Capítulo 6: Revelaciones (Parte 1)

137 76 131
                                    

Primer Arco: El Regreso del Djevel Kraiyer

🐑⭐

Teniéndolo en rango, el gólem libera de su cuerpo auras de color verde agua, cobalto y cobrizo, las mismas que van cargándose a través de sus púas líquidas, aumentando al doble de su tamaño el volumen de sus brazos; desde el árbol, Fátima y Sasha observan impotentes lo que acaba de pasar, mientras que, dentro de la coraza Lucy trata de liberarse del agarre de Rosy, la cual la sujeta con más fuerza sin dejar de ver angustiada el combate.

-Druuaaaarggh -gruñó el gólem, desatando su inmisericorde ataque.

-¡No solo soy rápido infeliz! -gritó Alex, levantando su brazo derecho por encima de su cabeza.

El doble puñetazo del gólem se estrella contra la palma de Alex, quien logra detenerlo en su totalidad; bajo los pies de ambos, la tierra se hunde a consecuencia del poderoso ataque, lo cual es aprovechado por el chico para poder librarse de su prisión rocosa.

Separándose inmediatamente de su objetivo, el monstruo trata de reposicionarse para volver a atacarlo, pero antes que pueda hacerlo es sorprendido por Alex, quien de forma casi instintiva le agarra el brazo derecho para destrozarlo con un fuerte codazo; doliéndose por su extremidad perdida, concentra su aura en ese punto buscando regenerarlo, aunque de poco le sirve, pues este vuelve a desmoronarse casi al instante.

-Tenévris Yúu -susurró Alex, alzando su mano derecha.

De esta emana una flama azul aurál, la misma que se halla más concentrada sobre sus dedos índice y medio, al igual que un tenue espectro de energía, el cual bailotea alrededor de Alex, ya con sus fuerzas restauradas, el gólem lo embiste a toda velocidad; sin embargo, este logra atajarlo utilizando ambas manos, derrapando debido al gran peso del monstruo deja un par de surcos en el suelo, formados por sus propios pies.

Colérico, el gólem lanza puños y patadas con su extremidad restante, siendo repelidos fácilmente por Alex, quien se dimite a esquivar los ataques más poderosos o atajar los golpes más débiles con sus manos; sin poder creerlo, Rosy no deja de mirar la feroz contienda pese al temor que le causa, en eso, un sentimiento de frustración, matizado con una gran furia van acentuándose cada vez más en su mente, pero especialmente dentro de su corazón.

-¡Siempre fuiste tú...! -exclamó Rosy, irradiando furia por su ojo-, y pensar, que yo siempre me he preocupado como una tonta por ti.

-¡Mi onii-chan es increíble! -expresó, vitoreándolo desde los brazos de Rosy.

-Espera... ¡¿Tú sabías?! -preguntó Rosy, con el rostro desencajado.

-Claro que sí -respondió muy orgullosa Lucy.

Ensombrecida por la desilusión, Rosy permanece en silencio, observando la pelea sin dejar de sujetar a Lucy, quien continúa animando a Alex con porras y saltos, desesperado por golpearlo, el monstruo azota la tierra causando un gran temblor; sin embargo, este es repelido por una tremenda patada en el pecho, la cual lo derriba al instante agrietándole toda la placa rocosa que protege la parte de su corazón.

En el cuarto de control, tanto Beta como Épsilon intentan energizar al protoproyecto para que pueda seguir peleando o al menos, se mantenga unido, pues saben que podría ocurrir si llegan a fallar, debido a su nerviosismo tiran las cosas a su alrededor; sin embargo, un par de palmadas en sus espaldas por parte del Mayor, disipan el estrés que los consume, logrando tranquilizarse y enfocar así todos sus esfuerzos en mantener estable al Cero.

-Déjenlo, no tiene caso -dijo el Mayor, mientras abandona la sala.

-¿Señor? -preguntaron ambos.

-Tenévris Yúu... Contra eso, el Goremu no tiene posibilidades -respondió serio el Mayor, masajeándose los hombros-, quiero un reporte detallado, de esta misión fallida.

El Réquiem de AlessaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora