Arco, flechas y Natasha

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Capítulo 14. Final.

-Diez minutos, Barton. Diez minutos. -le informa Hill a través del intercomunicador.

-Entendido, Hill. -le comunica y acelera el paso hacia el cuarto de armas.

Sus manos están frías a causa de los nervios, hoy van a capturar a los líderes de la KGB, nada que no haya hecho antes, solo que ésta es la primera misión de Natalia y teme que algo salga mal. Se frota las manos con rapidez.

Hablando de Natalia... ¿Dónde está?

Llega al pequeño cuarto de armas que comparte con Natalia, la puerta se abre y se dirige directo a su sector donde están las flechas y sus arcos. Toma la carcaj que había preparado hace unas horas y cuando se la está por poner en la espalda se percata que no está solo en la habitación.
Gira sobre sus talones y observa a una Natalia pensativa y preocupada, sentada en un banquito a la esquina.

-¡Nat, no te había visto! Hasta que por fin te encuentro. -nota que Natalia sigue con la mirada perdida en algún lado del cuarto-¿Pasa algo, Nat?

Deja la carcaj en el piso y se sienta bien cerca de ella, lo suficiente para que sus cuerpos se rosen.

-No... No pasa nada. -le responde volviendo en si mientras parpadea varias veces.

-Natalia... -Barton exige la verdad, sabe que ella le miente y no le gusta-Creí que no nos ibamos a mentir más entre nosotros.

Natalia le dirige la mirada a Barton. Él tiene una mirada tranquila sobre los ojos de Nat, su rostro ya no está tan pálido y su pelo revoltoso está mojado, señal de que hace poco tomó un baño. Natalia siente el impulso de pasarle los dedos a través de su cabello y peinarselo, pero se resiste.

-Es que... -comienza pero se arrepiente. Baja la mirada.

-¿Te pone nerviosa la misión? -inquiere Barton.

-Sí, eso creo. Es mi primera misión y es contra la KGB. Tengo miedo de arruinarlo. -confiesa mirandolo a los ojos.

-Va a salir todo bien, Nat. Sos muy buena cumpliendo misiones. -le dice con una pequeña sonrisa. Mueve su mano con la intención de tomar la mano de Nat, pero ella percibe el movimiento y quita su mano antes de que pueda tocar la de Barton.

El arquero queda inmóvil y callado, se siente incómodo porque no se esperaba ese movimiento de Natalia.
Ambos se quitan la mirada y la posan sobre algun rincón del cuarto.
Quedan así unos minutos.

-En serio, ¿qué pasa, Natalia? -pregunta, no puede ocultar la molestia que se cuela en su voz-hace una semana que llegaste y siento que me estás evitando. No entrenas conmigo, tampoco te veo en la hora de las comidas, nunca te encuentro en tu habitación... Me estás evitando.

Barton se detiene para examinar su rostro con más atención, dirige la mirada directo a sus labios, que forman una mínima mueca de dolor. Le llama la atención ver su cabello corto, ¿en qué momento se lo había cortado? No le importa, le encanta como le queda el pelo así.

-Creo que no podemos seguir así. -le responde finalmente Natalia.

¿Asi? ¿A qué se refiere? Se pregunta Barton, lleno de duda. Pero luego de unos segundos lo entiende.

-No me podes decir eso después de lo que pasamos en Budspest -contesta-¿Fue algo que hice? ¿Algo que dije?

-No, Barton, no. -niega con la cabeza, manteniendo la mueca en sus labios-Vos no hiciste nada.

BUDAPEST | ClintashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora