Phillip Graves/ headcanons y one shorts

¿Miedo?

Entonces me encontraba sentada, recargada en la pared de aquella habitación de color beige mientras unas palabras resonaban fuertemente en mi mente.
“Nada serio.”, “Solo de una noche.”,“No quiero comprometerme.”
Aquellas palabras pasaban una y otra vez mientras acomodaba mi cabello, esperando que esos minutos terminaran.

Graves se encontraba lejos en una misión, había partido la semana pasada, sin embargo esta vez no me encontraba en mi casa, me había pedido que me quedara en su departamento esperándolo, ¿El problema? Era que había tenido demasiadas náuseas desde hace unos días, había creído que era algo en mal estado pero sumando eso a un retraso en mi periodo, me estaba preocupando.

— No, no puede ser, simplemente no es posible... Nos cuidamos... No... Es imposible. — decía mantras me levantaba del suelo y caminaba lentamente para ver aquella prueba, pero...

— Llegué. — escuche de aquella voz mientras guardaba aquel objeto con miedo, no había visto el resultado por lo que estaba abrumada.
Salí del cuarto algo temblorosa mientras lo buscaba.

— Llegaste bastante... Rápido... — murmuré caminando a la sala donde él estaba sentado y echando la cabeza hacia atrás tratando de relajarse.

— ¿Es lo primero que dices? Creí que dirías algo como: “Que feliz estoy” o “Bienvenido” — exclamó con un tono bajo mientras se enderezaba. — ¿Te sientes bien? Estas pálida.

— No he comido... — me excuse, no podía verlo a los ojos.

— Creí haberte dejado cosas para que cocinaras o dinero para que compraras.

— No es eso... Solo no tengo hambre.

Aquella oración le causó gracia, pude notar una sonrisa leve mientras él se levantaba del sillón para caminar a mi lado, sentí como su mano subió desde mi vientre hasta mi cuello de forma suave.

— Estabas... ¿Preocupada por mí? — susurró con un tono burlón, negué con mi cabeza y levante la mirada.

— ¿Por qué estaría preocupada por ti? — dije de forma fanfarrona alejándome de él, pero me detuvo por la cintura.

— Porque yo lo estuve. — Sus palabras me sorprendieron, confundida le miré tratando de decirle que repitiera aquello, al darse cuenta de mi reacción aclaró su garganta y volvió hablar. — Quiero decir, imagínate, te asaltan y roban mi dinero... Peor aún, destruyes mi departamento, espero no hayas hecho nada malo my little lady...

Su maldita personalidad nunca se iba sin embargo, durante un minuto sentí que sus palabras eran falsas... Al menos las últimas que dijo.

Solté un suspiro y solo me aleje, esta vez el no me detuvo por lo que camine rápidamente a la habitación donde me estuve quedando sobrepensando el resultado de la prueba.

Me senté en la cama nerviosa pensando en los miles de escenarios que podrían haber en esta situación y ninguno terminaba bien, conocía a Graves... El señor "no"
Nada para él era importante además de su trabajo, aunque nunca le había preguntado sobre si quería una familia... Llegaron a mi mente miles de recuerdos desde que comenzamos a salir, nunca habíamos formalizado, pero... Siempre recalcaba que estaba conmigo.

— ¿Todo bien? —se escucho del otro lado de la puerta junto con unos golpes en ésta. — Preparé la cena, por si quieres comer... — mis ojos se abrieron por la sorpresa que me dio al escuchar aquellas palabras. Dude por unos segundos para después salir de la habitación.

— ¿Phillip siendo Chef? Definitivamente algo anda mal... —  Dije mientras salía de mi habitación, para mi sorpresa no hubo contestación alguna ni tampoco una reacción.
De camino a la mesa podría jurar que el silencio era aterrador.  — Es la primera vez que cenamos de forma... Natural. — murmuré con la esperanza de provocar algo sin embargo no fue así. Me senté con nervios en el comedor viendo como Graves servía un poco de pasta con algo de verduras en un plato, trague pesado al sentir como el aire de la comida provocaba algo de asco en mí, sin embargo continúe.

