XVII

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(...)

Luego de una larga siesta, Draco despertó a lo que él supuso alrededor de las dos de la mañana dada la brillante luz de la luna y una inmensa oscuridad que llenaba todo el cielo, además del frío implacable de Diciembre.

Muy buena noche para cortarte, ¿no crees? Habló esa voz irritante en su mente.

Malfoy decidió hacer a un lado esos pensamientos, pues no quería terminar llorando o agarrando cualquier cosa con punta en esa habitación para intentar cortarse u aunque sea rasgar un poco su <<<delicada>>> piel. No quería más problemas. No quería que Harry lo viera de esa manera.

Draco intentó volver a dormir, no lográndolo hasta una hora y media después de cerrar los ojos.

. . .

Una voz cálida lo despertó.

- Draco, cariño... ¿Cómo estás? - Ésa voz cálida era obviamente de su amada madre.

- ¿Madre? ¿Qué haces aquí?

- Apenas te trasladaron a San Mungo recibí una carta, pero no pude venir hasta ahora. Lo siento, cariño.

- No importa, madre. Ya estás aquí. Es lo único que necesito.

Narcissa le dió un ligero beso en la mejilla.

- Te amo tanto, mí niño... ¿Por qué hiciste esto?

- ...

- Lo siento, corazón... Pero de verdad necesito saber el porqué te hiciste esto a ti mismo.

- Sólo... No quería comer, madre.

- Dime Mamá, cariño. Tu padre ya no está. Puedes decirme de la manera que tú quieras.

- Perdón... Estoy acostumbrado.

- No me pidas perdón - Ordenó. -. Ahora... ¿Cómo que no querías comer?

- No quería, mamá. Lo siento... En serio no quería... - Tragó en seco. - Estar... así.

- Sé que eres lo suficientemente inteligente para haber sabido las consecuencias de no comer.

- Y las sabía, mamá. Pero no me interesó en el momento.

- Vas a salir de esta, corazón... Lamento no haber estado allí para ti.

- No tienes porqué disculparte. Estaba pasándola mal por pensamientos míos. Yo tendría que disculparme por hacerte gastar dinero en todo cuando algunas de nuestras cuentas siguen congeladas luego del juicio de papá.

- Seguimos teniendo una increíble fortuna, cariño. No tienes de qué preocuparte. Estamos bien de dinero.

- ¿En serio no te molesta?

- Por supuesto que no, corazón. Por ti compraría el universo entero si hiciera falta.

Draco sonrió, Narcissa lo miró con la mirada maternal más dulce que se puede imaginar.

Sólo es un Juego [Drarry/Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora