Mal Hábito /Gojo Satoru x Ryomen Sukuna

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Holaaaaa, aquí el segundo capitulo:

Advertencia: +18, gore + contenido sexual

Ese viernes es otra tarde fría de octubre cuando Gojo lleva a Yuji a los bosques detrás de la tecnología Jujutsu. Yuji, que acaba de regresar de una misión contra un espíritu de primer grado, supervisado por Nanami, parece mucho más animado que la última vez que Gojo lo encontró. A pesar de tener solo unos días para recuperar el sueño, ya tiene su habitual salto a su paso, saltando delante de Gojo y prácticamente rebotando en los árboles que bordean su camino en su emoción.

Yuji corre por el camino delante de ellos y salta en el aire, agarrando la rama de un árbol y dando patadas antes de volver a saltar frente a Gojo cuando su maestro finalmente lo alcanza.

"Pareces alegre Yuji-kun", se ríe Gojo.

"No me había sentido tan bien en mucho tiempo", responde Yuji, estirando los brazos, "no sé cómo, pero siento que en realidad podría estar de buen humor, sensei".

"¿Sukuna?" Gojo no creía que fuera posible que la maldición estuviera de buen humor, menos aún cuando no estaba atormentando su recipiente.

Yuji asiente, cruzando los brazos detrás de la espalda y pateando las piernas mientras camina, "sensei, sé que esto suena loco, pero en realidad me dijo algo agradable ayer".

Gojo levanta una ceja, "eso suena loco".

"Bueno, tal vez lo imaginé", se frota la nuca, un poco avergonzado de admitir eso, "pero lo juro, sensei, ayer disparé tres destellos negros en primer grado y lo escuché llamarme 'no del todo inútil'". '", baja la voz en una burla de la de Sukuna.

Gojo se ríe, "un gran elogio".

"Si escuché bien," Yuji se encogió de hombros.

Tal vez era solo que Gojo quería convencerse a sí mismo de que había algo humano en Sukuna, pero decidió creerle a Yuji. Tal vez la maldición era capaz de generar algún grado retorcido de afecto hacia las personas. Lo esperaba de todos modos, ya que estaba a punto de ponerse a merced de ese cariño.

El claro está más lejos del campus que otros lugares de entrenamiento, pero era el claro más amplio entre los árboles aparte del campo de entrenamiento. Gojo lo eligió intencionalmente por su distancia del campus y porque los profesores ordenaron que colocaran un velo cuando entrenaban en un lugar tan cercano a áreas habitadas por no hechiceros. Esperaba que eso evitara que alguien viera la pelea o se diera cuenta de la presencia de Sukuna.

A pesar de todas sus cuidadosas intrigas, planeó seriamente entrenar a Yuji. Lleva al niño al campo y le dice: "Está bien, Yuji-kun. Esta noche se trata de tiempo de reacción. No espero que me des un golpe, pero espero que sigas mis movimientos y me evadas".

"Vamos, sensei, ya me has entrenado en eso antes", se queja Yuji.

"No a toda mi velocidad", le sonríe Gojo, "te has vuelto más rápido Yuji-kun. Tienes un talento natural para este atletismo, pero ser promovido a primer grado requiere que puedas aplicar ese talento a las maldiciones y algunas maldiciones en realidad podrían ser tan rápido como yo."

Yuji prepara sus pies y asiente, "está bien, estoy listo".

Gojo se estira y luego agrega: "Ah, y Yuji, para uno de mis ataques te voy a golpear".

"¿Qué?" Yuji preguntó sorprendido.

"Es un derecho de paso", le gustaba presumir. "Tus alumnos de último año te lo dirán. Un poco de peligro es importante para el entrenamiento. No te lo advertiré, así que debes tratar todos mis ataques como si pudieran lastimarte".