Irene es una joven encantadora que se dedica a la venta de flores en el pequeño pueblo donde vive con el fin de ayudarle a su madre
En un momento inesperado conoce al rey del inframundo Hades, con el cual inicia un amorío
Pero a pesar de su amor p...
Después de que deje a Irene en su casa, regrese a mi palacio para después sentarme en la sala de estar, necesitaba pensar y aclarar muchas cosas en mi mente, tenia una guerra en mi mismo Solté un suspiro y tape mi rostro con ambas manos
- ¿Que debo hacer? - Me dije a mi mismo
Escuche alguien entrar y supe de inmediato quien era
- Sabia que tenías que decirme algo más... Adamas -
Adamas no dijo nada y solamente se sentó enfrente mio sin quitarme la mirada de encima
- Hades... hermano ¿que estas haciendo? -
Escuche como me habló pacíficamente sin mostrar ese tono molesto de voz con la que siempre habla Y es que con ese cambio de tono demostró que sabia como me sentía a la perfección
- ¿Porque estas con esa humana, hermano? -
No respondí a su pregunta, solamente levante mi mirada para poder verlo
- Hades sabes que tienes un... - Adamas levanto un poco la voz
- ¡Ya lo sé Adamas! Ya lo se... no es necesario que me lo recuerdes - Me puse de pie para caminar hacia una ventana y mirar a través de ella
- Entonces ¿que haces perdiendo el tiempo con esa humana? Olvídate de ella -
- No podría Adamas, me seria imposible -
Sentí la presencia de Adamas a mi lado, pasando su brazo por mis hombros dando entender que sabia como me sentía
Confundido y presionado
Irene
Me despoje de mi ropa y me sumergí en el pequeño estanque, dejando que la frescura y sensación del agua relajara mi cuerpo En uno de mis dedos llevaba el anillo que me había obsequiado Hades, lo acariciaba entre mis manos adorando tal detalle
Note como flores del árbol que se encontraba donde mismo caían al agua y decoraban el estanque, la brisa del aire se podía sentir y al momento de sentirlo cerré mis ojos, disfrutando el momento Los rayos del sol que se colaban entre los arboles le daban un toque aún más hermoso al escenario
Hades... susurre
- Ojalá estuvieras aquí conmigo - Dije a la vez mirando hacia arriba, dejando que los rayos del sol dieran en mi rostro
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Después de pasar toda la tarde disfrutando de la naturaleza, daba un paseo por el pueblo disfrutando de mis alrededores y saludando a las personas que conocía por ser compradores en mi puesto de flores
Entre las calles y personas que merodeaban por las mismas, pude reconocer a una dama que llevaba su cabeza cubierta pero aún así se podía apreciar sus mechones de cabellos dorados y su piel pálida La podía reconocer, era la señora de aquella vez que me compro flores y que había dicho que le recordaba a su hija Al momento de verla podía sentir que llevaba un alma triste, posiblemente por la ausencia de su hija
