdiciado por momentos de grandeza. Aquellos tan abrumadores que me ciega los pensares para librarme del momento, donde dejé de escribir para volar con los ángeles, aquellos tan flamantes que la tierra los sujeta para que no vuelvan por mi, y yo sin querer estaría firmando mi siguiente estadía en esta mísera cueva a la llaman tierra de oportunidades, más bien de desgracias. Donde sólo existen las personas despejadas, pero siempre despiadadas, que con solo mirarte pueden ignotizarte, hasta el punto de llevarte a la muerte de fantasias. Inundada por penas y pesares, tan grandes como mis deseos por ver la eternidad, aquella que sigo esperando como un dulce cordero, tan inocente pero despiadado, tan vanidoso pero perturbado. Sólo pido unos minutos para pensar, si es mejor quedarme y sufrir o irme y dormir para siempre.
......
Dedicado: Todas aquellas personas que sufren de ansiedad o depresión, y no saben cómo afrontar el dolor que les desgarra el alma, pero que esconden en una sonrisa inocente y encantadora.
Nota de la escritora: Escribí esto, durante un ataque de ansiedad. Y solo quiero, que al menos una persona que se siente así, sepa que no está solo. ✨
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Alcemos la voz juntos (Libro #02)
Random"Cuando el corazón se expresa, la mente toma nota"❤️🤞🏻 Aquí hablaremos de todo lo relacionado al amor, la soledad, la pasión desenfrenada pero también el dolor que inmunda nuestras almas. Este será un lugar para que todos y cada uno de nosostros p...
