Capítulo 7

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Luego de que se calmó  me quitó  mi botella y la vacío en el lavamanos, según él es tonto tomar hasta olvidar, solo te enfermarás y te sentirás un asco y jamás podrás huir de los problemas solo enfrentarlos.
Se marchó dejándome sola y nostálgica. Lo que él no sabe es que soy toda una cobarde y tomé otra botella sin que se diera cuenta. Me tomé toda la botella y me acosté a llorar hasta quedarme dormida, tal vez  tomar después de todo no fue tan bueno.

—Te dije que no tomaras. ¡Maldita sea levántate para ir al funeral!—Damen sacude con fuerza las cobijas que me abrigan y me remuevo en la cama.
—No voy a ir, quiero recordarla viva no en un ataúd—sollozo.
—Vienes o vienes, ya sea por voluntad propia o porque tenga que cargarte pero vas a ir—me advierte en un tono de amenaza.
—No voy a ir y no puedes obligarme. —Te lo advierto Brooke,  o te duchas, te vistes y bajas por tu cuenta o lo hago yo por ti—sisea tomando las cobijas y lanzándolas al suelo.
Lo observo desde la cama y su mirada es fría mientras me observa.
—No te atreverías a tocarme.
—Te lo advertí.
Me alza y me lleva cargando hasta la ducha donde sin ningún cuidado me  tira y abre el tubo del cual sale agua fría, me paro ahí retándolo y se atreve  a quitarme la blusa. Furiosa y con un dolor endemoniado de cabeza termino empujándolo fuera del baño  y cierro la puerta ya que él idiota para asegurarse que me duche se mantiene del otro lado con la advertencia de que es capaz de acabar de bañarme y vestirme si es necesario. Cuando acabo me voy a la habitación y comienzo a vestirme sin importar que Damen me vea.
—Lindo tatuaje—murmura  y sé  que se refiere a uno que tengo en la espalda baja, es un atrapa sueños.
—Amy lo diseño y me gustó,  así que me lo hice.
—No sabía que tenías un tatuaje—sonrío y me ahorro un mal comentario.
Él no sabe nada de mí. 
—Ese no es el único.
—Creí que no te gustaban.
—Si me gustan, solo digo que no para molestarlos a ustedes, en el fondo soy una fiel amante de los tatuajes—confieso.
—Vaya.  Eres toda una caja de sorpresas.
— Me duele la cabeza, ¿de casualidad no tienes algo para eso? —le cuestiono deseando que su respuesta sea afirmativa.
—Te dije que no tomaras más, me divertiré con tu sufrimiento de castigo—se burla y sale del cuarto.

Si será maldito.

Cuando me pongo el vestido rosa,  Amy era fanática de ese color y pidió que para su muerte lo usáramos. Lo que me duele de todo es que ella vivía como si en cualquier momento fuera a morir y preparó todo. Me tocó irme con Damen en su moto y el camino fue el peor, sentía miles de martillos golpear mi cabeza y en cada vuelta me golpea el movimiento brusco que hacíamos, estoy un noventa y nueve por ciento segura de que lo hizo a propósito para que sufra. Cuando llegamos a la capilla, el lugar estaba lleno de universitarios.

La ceremonia se pasó lentamente, el padre hablaba acerca de que la extrañarías y lo buena persona que era y muchos estaban llorando incluyéndome, al terminar el padre varios pasaron a hablar entre ellos Damen que habló sobre lo mucho que la extrañaría, sus consejos y la ayuda que le estaba dando con una chica. Y le prometió que conquistaría a esa chica por ella, luego de eso me invitó  a pasar a mí para que hablara. Lo fulmino con la mirada ya que odio hablar frente a las personas y no tengo nada preparado,  además con el dolor de cabeza que traigo no puedo pensar en nada para improvisar.

