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Cap. 18: El laberinto

En ese momento, levanté la mirada y me quedé observándolo, totalmente ruborizada.

Recordaba ese día, perfectamente, como olvidar lo. Dylan y yo habíamos ido al instituto a buscar algo de información acerca del viaje a Montana, el año pasado se había realizado un poco más tarde que este año. Le pedí a Dylan que me acompañara, me tardé un par de horas en recorrer el instituto y el decidió quedarse afuera para fumar, (algo que detestaba) pero era su vida y solo éramos novios, no tenía que actuar como su madre o algo por el estilo. Una vez hube terminado, salí en del instituto en busca de Dylan, el cual no estaba, pero por casualidad, gracias a un coche que se me había atravesado, decidí irme en otra dirección, y lo encontré en una esquina con Natalie Pocket, una compañera de español. Me puse como loca, fue, muy sorprendente para mi, empecé a llorar y a gritar con todas mis fuerzas, pero lo que más me dolió fue escucharla decir que el no me quería porque era muy aburrida, y me fuí corriendo a casa, sin duda, el día más vergonzoso de mi existencia, aún más si Ian Posley me había visto.

- Así que me conocías-Pregunté algo desconcertada, tratando de hacer entretener a Ian y no hacerlo pensar en la muerte de Bonnie, lo cual funcionó porque logré sacarle una pequeña sonrisa.

- Algo así-Murmuró - Pero tú también habías tenido contacto conmigo.

- ¿Qué?

- Me pareciste tan hermosa que, casi te atropello, bueno, no quería que fueses en esa dirección, pensé que lo mejor sería que vieras a ese idiota con la chica, aunque admito que me distraje mirándote, eso influyó un poco-Comenzaba a recordar aquel momento, y escucharlo decir que se distrajo por mi, me ruborizaba bastante. - La verdad, no pensé que fueses tan violenta.

- ¡¿Tu fuiste el idiota que casi me mata cuando iba a cruzar la calle?!-Pregunté algo molesta - Claro, el rubio con lentes oscuros de traje negro que andaba en el descapotable azul.

- Y tú la chica que me gritó "Fíjate por donde vas imbécil" Aunque te confieso que me pareció adorable, por eso te seguí-Hizo una mueca - Cuando regresé del entierro de Bonnie, me lo encontré con aquella morena, entonces, me pareció que debías, ya sabes, encontrarlo.

- Osea, que... ¿Fue a propósito? Digo, es obvio, tiene sentido, si no fuese por ti iba volver a casa, y no lo hubiese encontrado-Me parecía increíble conectar a Ian con aquella época que no tenía la más mínima idea de su existencia. - No... No lo puedo creer. Ian Posley fue el responsable de mi ruptura con Dylan.

- Diría, que te abrí los ojos-Aclaró - Eh, un gracias tal vez.

- Es que, no sé, ¿Si? Digo, me imagino, tu intención "Esa chica está buena, debo hacer que termine con aquel idiota" No puedo entender, como pudiste hacer eso sin conocerme.-Me expresé, Ian me miraba algo desconcertado, y me había apartado de su pecho, mirándolo a los ojos - Sin importarte cuanto sufriría. Digo, te agradezco, iba a seguir engañada pero me parece algo, egoísta.

- Lo fue-Contestó, al parecer lo había hecho incomodar, aunque el tono de melancolía seguía en sus palabras. - Porque no te imaginas lo que en realidad pensé, "Esa chica es muy hermosa, y se merece algo más" Fue instantáneo, el interés en ti. Dirás que soy masoquista, pero me atrajo que tu mal humor, la forma en la que me hablaste sin importar el precio de mi coche... Te confieso que ninguna chica me había retado de esa forma, era arrogante y pensaba podría estar con la chica que quisiera, hasta que te conocí.

- ¿Entonces dices que lo que te atrajo fue gritarte idiota?-Puse los ojos en blanco.

- Me gusta cuando te enojas, como frunces el ceño y me miras amenazante-Mencionó con algo de burla. - Pero me encanta tu parte sensible, cuando te sonrojas o cuando tus hermosos ojos se llenan de brillo, como ahora por ejemplo.