Parte 9.

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Quiso hablar con su padre sobre Ryujin pero un miedo recorrió su cuerpo al estar frente a la empresa del señor. Su padre siempre fue estricto y serio, jamás obtuvo un abrazo de él, una sonrisa, un "Estoy orgulloso de ti", nunca tuvo el amor de padre que tanto deseó.

Se quedó en su carro sosteniendo en volante con fuerza, pensando si debería entrar y decirle a su padre que no quiere casarse con Ryujin, que no quiere comenzar una familia con ella para que la empresa pase hacia el. ¿Como niega todo cuando su vida ya está planeada?

Lee Minho, con una hermosa esposa y hermosos hijos manteniendo una de las famosas empresas en Corea.

No tiene el valor de pararse frente a su padre y decirle que no quiere, no quiere casarse, no quiere una novia, no quiere manejar la empresa. No quiere esa vida.

Encendió su auto, decidido que no decirle nada a su padre y comenzó a conducir hacia el departamento de Jisung, hacia el chico que lograba borrar sus problemas con su simple presencia.

(....)

Sus pensamientos seguían en Minho, ¿Si valdría la pena seguir viéndolo? No sabe si valdría la pena, seguramente no. Seguramente es una estupidez preferir soportar sus sentimientos confusos en vez de dejarlos ir.

Es imposible poder dejarlos ir cuando tenia al pálido dormido sobre su pecho, como si fuera su lugar seguro. Como si él fuera el único que le brinda paz.

Quiere comprender lo que siente, saber si es real o un pasatiempo. Quiere saber si Minho le hará mal, aunque es muy obvio que le hará mal, pero quiere negarse a eso. Quiere seguir aferrándose a una ilusión que es muy probable de que se rompa.

Quiere recibir sin tener que devolver por el daño que causó.

El teléfono de Minho comenzó a sonar, Jisung no iba a despertarlo por eso, pero al teléfono seguir sonando hacia decidido ver quien era, "Ryujin". Llevó su mirada al pálido quien seguía dormido y suspiró.

—Minho - habló en un tono suave y acarició la mejilla de este. —Min, te están llamando

El pálido poco a poco fue despertando por la suave voz del moreno y sus cálidas caricias. Miró quien lo llamaba y se levantó de la cama de Jisung, tomó su teléfono para salir de la habitación y contestar.

¿Por que no puede hablar con ella frente a el? Lo primero que Jisung pensó, volvió a suspirar y solo se cubrió hasta su cintura con las sábanas, decidido a esperar a Minho y volver a acostarse con el.

Unos minutos después el pálido entró de nuevo. —Ey, Han - llamó al menor y este lo volteó a mirar. —Debo irme ya, nos vemos mañana en la uni

—¿Te tienes que ir por ella? - soltó sin más, quitando las sábanas de su cuerpo para poder sentarse en la cama.

—Solo quiere hablar de algo rápido, mañana prometo que tú y yo saldremos, ¿Está bien? - sonrió levemente y tomó su chaqueta, la cual estaba a los pies de la cama.

Jisung aprovechó esta oportunidad para tomar la muñeca del pálido y así jalarlo hacia el, haciendo que Minho caiga sobre su cuerpo.

—Si es algo rápido déjalo para después, quédate conmigo - habló en un tono seductor, un enojo había recorrido su cuerpo al saber que tendría que irse con la chica.

—Cuanto quisiera cariño, pero realmente debo ir con ella, enserio mañana - Jisung no dejó que terminara cuando comenzó a besarlo.

No quería. Quería que Minho se quedara con el, no que se fuera con esa tipa. Quería a Minho solo para el.

Rodeó con sus brazos el cuello de Minho, así profundizando del beso. Claro que el mayor continuó con el beso, moviendo sus labios al ritmo del beso y uniendo sus lenguas en un baile sensual.

Maldito Lee MinhoWhere stories live. Discover now