—Bueno no tengo nada preparado—admito y escucho unas risas—,  pero improvisaré,  despues de todo con ella todo era una improvisación,  realmente nunca se sabía con que iba a salir—aclaro mi garganta y fijo mis ojos en mi mejor amiga—. Amy fue la chica más loca, espontánea, divertida, amigable y temible que he conocido. Es de esas personas que cuando entran a tu vida sabes que será para siempre y que te marcarán de por vida. Me duele saber que la mañana del día de su muerte nos peleamos y no le dije cuanto la quería y lo buena persona que la consideraba es por eso que quiero hacérselo saber ahora a pesar de que sé que sabes que nada de lo que dije ese día fue enserio y que sabes bien todo lo que diré.

»Amy recuerdo el primer día que te conocí, me advertiste acerca de lo mujeriego de tu primo y me recomendaste no caer en sus redes, también recuerdo lo que le hicimos por decir que salíamos. No entendí porque pasaste de advertirme para que me alejara de él, a que me lo mencionaras como un buen candidato todo el tiempo y no importa sé que estabas loca y te divertías haciéndome enojar. Te quiero demasiado y estés donde estés siempre te recordaré  y cuando vaya a tener hijos les hablaré  de la loca tía que no conocieron. Una persona única y especial que marcó mi vida, maldición—abro los ojos sorprendida y mis mejillas se sonrojan—, oh disculpen no debo decir esa palabra frente al altar del señor—me disculpo—.  En fin,  en este momento estoy mal porque te fuiste antes y sin advertirme, pero no importa sé que me ayudarás desde el cielo, porque es obvio que iras ahí si en vida fuiste casi un ángel.

Las lágrimas bajan por mis mejillas con cada palabra que digo. Al terminar de hablar vuelvo a sentarme junto a Abril que también llora desconsolada.

Cuando llega la hora de sepultar el cuerpo fue peor, Damen estuvo a mi lado sosteniéndome ya que sentía mis piernas temblar y de no ser por su apoyo estaría en el suelo llorando. Gracias a su apoyo no me derrumbé y se lo agradezco ya que él estaba igual o más destrozado. Cuando todo terminó los demás se marcharon y Damen y yo nos quedamos frente a su tumba hasta el anochecer hablando sobre ella y sus locuras.

Al llegar a casa todo estaba a oscuras,entramos en silencio para no despertar a los demás y me fui otra vez a la habitación de Amy, su olor me hace sentir que está cerca y que no se fue nunca.
—¿Puedo acompañarte?—observo a Damen en la puerta y asiento con la cabeza—. Creo que esta noche no podré dormir.
—Yo tampoco, háblame de ella por favor.
—Bien, ¿que quieres que te diga? La conoces tanto como yo.
—No sé, alguno de sus secretos, sé que eran sus confidentes.
—Te diré un secreto que le conté, pero los de ella me los llevaré a la tumba, la creo capaz de venir a atormentarme si te digo alguno de los de ella.
—Tienes razón, dime uno de tus secretos secretosos—rueda los ojos al escuchar ese juego de palabras tan característico mío.
—Le conté que me gustaba una chica de verdad,  pero que no me podía gustar—admite.
—¿Te enamoraste de un imposible o prohibido?
—No existen los imposibles,  fue lo que ella me dijo cuándo le conté que la chica era un imposible, primero no me creyó y unos dos meses después me dijo que me ayudaría.
—Típico de Amy, me parece raro que nunca haya mencionado a tu chica, ya que por lo general pasaba molestándome contigo, pero sabes,  si me dices quien es la chica tal vez yo te pueda ayudar. Mira que si Amy la aprobó tiene que  ser considerada perfecta para ti.
Estoy segura que esas serían las sabías palabras de mi amiga. 
—Creo que ya me dio sueño—bosteza mientras me quita parte de la cobija para cubrirse.
Percibo que me llama despistada antes de cerrar los ojos y desearme buena noche.

Lo sé soy cruel, créanme a nadie le duele más que a mí  matarla. Pero por favor voten y comenten. 

Significado de una RosaWhere stories live. Discover now