Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
꒰★+꒱𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐒𝐎𝐔𝐋*ੈ✩‧₊˚
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
𝐔𝐍𝐀 𝐒𝐄𝐍𝐒𝐀𝐂𝐈𝐎́𝐍 𝐃𝐄 𝐈𝐑𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 𝐋𝐎 𝐄𝐍𝐕𝐎𝐋𝐕𝐈́𝐀 𝐓𝐎𝐃𝐎. Adam no le dio ni un segundo para responder antes de arrastrarlo fuera del tribunal celestial y encaminarlo hacia un lujoso sector de la ciudad. Ethan recordaba cómo el azabache lo empujaba para entrar en un enorme departamento, un Penthouse en toda regla.
A pesar de las circunstancias, el albino no pudo evitar admirar el estilo decorativo del lugar. La estética le fascinaba, aunque, considerando que era Adam el dueño, un pensamiento fugaz cruzó por su mente: era evidente que otra persona había decorado el departamento. No le importaba quién lo hubiese hecho, pero sin duda lo felicitaría por su buen gusto.
Perdido en sus pensamientos, su mente viajaba sin rumbo mientras sus ojos grises se fijaban en el techo. La incómoda silla de madera se clavaba en su piel y las cuerdas que aprisionaban sus manos y torso le causaban una molestia constante. A pesar de la tensión, el tedio empezaba a apoderarse de él. No tenía certeza de estar completamente solo en el Penthouse; la peculiar energía celestial interfería levemente con sus poderes, aunque de forma sutil.
Ethan se obsesiona con la idea de lo que podría estar sucediendo en el infierno tras su fallido regreso con Charlie y Vaggie. Su mente se llena de imágenes caóticas y aterradoras, imaginando la furia de Lucifer y las innumerables llamadas perdidas. Lamentablemente, su móvil se encontraba apagado y escondido, víctima de las propias acciones de Adam.
Ethan, al escuchar pasos que se acercaban por el pasillo hacia su habitación, penso "hablando del rey de Roma". La puerta se abrió bruscamente y la figura imponente de Adam, sin su máscara habitual, se hizo presente.
—¿Me extrañaste?—Pregunto Adam al cerrar la puerta, acercándose a paso ligero hasta quedar frente a él—Porque yo sí te extrañé.
—Me siento alagado de escuchar eso—Ethan esbozó una sonrisa irónica—Sobre todo viniendo de ti, Adam.
—No te habrás enfadado conmigo, ¿verdad? Al final, no regresaste al infierno con esa mocosa—Adam se aproximó al ventanal de la habitación y, con un gesto teatral, abrió las cortinas de golpe, revelando un paisaje urbano nocturno—Es agradable vivir en el último piso del edificio más alto del cielo, ¿no crees?
