Nunca Estoy

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Aquel pequeño piso de Madrid parecía una inmensidad ante los ojos de Violeta, que acostumbrada a Chiara, no lograba hacer vida de la misma manera. Hacía ya mas de dos semanas que Chiara había comenzado su tour nacional. Violeta pensó que lo llevaría bien, que la distancia no supondría ningún problema, pero lo cierto es que, después de no recibir señales de vida por parte de la morena desde que se fue, empezaba a sentir que le pesaba.

Llevaba días esperando una simple llamada, un triste mensaje, un mediocre audio, pero no tenía ninguna noticia de la cantante, más allá de lo que le salía en las redes sociales. Es decir, sabía lo mismo de su novia que lo que sabían sus fans, incluso menos, al no poder ir a verla en el escenario. Violeta se carcomía por dentro, pasaba los días pensando en que es lo que ocurría. Había escrito un par de veces a Chiara, sin obtener más respuesta que monosílabos, así que su orgullo no le permitió seguir insistiendo.

Había estado ignorando los mensajes de sus mejores amigos durante días, intentando no mostrar que estaba viviendo una tortura sentimental. Sus días se basaban en revisar sus notificaciones, en buscar en redes, en internet, en intentar conseguir entender que es lo que pasaba. Se limitaba a mirar noticias sobre los sold out de Chiara, sus magníficos conciertos y sus buenas críticas.

Una llamada entrante sorprendió su silencio mientras fumaba en la terraza, mirando un avión en el cielo, y fantaseando con que dentro de él, Chiara volvía a Madrid, a casa. Esperaba poner fin a su tortura cuando cogió el teléfono, pero solamente leyó el nombre de su mejor amigo.Había estado ignorando sus llamadas días, y se sintió mal, no quería ser igual que Chiara en ese aspecto, preocupando a la gente por no afrontar las cosas.

"Hola" Saludó Violeta dándole una calada a su cigarro y mirando el avión desaparecer de su vista. "Como que hola? Que haces con tu vida? Llevo llamándote días, dice Nai que tampoco le coges el teléfono a ella" Se quejó el maño visiblemente preocupado.
"Perdonadme, he estado desconectada del teléfono" Mintió con desfachatez, no había hecho otra cosa que revisarlo, aunque no fuese para hablar con sus amigos.
"Que ocurre? Estás bien?" Quiso saber el chico que se olía que algo ocurría.
"Si si, es que he estado un poco mala" Mintió, físicamente no había tenido ningún problema.

"Que te pasa? Has ido al médico?" Preguntó como una madre, a veces se le olvidaba el rol protector de Juanjo. "Una gripe" Comentó lo primero que se le pasó por la cabeza. "Uy... eso suena muy mal, ya estás mejor?" Quiso saber el chico.
"Si si, ya mejor" Asintió Violeta apagando el cigarro.

"Luego cuando salga de currar me paso a verte, que echo de menos esa caraza" Determinó Juanjo sin dejar lugar a réplica. "Igual te contagio algo" Intentó librarse Violeta, no quería que fuese a casa, descubriría que no estaba mala, solamente deprimida. "Yo soy maño, tenemos un sistema inmune poderoso" Exageró haciendo reír a Violeta.
"Lo que tenéis es una labia..." Comentó sintiendo que al menos le vendría bien pasar tiempo con su amigo.

"Igual viene Nai, que quería verte" Comentó el chico. "Vale, os espero entonces" Accedió Violeta sintiendo que tendría que ducharse y arreglarse levemente. "Luego nos vemos, guapísima" Se despidió Juanjo haciendo sonidos de beso en el teléfono.

Violeta se esmeró en recoger un poco el desastre que tenía por piso. Pensó en lo irónico de haber creado ese desorden, cuando normalmente, era Chiara la culpable de aquello.
Hasta en eso habia remplazado su ausencia.

Intentó vetar cualquier pensamiento que tuviese que ver con cierta cantante exitosa, pero le era imposible, la casa gritaba su ausencia en cada esquina.
Se metió a la ducha acordándose de las veces que había compartido baños juntas, acabando por gastar mas agua de la necesaria por entretenerse.

Su cuerpo agradeció aquella limpieza después de más de tres días sin ducharse, se había descuidado considerablemente.
Había fumado más, y comido menos.
Había dejado que su vida girase entorno a la morena, que no se percataba de la gravedad de la situación al otro lado del país.

Confía - One Shots KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora