𝐋𝐨𝐬𝐞 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐨𝐥 |‎| 𝐊.𝐓𝐇©

第三章

「月光明媚」

━ ❝Tu tacto es un suave susurro de seda, que eriza mi piel y enciende mi deseo.❞━

No podía negarlo: estaba obsesionado. La necesitaba, la deseaba con una intensidad que me desgarraba por dentro. Cada minuto que pasaba sin verla era una tortura.

Pero también era consciente de lo jodidamente ridículo de la situación. ¿Cómo podía enamorarme de alguien sin siquiera conocerla? ¿Cómo podía obsesionarme con una simple mirada? Era una locura, una cliché salido de una mala película romántica.

Sin embargo, no podía evitarlo. Mi corazón latía con fuerza cada vez que pensaba en ella. Mis manos temblaban al recordar su tacto imaginario. Mi mente se llenaba de fantasías sobre ella que me ruborizaban hasta las orejas.

Y así, llegué a este día. Con el corazón en la boca y las piernas temblorosas, me dirigí a la cafetería donde la había visto por primera vez. Era una apuesta arriesgada, lo sabía. Pero no podía seguir viviendo en esta agonía.

La encontré sentada en la misma mesa, junto a la ventana. Su cabello caía en cascada sobre sus hombros, enmarcando un rostro de una belleza celestial. Sus ojos brillaban con una luz que me hipnotizó al instante.

Trague saliva y me acerqué a ella. Mi corazón latía con tanta fuerza que sentía que se me saldría del pecho.

-Disculpa-dije con voz firme.-¿Te puedo molestar un momento?-

Ella me miró con cierta curiosidad. -¿En qué puedo ayudarte?-

-Me presento...me llamo Kim Taehyung- respondí con una sonrisa tímida. -Y me ha parecido que te he visto antes. ¿Tú no vienes a esta cafetería con frecuencia?-

Ella sonrió. -Un gusto, Taehyung, soy Choi Seol-ya, Sí, la verdad es que me encanta este lugar. Es muy tranquilo y el café es delicioso.-

-Yo también lo encuentro muy agradable-asentí. -Y la verdad es que me encontentaría conocerte. ¿Te gustaría tomar algo conmigo?-

Seol-ya me miró con cierto interés?.-me encantaría.-

Hablamos de todo y nada. De nuestros trabajos, de nuestros hobbies, de nuestros sueños. Me di cuenta de que Seol-ya era mucho más que una "cara bonita". Era inteligente, divertida, amable. Y cada vez me enamoraba más de ella.

No sé cuánto tiempo estuvimos hablando. El tiempo parecía haberse detenido. Solo existíamos ella y yo, en nuestro propio universo.

Finalmente, llegó el momento de despedirse. Seol-ya me dio su número de teléfono y me prometió que volveríamos a vernos pronto.

Salí de la cafetería flotando en una nube de felicidad. No podía creer que finalmente hubiera hablado con ella. Y lo mejor de todo: parecía que ella también estaba interesada en mí.

Tal vez no era tan cliché como pensaba.

Salí de la cafetería como un puto idiota. Con una sonrisa estúpida en la cara y una sensación de euforia que me recorría todo el cuerpo. No podía creer que finalmente hubiera hablado con ella Y lo mejor de todo: parecía que ella también estaba interesada en mí.

Caminaba por la calle sin rumbo fijo, sin prestar atención a nada ni a nadie. Mi mente era un torbellino de pensamientos. Repasaba la conversación una y otra vez, buscando cada detalle, cada gesto, cada palabra que pudiera darme una pista sobre lo que ella sentía por mí.

-Parezco un estúpido adolescente enamorado-pensé con una mezcla de vergüenza y diversión. No había sentido algo así en años. La última vez que me había sentido tan atraído por alguien había sido en la universidad, y la cosa no había terminado nada bien.

¿Debía escribirle? La idea me tentaba, pero al mismo tiempo me aterraba. No quería sonar demasiado intenso, demasiado desesperado. No quería arruinarlo todo antes de empezar.

Llegué a casa y me tiré en el sofá como un saco de papas. Me sentía exhausto, pero al mismo tiempo lleno de energía. No podía dormir, no podía comer, no podía pensar en nada más que en ella.

Pasé horas mirando su foto en mi teléfono. Repasaba su número de teléfono una y otra vez, debatiendo si llamarla o no. Finalmente, decidí no hacerlo. Era demasiado tarde, y no quería molestarla.

Me levanté del sofá y me dirigí al baño. Me miré en el espejo y no me reconocí. Mis ojos brillaban con una intensidad que no había visto en mucho tiempo. Mi sonrisa era más amplia de lo que recordaba.

-Joder, Taehyung-me dije en voz alta. -Estás hecho un puto desastre.-

Me lavé la cara y me fui a la cama. Me tumbé en la oscuridad y cerré los ojos. Intenté dormir, pero mi mente no dejaba de dar vueltas. Pensaba en ella, en su sonrisa, en su mirada, en su voz.

Finalmente, me quedé dormido con una sonrisa en la cara.