VIII

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La música retumbaba junto con la voz de la cantante. Su voz viajaba por todo el espacio, chocando en las paredes e ingresando suavemente en nuestros oidos.

Las luces amarillas generaban un ambiente acojedor, que junto la música y la leve lluvia desencadenaron una sensación de paz que nunca habia sentido y que probablemente, no lo hubieras sentido hasta el ingreso a la facultad. Esa sensación de poder estar donde quiero.

En la mesa redonda ubicada justo en medio del enorme salón, estábamos los cuatro haciendo sobremesa junto con unos tragos rodeados de humo culpa de los cigarrillos. Era un lugar cerrado, pero se permitia fumar. Ahora veo por qué les gustaba tanto este lugar.

- bueno - se sacó el cigarro de la boca - y Johannes Brahms?

- ummm admirable, pero sabes que no amigo - Agustín tomo un trago.

- No entiendo la verdad - se incorporó en su asiento - que mierda tenés con el clasicismo.

- Oh Agustín te re entiendo - agarre un pedazo de tiramisú - demasiado triste.

- mira - me señala caputo con el dedo - vos no opines que preferís a Vivaldi antes que que Wagner.

- que quien? - Valentina levanto una ceja.

- no hay nada mejor que el sonido de los violines - lo mire - y a parte no me dan ganas de cortarme las venas cuando lo escucho.

- la verdad yo prefiero escuchar algo con letra - comentó vale dando un sorbo a su trago - algo que trasmita.

- más bien que entiendas.

- Santiago!! - Agustín le llamo la atención.

WOW lo mal que se llevan.
Igual ella tiene razón. Algo de letra no viene mal.

- aamm - rompí un poco la tención - si, en ese caso yo prefiero a Édith Piaf.

Ahora tenía la mirada de los tres sobre mí, esperando que continúe. Mire unos segundo a Santiago, y tenía una sonrisa en su cara, como de emoción.

- el año pasado junte plata, y le pedí a mí profe de francés que me compre un disco en París, justo ella viajaba ese veremos.

- tenes una profesora de frances? - Valentina me tocó el brazo.

- si - asentí - es particular, por ahí me ayuda con las tareas - sentía mucha admiración por norma, la quería mucho.

- así que por eso hablas francés? - moví la cabeza en asentimiento - sin necesidad de hacerlo? - su tono, en lugar de pregunta, fue de burla, un tono con veneno. Ya comenzaban a no agradarme sus palabras.

En lugar de contestar, moví mí cabeza a mí derecha donde Santiago estaba con su trago de whisky, mirando la situación. Mirando con una cara de molestia, bastaste molestia. La manera y el tono, habían sido, efectivamente, mal intensiónados. Y no era la única que lo había notado.

- sin el francés, no hubiera podido escuchar a Gardel cantando PARLEZ MOI D´AMOUR - su manera de hablarme me empezaba a embola porque todavía faltaba para terminar la noche - como tampoco insultar a la gente -amaba hacer eso. Ir diciendo lo que pienso y no obtener respuesta. hice una pausa- decirles el peor insulto, insulto que tomaran como alago porque, no entienden. Y pasa seguido  - sonreí de lado cuando vi su reacción de sorpresa, recordando los murmullos míos momentos antes de ingresar.

Ante esta pequeña diplomática pelea, los hombres, nos observaban como curiosos, o tal vez con una pizca de diversión. Tanto Agustín como Santiago, descansaban en el respaldo de las sillas con cigarrillos en sus manos y sus whiskys en la mesa.

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⏰ Last updated: Mar 23 ⏰

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Imprudencia (Santiago caputo)Where stories live. Discover now