Capítulo 2 - I don't even know your name

6 1 0
                                    

Solo queda una canción. Una canción para despedir la gira más larga que he hecho hasta ahora. No voy a decir que pisar casi cien escenarios de estadios diferentes de todo el mundo ha sido una mierda. Siento que cada vez que daba un concierto en uno de ellos una parte de la magia de todo esto desaparecía. Todo ha llegado a convertirse en una rutina y me doy cuenta de que mi voz llega al micrófono de forma mecánica sin sentir ni una de las palabras que no tendrían que haber salido de mi boca sino de mi corazón. A todo esto, se suma que se ha disipado la ilusión con la que empecé.

Ahora, todo el Allegiant Stadium de Las Vegas grita mi nombre pidiendo una canción más y, como llevo haciendo todos estos meses de gira, lo hago. Canto una más intentando emocionar, procurando sentirla, cosa que la música ya no me provoca.

Las primeras notas salen de mi guitarra y de manera automática mi cuerpo empieza a moverse al son del compás. Mientras canto pienso en si todas las personas que están ahí en las gradas pueden notar o no que incluso ellas parecen entender mejor la canción que yo mismo, que soy quien la ha compuesto.

Toco los últimos acordes y me despido del escenario sin saber si alguna vez más volveré a estar aquí. Siempre sabemos cuándo va a ser nuestra primera vez haciendo algo, pero casi nunca sabemos cuándo será la última.

—Sácame de aquí —ruego a William, o Will para los que le conocemos, mi representante.

—¿Ni siquiera te vas a despedir de tus músicos? —solo él es la persona que más puede regañarme y hacer que le quiera a partes iguales.

—Ya les he dado las gracias por todo antes de salir al escenario. No quiero seguir aquí. Este estadio será el puto estadio de los más grandes en los que he cantado, pero me está dando claustrofobia.

—Vale, no te pongas así.

—Lo siento, Will. Me fastidia mucho darme cuenta de que todo lo que empezó siendo un sueño puede convertirse en una pesadilla.

Y lo que acabo de decir me hace sentir peor aún si cabía la posibilidad. El concierto de esta noche ha sido una auténtica basura. No he podido disfrutarlo y eso, por muy profesional que yo pueda ser, el público lo percibe. Es lo que pasa cuando tienes una profesión en la que no se puede apreciar lo que esté pasándote en tu vida personal. Todas esas personas han pagado para verte dándolo todo y así hay que hacerlo, aunque ya no sienta la misma euforia y adrenalina. En ningún momento he podido olvidar que esto era una despedida. Aunque los fans no lo saben todavía porque eso lo anunciaremos en las próximas horas. De momento, voy a dejar la música y no tengo fecha de regreso. Quiero desconectar, evadirme y poder crear algo nuevo que vuelva a provocar en mí todas las emociones que sentía antes.

Cuando le comuniqué a mi equipo esta decisión no hubo ninguna persona que estuviera conforme. Me decían que debía aprovechar el tirón y no me podía permitir hacer una pausa tan larga. Sin embargo, es algo que necesito, ya no doy más de mí. No les ha quedado otra opción que aceptar que iba a tomarme un tiempo. La única condición que he aceptado ha sido que cada dos o tres semanas se programe una reunión para tener un seguimiento y no perder el rumbo de mi carrera.

Will se ha encargado de buscarme un sitio donde quedarme para desaparecer durante un tiempo. Hacia allí es donde voy ahora.

«Que sea un sitio normal, por favor. No quiero una suite, ni tener empleados durante este tiempo» fueron las palabras que le dije y, por lo visto, se las ha tomado a rajatabla. Voy de camino a un pueblo costero con las fachadas de colores en Europa del que nunca había escuchado hablar.

Después de haber hecho escala en Madrid, voy caminando por el aeropuerto de mi destino final. Me resulta muy extraño ir solo y sin nadie que me respalde o no tener a ningún periodista que esté a punto de meterme el micrófono en la boca por las ansias de sonsacar información.

Estás En Mi Playlist [En Físico]Where stories live. Discover now