Esta historia tiene lugar en teivat, donde un viajero descubre que tiene una cola y se encuentra en un mundo extraño, este tiene problemas con el lenguaje(No esta Paimon en esta historia, ¡ella es la traductora!).
Como sea Aether obtendra y perdera...
(Créditos a meteor noo. Hmph, se que soy hetero, pero esa mirada... me hace dudar. Otra cosa, Aether no es gey, es bisexual.)
Xiao estaba acostado al lado de Aether, al estar ambos en la misma cama. Por alguna razón compartieron sueño.
En el sueño. Aether descansaba sobre un prado, a pesar de todo, esta solo quería paz.
Inesperadamente, una mujer de cabellos blancos, y ojos dorados, con unas ropas blancas y esencia divina, desciende de los cielos.
(Créditos para Lart art1)
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—Hmph, parece que al fin te encontré viajero. Es hora de terminar, lo que empezamos, ¿no crees? —La mirada de aquella divinidad, se posaría sobre el.
—Creo que te confundes de persona, yo soy una viajera, no un viajero. No se como entraste a mis sueños, pero no eres bienvenida —Aether desenfunda su espada rota.
—Ya veo, has cambiado, con razón no pude encontrarte. No importa, al final de cuentas, todavía puedes morir —Esta divinidad posa sus pies en el suelo, el cual era césped.
La viajera da un salto hacia la divinidad, su objetivo acortar las distancias. Al estar cerca, realiza un tajo en el abdomen, no obstante, esta desapareció.
Aether fue rápida al saltar alto, ya que en el suelo, unos bloques rojizos y negros, aparecieron. Al estar en el cielo, la diosa haría presencia, y le agarra del cuello.
—Creo que este es tu fin, no has demostrado ningún signo de madurez. Siempre serás una perdedora —La mujer albina, hace uso de una sonrisa burlona.
—... S-si lo eh he-hecho. Mu-muero por tu cu-cuerpo, an-antes te odiaba, pe-pero ahora me pareces demasiado atractiva —La rubia, a pesar de estar cerca de la muerte, le veía el pecho a su enemiga.
—Eres rara, supongo que vivir en este mundo te afecto. Esta bien, solo te permitiré un beso, si lo haces mejor... —La divinidad bajaría al suelo, y le soltaría.
La viajera, da unos pasos hacia la diosa desconocida, y le abraza. Al estar demasiado cerca, intentaría besarle los labios de su fina boca.
Cerraría los ojos, pero antes de que siquiera pudiera besarle. Escucha unos gimoteos, da vuelta, y abre sus ojos. A lo lejos, Xiao lloraba a moco tendido, este en el piso sobre sus rodillas.
El emo, al notar la mirada de la rubia, se levanta, y le da la espalda. Este último camina, hasta desvanecerse, dejo el sueño.
—Haha, parece que alguien nos miraba, nos vemos Aether. Ya tienes tarea, la cual es recuperarle. Aquel Adeptus, es muy leal hacia ti, incluso te salvo de las garras de la muerte —La diosa también dejaría aquel lugar, y ahora Aether estaba sola.
Las palabras, y las lagrimas de Xiao, consiguieron hacerle sentir culpable. A pesar de que no debería. Su alrededor cambio, y ahora era aquella noche, antes de que vieran a Signora y Zhongli.
