CAPITULO 6

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—Delta: Señor, no creo que lo que estemos buscando sea de mucha ayuda.Caminaba al lado de su señor mientras buscaban la manera de entrar al castillo. 

—Delta: ¿Qué tal si entramos por el techo? Nadie nos verá. —Señaló varias ventanas que parecían algo viejas. 

—Cid: En realidad, solo iba a romper la puerta, pero tomaré tu idea. —Ambos escalaron los muros y entraron sin problema. —Muy bien, Delta, revisa los pasillos y si ves a alguien, dime. 

Ella obedeció sin problema, mientras Cid pensaba para sí mismo: "Me alegro de que ella esté conmigo. Aunque no lo parezca, ella es más atenta cuando yo doy las órdenes, así que puedo confiar en que ella no dirá nada a las otras". Una vez que vio a Delta hacer señas, avanzó sin problema sobre los pasillos del castillo. 

—Cid: Buen trabajo. Aunque ahora no sé a dónde ir. El mapa y las notas no dan un camino claro. Esto será difícil. —Sacó el pergamino mientras pensaba a dónde ir. Delta solo observó cómo el pergamino brillaba, llamando su atención. 

—Delta: Brilla mucho. ¿Acaso es un juguete? —Intentó tocarlo. Tras eso, Cid comenzó a moverlo y vio que mientras más se movía, más brillaba. "Tal vez es un camino. Cuando me tardo en cazar, Alfa siempre me pone luces para que regrese a salvo".

 —Cid: Te he dicho que no tardes, muchacha mala. —Delta se inclinó pidiendo perdón. —Bien, te perdono. Ahora, en marcha. Veamos hasta dónde nos lleva. —Ambos comenzaron su exploración.

 Mientras tanto, en Mitsugoshi:Las líderes de la organización seguían revisando los documentos enviados por su señor, los cuales dejaban una advertencia sobre un posible ataque del culto. 

—Alfa: Nunca deja de sorprenderme. Descubrir un escondite del culto en tan poco tiempo. Ahora debemos estar atentas a sus movimientos. —Tras decir eso, las demás asintieron, esperando más noticias. 

—Gamma: El ataque será pronto. No es por nada que se infiltró en los Caballeros Carmesí. Ya debe haber encontrado a los traidores. Aunque no perdonaré lo que le hicieron. —Dijo mientras tiraba una foto de Cid vendado en la enfermería. 

—Nu: No pudimos hacer nada. Llegamos y él ya estaba así. Además, solo quería descansar y no lo molestamos. —Ella había llegado después de que Cid y Delta se fueran al castillo y tomó el sobre que Cid dejó, sin percatarse del maniquí. 

—Alfa: Descuiden. Ya pagarán quienes lo hayan hecho. Ahora todas prepárense. Tenemos una misión. —Tomó la foto de Cid, la tiró al suelo y la aplastó. —Todas listas. Tenemos que aplastar a varios gusanos. 

Por otro lado, en el castillo, Cid y Delta habían llegado a la sala del trono, donde el pergamino dejó de brillar mientras era atraído hacia una ranura oculta en los muros. Cid estaba listo para entrar hasta que sintió que varias personas estaban llegando a la sala.

 —Cid: Esto se pone cada vez más interesante. Pero ahora no tengo tiempo para ellos. —Miró a Delta, quien estaba sonriendo, lista para cazar a quien entre a la sala.

Fin

En busca de la riquezaWhere stories live. Discover now