Pecado [SatoSugu] Mpreg

XLIII

⚠️ Contenido explícito [Violencia/Muerte]

Durante siglos aquella ansiedad por obtener el poder que puede conquistar al mundo de un chasquido lo había obsesionado.

Cuando se supo que alguien de un clan que hasta ese momento era desconocido para el mundo que apenas formaba la palabra "Hechicería" en sus cimientos.

Los benditos ojos de un niño se abrieron dejando maravillados a la civilización japonesa de cientos de años antes de que Satoru Gojo naciera.

Esa voluntad divina se fue esparciendo cada vez más en los descendientes del primer heredero del Clan Gojo en nacer con la bendición de los seis ojos.

Aquella que los alimentaba de energía maldita,rituales inimaginables y sobre todo de exquisito poder.

El poder que nunca pudo tocar con sus fríos dedos.

Kenjaku al desarrollar su técnica pudo vivir durante siglos cambiando de cuerpo según su propia conveniencia para poder estar más cerca de descubrir aquella magia que rodeaba el misticismo de ese clan.

Sus recipientes nunca eran elegidos al azar. Siempre tenían un propósito para el cuál eran utilizados.

Fuese un niño,,una mujer joven o un adulto mayor.

Todos iban a ser utilizados correctamente para saciar su deseo.

"El poder de volver al mundo un completo caos sin que el mismo pudiera solucionarlo".

Quizás un deseo irracional pero para una mente enferma era la razón de su existencia milenaria.

Fue una noche de luna llena cuando erróneamente pensó que su búsqueda habría terminado al apoderarse de un bebé recién nacido bendito por los seis ojos.

Recién arrebatado de su convaleciente madre que acababa de darlo a luz. Sin poder defenderse fue asesinada por Kenjaku quien se llevó al niño.

El cuerpo que en ese momento poseia era especial como ninguno antes.

Su nueva apariencia y vida falsa se las arrebato a un integrante de un clan reconocido.

Noritoshi Kamo:
"El hechicero más maligno de toda la humanidad".

Y ese título de lo ganó con lo que hizo al tener a ese bebé en sus brazos.

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Con la habilidad de Kamo y sin sentimiento alguno apagó la vida de ese niño que recién había llegado al mundo.

- Lo siento es un bien necesario... Perdóname...- Se carcajeo por lo bajo- Si hubieras alcanzado a recibir un nombre te lo diría.-

Mientras su mano infame se aproximaba hacia el rostro del infante.

Pero en ese momento su oportunidad se desvaneció al ser embestido por una técnica que lo apartó del cuerpecito del bebé impidiendo que se apoderará de los ojos del niño.

Aquello era un joven usuario de la manipulación de maldiciones,una habilidad poco común.

Era en vano luchar contra el con las habilidades que tenía en el momento. Por su propio bien y para salir con vida se retiro.

La muerte de ese integrante del clan Gojo causó extrema inconformidad acusando explícitamente al clan Kamo de que uno de sus miembros había sido el culpable. Perdiendo prestigio por alguien que ya era repudiado por su propio clan.

Aquello a Kenjaku no le importo en lo más mínimo,estaba furioso consigo mismo al haber perdido su oportunidad.

El éxito se le resbalo como la última lágrima de la mejilla de una pobre mujer.