Capítulo 4

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Jordan

Mi madre siempre me contaba que las cosas más bellas siempre eran las más frágiles y dulces. Mi madre tenía una sonrisa frágil y dulce y para mí era la cosa más bella del mundo. Cuando ella murió, dejé de pensar así, porque las cosas mas bellas, se destruyen primero...se rompen.

—Jordan, ¿podrías dejas de mirar a la mariposa como si fuera un tonto? —Dijo mi compañero, Ian

—Podría, pero no quiero.

—Eres la Persona más rara del mundo, bueno no eh venido a eso, El, te esta llamando.

El, no sabemos quien es, no tiene expedientes ni nada, es como un fantasma, por eso le decimos el o el fantasma.

—¿El?, ¿no sabes que quiere?—dije

—Ya lo conoces Jordan, no le dice nada a nadie.

El camino hacia la oficina era largo, los pasillos silenciosos y oscuros, todo el lugar era un lugar sin vida, y no podía dudar que yo formaba parte de ese lugar

—Te has tardado, Jordan.—Dijo El con la voz ronca.

—También tengo cosas importantes que hacer en mi vida, ve al punto—Dije cortante y frio

—Quiero que dejes la lacrosse

¿Que tenía que ver esto con el trabajo?

—Vale, ¿eso es todo?

—No, hay una familia, que contiene una cifra gigantesca de dinero, quiero ese dinero.

—Como se llaman

— La familia Russo.

—¿Integrantes?

—Niccolo Russo, Ginevra Russo, la hija más pequeña se llama Amalia Russo y por último Un chico , pero ese está muerto, no creo que te moleste saber nombre.

—No voy a matar a nadie, lo sabes ¿No?

—Lo se Jordan, pero es tu deber si te lo pido, lo haces, de todas maneras sin mi, estarías muerto.

Tal vez yo te mataría a ti.

Odio aguantar órdenes, y más las odio aguantarlas de el.

☆☆☆

—Me salgo del juego, no quiero ser más el capitán. — Le dije al entrenador del equipo.

—¿¡Que!? ¡No! Eres el mejor jugador que tengo.

—No lo pienso repetir dos veces, te lo dije ya, voy a salirme.

—Jordan...

—Adiós

Solo puedo pensar en una cosa, en el robo, en la familia Russo «Dulzura» Amalia es de esas chicas que no quieren ser vistas por el mundo, pero es de las que más llama la atención.

☆☆☆

—¡Hola! Jordan, pero mira, que estás.—Noah, la novia de Ian, es la única que anima a este lugar.

—Y tú muy feliz para mí gusto.

—Soy la felicidad de este grupo. Además está aburrido, ¡le voy a poner un nombre a nuestro equipo!

—Ya empezamos de nuevo—Ian ya estaba acostumbrado a estas cosas.

—¡La hermandad de los ladrones! Me encanta el nombre, sería tipo “En las sombrías calles de la ciudad de Sombra, un grupo de ladrones se reúne en secreto para planear sus próximos golpes. Conocidos como "La Hermandad de los Ladrones", este grupo de hábiles delincuentes se ha ganado una reputación temible en la ciudad por su astucia y audacia”.—Empezó a reírse como la loca que es, por eso es la alegría de nosotros, pero yo no se lo voy a decir.

—Bueno, me iré a dormir ya—Afirmé

—Eres un vago y aburrido —Noah rodó los ojos.

—Adiós

☆☆☆

Llevo horas investigando a la familia Russo, para no decir que llevo investigando la noche entera. Amalia se le nota que siempre está feliz. Siempre anda con Beatríz por donde quiera. Me llama mucho la curiosidad de saber porque Amalia no habla de su hermano, y también quiero saber porque está muerto. Dicen que murió ahogado, pero yo no lo creo.  Hay algo que no cuadra en esta familia. Y todo esto lleva al mismo punto, la muerte de Elijah Russo. Tengo entendido que Amalia va al psicólogo, bueno, iba, dejó de ir hace semanas.

Al fin ya decidí acostarme a dormir aunque sea una hora. El sueño ya no me deja pensar con claridad.

—Pareces un muerto viviente—Ian estaba apoyado en la puerta.

—¿No me van a dejar dormir aunque sea una hora?

—No lo haremos, nunca de echo.

—Eres un cabrón y uno bien malo.

—Noah y yo no estaremos aquí ahora, te dejaremos solo, no cometas ninguna locura.

—Estaré bien, siempre estoy bien y lo estaré.—dije evadiendo el tema lo más rápido posible

—Te queremos.

Y con esa frace, Ian se fue.

Mi vida desde que me metí a ladrón es como un juego de ajedrez, tengo que sacrificar a una pieza para poder ganar.

Decidí ir a hablar con El. Para decirle todo lo que recopilé de los Russo.

—Mi querido Jordan ¿Que te trae por aquí?—El tenía la voz ronca, como de costumbre

—Conseguí información de los Russo

—Entonces, dime

—La causa de la muerte de Elijah no fue porque se ahogó, fue asfixia, lo estrangularon. El pequeño presentaba síntomas de ser un psicópata.

—Que bueno, pero eso no me ayuda.

—La familia tiene cámaras de seguridad por toda la casa, para entrar hay que desactivarlas. También tienen acceso a comprar armas de fuego, tienen una pistola. Debemos de tener cuidado con Niccolo Russo. Tiene un historial no tan tranquilo que digamos.

—Si, tenemos que esperar a que salga, y lo hará, tengo entendido que su hija no está aqui en estos momentos. Tenemos una carga menos.

—Pero nos sigue quedando otras dos. Este plan no lo podré ejecutar solo, me tendrán que ayudar.

—Puedes pedirle a quien quieras que te ayude, yo solo quiero el dinero, ¿Te quedó claro?

—Si, me quedó claro.

Al irme, me empecé a dar cuenta que ya no era una persona libre, antes robaba porque me gustaba, siempre lograba hacer todo yo solo, ahora solo lo hago por obligación, mi madre me enseñó como robar, después de todo, mi madre es una de las mejores ladronas que he conocido en mi vida.

Mi madre solía decir, que las mujeres eran como las flores delicadas y con espinas, por si las tratabas de lastimar. Mi madre no tenía esas espinas que la protegían... Ella no era lo suficientemente fuerte, no lo era...

Mi error deseado Where stories live. Discover now