Cap. 4 El enigma de Las Heladas montañas

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Mientras el avión surcaba los cielos hacia el norte, Valentina contemplaba desde las altas alturas el vasto paisaje blanco que se extendía a lo lejos. Las inmensas y altas montañas cubiertas de congelada y blanca nieve se extendían ante ella, como si viajar tan alto significara observar un paisaje más blanco que papel. La inmensidad del arte natural la llenaba de asombro y un ligero temor, pero su determinación no flaqueaba.

Con cada kilómetro recorrido, el frío se intensificaba, y la idea de lo que se esperaba en el corazón del hielo eterno le impulsaba a seguir adelante. Valentina sabía que su destino estaba a punto de rebelarse en un lugar donde pocos se aventuraban. Siempre cabe destacar que Valentina siempre adoró el frío y la nieve, pero esta inmensa aventura hizo que le encante más de lo que le encantaba.

El piloto anunció por los altavoces del avión que estaban a punto de llegar a su destino, una pequeña ciudad al pie de las montañas heladas. Valentina observó por la ventanilla y vio las luces parpadeantes de la ciudad brillando en contraste con el blanco resplandeciente del paisaje circundante. Sabía que su verdadera travesía apenas comenzaba.

Al descender del avión, el aire gélido la golpeó con fuerza, pero Valentina estaba preparada. Con su equipo especializado y su determinación inquebrantable, se adentró en la ciudad en busca de guías locales y suministros adicionales para emprender su ascenso hacia lo desconocido.

Lo primero que hizo después de apreciar el golpe de aire congelado, fue sacar el mapa del merodeador comenzar a investigar enigma lleno de aventuras por vencer. El mapa mágicamente le mostró nuevamente el sendero donde debía ir.

Valentina no tuvo miedo y siguió con mucha fortaleza.
Subió una helada montaña llena de congelada nieve y al llegar a la punta logró contemplar un mágico tesoro que no era mostrado en el mapa, algo hueco había en la punta de la montaña, donde el viento helado cada vez aumentaba más y más frío se ponía, más bien congelante, al golpear la punta de la montaña había un sonido hueco, hueco como una parte de la pared del rascacielos donde Valentina vivía, que había descubierto hace bastantes años pero siempre olvidaba de contárselo a sus conocidos sobre esta única e misteriosa parte de la pared que había descubierto que estaba hueca, ya que tanta importancia no le había dado.
En resumen al dar el último paso que hacía que estés en lo más alto de la montaña más alta, se oyó este sonido hueco y Valentina con experiencia, como estaba de paso en este lugar, decidió ver qué había detrás sin lugar a dudas, ya que pensó que no había que confiar en nada ni nadie, como por ejemplo este mapa que quizás se salteaba tesoros por el camino, o también que si se iba y se salteaba este descubrimiento, quizás arrepentiría por no haber averiguado algo mágico que pudiese llegar a ver allí dentro.
Valentina había tomado un objeto que había olvidado su nombre, Pero sabía que se utilizaba para trepar montañas. Estaba clavado en el recorrido que hizo hasta la puntada de la montaña, seguramente alguien antes ya la habrá intentado escalar también. Ella lo sacó pensando que le podría servir, Y así fue.
Rasguñó y rasguñó hasta que logró ver algo blanco y brillante pero muy en el fondo. Valentina, llena de valentía y determinación, descubre el misterioso tesoro oculto en la cima de la montaña. El sonido hueco y el brillo en la profundidad del hueco despiertan su curiosidad y despiertan su espíritu de aventura.

Con el objeto que encontró clavado en el recorrido, Valentina se prepara para explorar el misterioso hueco. Con habilidad y determinación, logra abrir un paso hacia lo desconocido. Lo que encuentra a continuación la deja sin aliento: un antiguo cofre cubierto de hielo y adornado con extrañas inscripciones rúnicas.

Valentina, con manos temblorosas por la emoción, retira el hielo que cubre el cofre y lo abre lentamente. En su interior, descubre una gema resplandeciente de un color blanco intenso y profundo, que emite un brillo mágico a pesar de estar rodeada de hielo y nieve. La gema parece palpitar con energía y misterio, como si guardara secretos ancestrales. Al retirar más y más la nieve y el hielo logra observar una frase tallada la cuál decía: "Para el heredero de Helga Hufflepuff: Sr. Spraut."

Mientras Valentina sostiene la gema en sus manos, siente una extraña conexión con ella, como si estuviera destinada a encontrarla. Sin dudarlo, guarda con cuidado la gema en su bolsa y se prepara para descender de la montaña, consciente de que su vida ha dado un giro inesperado.

¿Qué secretos guardará la misteriosa gema azul? ¿Cómo afectará el destino de Valentina? ¿El mismo sonido tendrá algo que ver con el rascacielos? Continuará..

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⏰ Last updated: Mar 29 ⏰

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