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Apo estaba bajo las sombras del toldo, ocultando su sufrimiento, mientras observaba reírse a Bible y Build frente a su caravana. Él quitó una paja del pelo a su esposo y luego le rozó la cara; un gesto tan íntimo que fue como si le hubiera acariciado el corazon.

La amargura se extendió por su cuerpo como una corrupta, despojándolo de todo lo demás. Habían pasado cuatro días desde que Heather había confesado la verdad y no podía soportar lo feliz que parecía la pareja. Sentía como si fuera a su costa, y Bible no merecía ser feliz.

—Olvídalo, Apo.

Se giró y vio a Mile caminando hacia el. Él llevaba pavoneándose como un gallito por el recinto del circo desde la noche que habían pasado juntos. Apo casi esperaba que se pusiera las manos bajo las axilas y cacarease. Era típico de Mile creer que porque se hubiera metido en su cama una vez tenía derecho de entrometerse en su vida.

—Déjame en paz.

—No es eso lo que quieres que haga.

Apo odió la mirada de lástima que él le lanzó.
—No sabes nada.

—Déjalo. Bible forma parte de tu pasado. Será mejor que lo olvides.

—Suponía que dirías algo así. Eres todo un experto en olvidar, ¿no es cierto?
—Si estás hablando de Heather...

—Ya sabes que sí.

Digirió la mirada hacia el camión de los elefantes donde Heather empujaba una carretilla cargada de estiércol. Ahora era ella quien se encargaba de esa tarea, la misma que había realizado Build. Apo lo consideraba un castigo apropiado, pero el no estaba satisfecho. Lo había arreglado todo para enviar a Heather con su cuñada Terry en cuanto ésta regresara de visitar a su madre en Wichita.

—Heather es cosa mía. En lugar de preocuparte por ella, por qué no piensas en lo bien que lo pasamos juntos la otra noche.

—¿Bien? Pero ¡si casi nos matamos el uno al otro!

—Sí. ¿No estuvo genial?

Mile sonrió ampliamente ante el recuerdo y Apo sintió un escalofrío traidor en su interior. Había estado bien: la excitación, la emoción de alcanzar el clímax junto a alguien con tan mal genio y tan exigente como el. Se moría por acostarse con él otra vez, así que se puso una mano en la cadera y adelantó el labio inferior.

—Preferiría que me abrieran en canal.

—Pues, yo siempre tengo el taladro listo para el trabajo.

Casi sonrió. Entonces vio que Bible se inclinaba para besar a Build en la punta de la nariz. Cómo lo odiaba. Cómo los odiaba a los dos. A el nunca lo había mirado así.

—Mantente alejado de mí, Mile. —Lo empujó al pasar por su lado y se alejó con paso airado.


.......


Tres días después, Build se dirigía a la casa de fieras con una bolsa de golosinas que había comprado cuando había pasado con Bible por la tienda de comestibles. Tater iba detrás y los dos se detuvieron para admirar la voltereta que Peter Tolea, de tres años, estaba haciendo frente a su madre, Elena. La rumana, esposa del acróbata, sólo hablaba un poco de inglés, así que Build y ella se saludaron en italiano, un idioma que ambas dominaban a la perfección.

Tras hablar con Elena unos minutos, siguió caminando hacia la casa de fieras, donde pasó unos pocos minutos con Sinjun.

«Díselo.»

«Lo haré.»

«Díselo ya.»

«Pronto.»

My Little Angel BuildWhere stories live. Discover now