— Hace algún tiempo me dijiste que te gustaba la comida hecha en casa, aprendí algo de cocina... Sin embargo no esperes mucho, si no te gusta podemos pedir pizza. — escuche de él mientras trataba de averiguar que era lo que quería decir, el nunca se había molestado por alguien más que por sí mismo.

“— Me gustan los colores suaves, los colores... Pasteles.
— ¿Y?, ¿Acaso debo preocuparme por eso?”

Un pequeño flashback llego, una pequeña escena de cuando nos estábamos conociendo, mire a mi alrededor y mis ojos se abrieron por ver los colores de la habitación, la sala era amarilla claro, el comedor azul... Cuando entre por primera vez a su casa, me percate que era "fría" colores apagados, ¿por qué nunca note el cambio? Trate de recordar las demás habitaciones pero su voz me interrumpió.

— Come antes de que se enfríe. — lo miré atenta viendo como dudaba si probar lo que había preparado.

“Soy un hombre de guerra, no lo olvides.”, “Odio estás niñerías.”,“Madura.” fueron las frases que nuevamente resonaban en mi mente al ver como su temple había cambiado a lo largo de nuestros encuentros.

Él siempre era grosero, rudo... Cruel pero ahora... Me había preparado una cena... Los colores... Los olores.
No pude dar un buen bocado y me levante de la mesa, fui directamente al baño, no pude evitar vomitar mientras pensaba una y otra vez el resultado de la prueba, en lo mucho que había cambiado durante este año que le había conocido...

— Dios... ¿Estás bien? — Escuche por parte de Phil mientras trataba de ayudarme agarrando mi cabello. — Si no te gustó debiste decirlo. — sentí un pesar en mi corazón y cuando estuve bien, me levante y me lave. — ¿Quieres ir al médico?

— Quiero descansar... — murmuré, caminé pero él me tomo de la mano, con cuidado me cargo y me llevo a su habitación.

— ¿Paso algo? — cuestiono al abrir la puerta y dejarme en su cama, negué con mi cabeza.

— Todo esta bien. — Dije, pareció no creerme pero al menos no insistió, se quedo un rato acostado conmigo, pude ver como jugaba con mi cabello y acariciaba mi mejilla de forma suave, era la primera vez que se comportaba así, sin querer me dormí.

A la mañana siguiente, desperté en un silencio bastante... Tranquilo, no era común; siempre me despertaba en medio de algún ruido pero ahora era diferente.
Salí de la cama y di pasos torpes hasta la sala, Phil estaba sentando meditando viendo a la mesa, me animé a saludar pero me detuve al ver la prueba enfrente de él.

— ¿Así que esto era? — dijo molesto pasando su mano por su cara.
Mis labios temblaron al ver la prueba con un resultado positivo, no supe que decir, me quede en blanco y cuando iba hablar él no me dejo. — Desde un principio fui claro contigo, creí que habías entendido bien pero veo que no...
No esperes tener una familia conmigo, me haré responsable claro, pero no esperes que sea una figura paterna... Tú y esa cosa se pueden ir de mi vida, podemos arreglar un plan para darte dinero...

Escuche mientras miraba al suelo, escuche el crujir del sillón y solo asentí, miré como se levantaba y caminaba a la puerta, observe desde atrás aquel caminar tan imponente pero había algo extraño... No era como el de siempre.

Al cerrar la puerta me deje caer al suelo pensando qué hacer, aunque había aceptado el plan no quería eso...
No... Mil pensamientos cruzaron mi mente y ninguno era favorecedor, pero... ¿Desde cuándo me había vuelto dependiente? Jamás fui una mujer qué esperara algo de alguien, corrí a la habitación donde me estuve quedando y en una mochila eche lo mío... Lo que era mío desde un inicio, tome mi cartera y por un momento, dude en agarrar mi teléfono... Lo deje en su lugar y salí del lugar, agradecía tener algo fijo antes de conocerle...

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Disculpen si hay faltas de ortografía, últimamente mi vista y mente andan pero mal JAJAJAJA