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—"¿Hmm?" musitó Iwaizumi al ver la extraña reacción de su compañera. "No le prestes atención, a veces es así."


Sakusa volvió a mirar al camino que tenían por delante.


—"Me imagino que sí."



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Yuki Sadashi. A sus once años era una chica considerablemente alta entre las demás niñas. Una delgaducha. Le encantaba la clase de gimnasia y era rápida corriendo. Los niños poco se fijaban en ella con propósito amoroso, aunque había escuchado que solían llamarla "de cara linda".


Le daba igual. ¿Quien quería ser el interés amoroso de alguien? Justo ahora, su único pensamiento era llegar con su mejor amigo. Estaba lloviendo y sus medias iban mojadas debido a que corría a duras penas enfocada en no perder su paraguas. Sentía frío y el aliento entrecortado, pero a lo lejos podía ver a Kiyoomi, sentado en una banca cerca de la entrada del gimnasio, esperándola y eso, solo le hizo sonreír completamente y correr más rápido.


—"¿Porque tardaste tanto?"— pregunto con molestia Kiyoomi, levantándose del asiento. Ya tenía puesto su uniforme. Antes de que pudiera responder Komori salió por la puerta sonriendo.


—"¡Si llegaste!" dijo y alzó las manos para que ella las chocará.


—"¡Claro! Venía corriendo pero valió la pena"— dijo ella chocando sus manos. Un saludo sencillo, aunque una vez intentaron tener su propio saludo de mejores amigos pero fracasaron epicamente.


—"Entremos."— Dijo Kiyoomi mientras caminaba hacia la puerta.


¿Quien necesitaba un pretendiente? Si podía ser feliz con sus amigos de la infancia.


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—"Creo eso sería todo. Bienvenida."— dijo colocando sus manos en su cadera.


—"Muchas gracias."


Hubo unos segundos de silencio y luego la peli rosa hablo.


—"¿Te dijeron si debías tener deberes hoy?"


—"Me dijeron que por hoy sería solo el recorrido. Mañana podría empezar con los casos."


—"Ya veo..." dudo un poco en decir lo que tenía en mente. Por qué, a ver, ahí donde trabajaba solo tenía una sola chica a la que llamar "amiga" y no es como... que le interesará hacer amigos nuevos, pero Shimizu parecía ser alguien poco irritante, buena en su trabajo y leal. "¿Quisieras ir a la sala de prácticas de tiros un rato?"


—"No veo porqué no."


Durante la caminata hasta allá, ninguna habló. Eso fue bueno, probablemente si podría llevarse bien con shimizu. Al llegar, Sadashi abrió la puerta y dejo que Shimizu entrara primero. En la sala, resonaban los disparos y se podían ver a 3 personas practicando. Una de ellas miro por el rabillo del ojo y se quitó los audífonos de cancelación de ruido.

Resentimiento - Sakusa Kiyoomi.Where stories live. Discover now