Dudas

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Salí de aquel "hogar" que tuve por menos de un año, camine de prisa hasta el estacionamiento, mire mi coche y suspiré.
Al momento de entrar en el, miles de olores inundaron mi nariz, contuve las ganas de vomitar y emprendí mi viaje.
Conduje sin rumbo fijo, solo quería salir de ahí...

𝑃ℎ𝑖𝑙𝑙𝑖𝑝

- ¿Listo para regresar a casa, señor? - escuché de uno de mis hombres detrás de mí, contemplaba un mapa en la mesa y solo suspiré.

- Claro. - contesté de forma baja dando unas palmadas a la mesa.
Ir a casa... Claro...

El camino de regreso a casa fue más lento de lo que pudo haber sido antes, solo tenía un pensamiento frecuente en mi mente... Ella.
Pase una de mis manos por mi cabello, ¿qué era lo que estaba sintiendo?

- Mi esposa me espera, no sé como pero... Ha estado conmigo desde hace mucho tiempo y siempre está en la espera de mi regreso, me siento tan dichoso. - Dijo un operador a otro compañero, mire fijamente hacia donde estaban, vi una sonrisa conocida... No porque conociera a la persona sino que... El brillo de felicidad, de alegría y... Esperanza, nuevamente la figura de ella apareció en mi mente.

Estoy pensando demasiado el día de hoy.

Cuando estuve en mi coche, tome un respiro profundo mientras cerraba mis ojos, pero un olor familiar me hizo volver a la realidad. Busque por el auto y encontré una bufanda, la alcé en mis manos y la olí.

- Encantador... - murmuré al reconocer aquella fragancia floral de ella, sonreí levemente y empecé a conducir más rápido de lo que había hecho alguna vez, nunca me había sentido tan desesperado por llegar a un lugar.

Al entrar en aquel lugar, un silencio abundaba.

- Llegue. - Dije en tono fuerte con la esperanza de que estuviera despierta, le había dicho que se quedara esta semana y el tiempo que no estuviera, no quería que se fuera...
Me senté en aquel sillón reposando mi cuerpo, definitivamente estaba cansado.

- Llegaste bastante... Rápido... - escuche de aquella dulce voz pero... Me hizo sentir... ¿Mal?

- ¿Es lo primero que dices? Creí que dirías algo como: "Que feliz estoy" o "Bienvenido". - comente, ella siempre me recibía con un abrazo o mínimo con alguna palabra de esas que dice una... Esposa. La miré fijamente, algo andaba mal. - ¿Te sientes bien? Estas pálida.

¿Estaba enferma?, ¿le había pasado algo? La incertidumbre me hacía pensar y pensar sin lograr tener una respuesta buena.

- No he comido... - mis cejas se eleveron por la sorpresa, esa respuesta era la más incorrecta.

- Creí haberte dejado cosas para que cocinaras o dinero para que compraras.

- No es eso... Solo no tengo hambre.

Una sonrisa se formó en mis labios, ¿siempre había sido tímida? Me levante del sillón, me acerqué a ella, pose mi mano en su cintura para después con mis dedos acaricie lentamente desde el vientre hasta su cuello, la pegue más a mí.

- ¿Estabas preocupada por mí? - cuestioné con un tono sutilmente coqueto mientras respiraba aquella fragancia.

- ¿Por qué habría de hacer eso? - replicó y reí, me gustaba que siempre tuviera un comentario así, me acerque más a ella pegando mi nariz en su cuello y suspiré.

Phillip Graves/ headcanons y one shortsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora