Bajo tú mundo [En Proceso]

Capítulo 1

Regla #1:
Nunca debes de desobedecer la orden del jefe del bajo mundo. Si eso llegara a suceder, la muerte es el castigo. Un Blackash nunca perdona la traición.

- Déjenme en paz - exclamo con severa molestia.

-No está bien ver a tu madre trabajar, además sabes bien que hoy es viernes. El jefe acaba de llegar y desea que ella lo atienda. -habla Débora.

-Nadie va a notar que estoy ahí, nadie va a saber que estoy mirando. -reprocho ante su reprimenda.
-¿Por qué crees que es el Jefe del BM? - rodea sus ojos ante la obviedad- ¿Por bonito? No Venus, es porque además de tener mucho dinero, es diestro, no tiene alma y no le importaría matar a tú madre y a tí por haber desobedecido sus normas. Deja de ser tan egoísta de una vez por todas y piensa en alguien que no seas tú.

Suspiro rendida ante sus palabras. Me alejo a apresurado paso hasta mi habitación y tomo uno de los libros eróticos que me regalaron la semana pasada después del viaje a la ciudad. No me aburre leer, de hecho, es el único pasatiempo que tengo además de hacer algunos ejercicios físicos.

Salir de este local es imposible, solo puedo hacerlo acompañada de una de las chicas y cubierta de abajo hacia arriba. Son medidas de protección, pues este lugar está regido por el mandato de César Blackash y cualquiera que rompa alguna de sus leyes, es hombre muerto.O, mejor dicho, mujer muerta.

Me concentro tanto en las letras de la novela que no noto el tiempo avanzar. Ya es medianoche y no me he aseado, ni comido nada, algo normal en mi vida. No puedo salir de mi habitación hasta las dos de la madrugada, hora de cierre del bar.

Levanto mi trasero de la cama y me dirijo al baño, me doy una ducha y regreso a mi antigua actividad. Luego de un rato, tocan con fuerza la puerta. Abro esta y observo el rostro asustado de Mía, una de las chicas.
Trae de mano a un joven el cual está más aterrado que ella.

- Quédense en este lugar. No salgan. Si no llega alguna de nosotras, huyan.

Dicha esas palabras se va corriendo por el pasillo. Cierro con fuerza la puerta y miro al chico quien mantiene una expresión de puro miedo. Está horrorizado.

-¿Qué está sucediendo allá afuera? - le pregunto preocupada por cada una de las muchachas y en especial por mi madre.

-Mi padre se ha vuelto loco. Nos va a matar a todos. - balbucea nervioso y asustado. No logra mirarme a la cara.

Sus palabras resuenan en mi mente. Causa un enorme escalofrío el solo pensar en todo lo que debe de estar sucediendo.

-Zara, ¿Dónde está Zara? - me posiciono en frente de él conteniendo la rabia y desesperación que experimento.

-Con él. Esta con mi padre. Todo esto es mi culpa. - Levanta su rostro y me mira de forma directa dejando ver el terror en su mirada.

¿Cuántas veces ha pasado por esto para que tenga esa reacción? No lo sé, pero él no me interesa en lo absoluto.

- Pues si es tu culpa ve a resolverlo y no dejes que los demás lo hagan por ti, cobarde. - lo tomo con fuerza de la mano y lo llevo conmigo fuera de mi habitación.

Llegamos hasta el salón principal y nos escondemos justo detrás de unas mesas. Observo de manera fija en dirección a mi madre, ella está tirada en el suelo, golpeada y maltratada. Mía y Jenna están sujetadas por dos hombres. A todas las tienen apuntadas con armas en sus cabezas.

- Zara, no acabes con la paciencia que tengo. - patea de manera brusca en su estómago- Trae a mi hijo.

- Vas a terminar matando a ese joven. - habla desde el suelo.

- Al parecer no quieres hablar.

El señor mira a los sujetos que apuntan a la cabeza de las dos chicas, dando la orden de matarlas. Estos hombres sin ningún tipo de remordimiento, jalan el gatillo de sus armas dando fin a sus vidas.

Se escucha el grito de las demás chicas presentes al ver el cuerpo de sus compañeras caer al suelo, sin embargo, por más que quieran ayudar no pueden.

Mis lágrimas incontrolables salen junto con
un quejido ahogado. Nunca he presenciado en este lugar algo diferente a bailes, música y alegrías. Esta parte de la historia no es nada agradable.

El señor saca un arma y apunta a la cabeza de mi madre. Por inercia intento levantarme. No voy a permitir que la maten delante de mis narices y no hacer nada, sin embargo, cuando voy a levantarme, el chico toma mi mano.

Se levanta y camina hasta posicionarse detrás de su padre. Llama su atención y este de solo verlo le da un fuerte golpe en la cara haciendo que el joven se tambalee. Los demás hombres lo sujetan con fuerza y se lo llevan a rastras.

En cuanto salen todos por la puerta corro hasta donde se encuentra mi madre.

- ¿Mamá? - muevo su cabeza intentado que me vea, empero es imposible. Se ha desmayado.

Siento mi cuerpo ser arrastrado por unos brazos lejos de su ella. Quiero negarme, no obstante, no puedo.

Logro levantarme del suelo con la ayuda de Narya quien intenta tranquilizarme. Acepto su ayuda y me lleva hasta mi recámara.

- ¿Qué sucedió? - pregunto en cuanto estamos a solas y con más calma a nuestro alrededor.

- Ese chico que viste es el hijo de César Blackash. Desde que nació vive en un inferno a cusa de su padre y tu madre intentó ayudarlo. Es la razón de su enojo. No tengo más detalles de lo que pasó exactamente, pero haya sido lo que haya sido, no fue nada bueno. Como vez, dos de nosotras acaban de morir en frente de nuestros ojos y no pudimos hacer nada.

- No quiero que nadie muera. Quiero que todo sea como antes. - balbuceo entre lágrimas.

-Desde dónde vez las cosas todo es bueno, pero nada es así. Un día estas bailando en un escenario rodeada de dinero y al otro puedes estar muerta por abuso de un cliente. Un día puedes explotar tu belleza, pero al otro puedes no verla por maltrato de un hombre borracho. Otras veces vas a reír con tus compañeras y al instante vas a ver como mueren en manos de un asesino.

-Narya, no quiero vivir así. No quiero ver a nadie sufrir de esta manera.
Las lágrimas comienzan a salir solas de forma incontrolable. Miro su rostro comprensible y luego la abrazo con fuerza.
Tengo miedo por mi mamá, por ti y por todas las chicas. - susurro en voz baja, casi inaudible.

-De todas nosotras la única que tiene la opción de elegir eres tú. Cambia tu vida y no sientas miedo. Aléjate de este bajo mundo.

Nota:
Espero que les guste esta loca historia.

Recuerden los días de publicación.

Besos y disculpen la demora.