Pacto (2s MYG)

Uno

Yoon

Atiende a mi llamado

Acepta mi sangre

Acepta mi alma

Ven a mi Belial.

Lo admito estaba con la guardia baja, distraído y aburrido, había escuchado muchas invocaciones antes pero nunca había atendido una pero la energía de esa voz me atrajo.

No me resistí a la invocación, aparecí en medio de una habitación.

¿Cuántos años han pasado desde que vine la última vez?

—Santa mierda.

Me gire hacia la voz. ES UNA MOCOSA.

Una cría humana, su aspecto es demasiado infantil, aunque, los tatuajes de sus muslos y brazos le dan un toque un poco mayor. Mire alrededor no parecía una habitación de una niña, solo había una cama y la chica estaba en ropa interior y una camisa de tirantes. Su rostro tenía algunos golpes así como su mano donde goteaba la sangre con la que me había llamado.

—Maldecir  y santificar no se usan juntos —di algunos pasos hacia ella que se encogía al pie de la cama —¿para que me llamaste?

—Yo…yo... yo no creí que funcionaria, dios, eres un demonio, uno de verdad.

—¿Cómo una mocosa como tu me invoco? Estoy perdiendo mi tiempo.

—ESPERA —se levantó — yo, yo necesito tu ayuda,  me secuestraron  camino a casa.

—No interesa, solo se clara, ¿Qué quieres a cambio de tu alma? —tome la sangre de su mano y la unte en sus labios —dilo alto junto con tu nombre.

El aroma de su sangre era algo fuerte, posee un alma poderosa, debo tenerla.

—Yo Eva King, deseo que me salves.

La rodee por la cintura y tome su rostro antes de besarla la estúpida mujer lista dijo algo mas.

Se mi protector

Eva.

Un demonio de verdad, uno increíblemente atractivo, tenia el cabello blanco, ojos rasgados como los de un felino, su piel y cabello combinaban a la par y el amarillo de sus ojos lo hacia lucir algo aterrador.

Maldijo cuando mencione la ultima parte del pacto.

Mi madre siempre me dijo que fuera la mas lista de la habitacion, y si algo me habia enseñado incontables libros y películas es que los demonios son muy astutos. Mi mano donde estaba la herida brillo mostrando un símbolo en la palma como una especie de tatuaje con runas extrañas alrededor de mi muñeca se formo una pulsera de color negro que hacia juego con un collar que se habia formado en el cuello del demonio.

—Eres una maldita perra estafadora.

—Yo no tenia ni idea de como hacer el pacto, hasta que tu lo mencionaste.

Escuche pasos afuera de la habitacion y me encogí por el miedo, habia olvidado donde estaba, esos malditos hijos de perra me habían golpeado por no dejarme violar hace nada, dijeron que irían por cuerdas para atarme.

La puerta se abrió y sentí un escalofrió, hasta que el demonio se puso frente mío.

—¿Quién mierdas eres? ¿Cómo entraste aquí?

—¿Acaso importa? Solo déjenos pasar, estoy empezando a enfadarme, soy esclavo de una mocosa y mi furia se vera reflejada contra ustedes.

Sus alas no estaban, se veía como un chico algo gótico, su cuerpo es delgado a comparación de los cerdos de mis captores, no se que pueda hacer un demonio, pero ahora siento miedo de que lo dañen.