𝐅𝐈𝐑𝐄 𝐀𝐍𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 𓍯✷ Libro que recopila diferentes historias y/o acontecimientos vividos por la familia Targaryen durante el reinado de Viserys I.
Todos serán one shots o historias cortas de máximo tres o cuatro capítulos, cada uno basado...
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Los sirvientes dentro de la fortaleza se movían de un lado a otro, cada uno cumpliendo con sus deberes del día. Sin embargo, aún se detenían para saludarlo con un pequeño asentamiento de cabeza y palabras corteses.
Sus visitas a la corte se volvieron más frecuentes, pensó que nadie lo notaría extraño o al menos así lo creyó hasta que el príncipe Aegon se burló de él diciendo que debía estar extrañando mucho a Vaella. Lamentablemente el príncipe no estaba equivocado, sus frecuentes visitas tenían como objetivo el pasar más tiempo con la princesa menor.
Vaella era simplemente, majestuosa. No había nada de ella que él no atesorara, desde sus momentos leyendo juntos en la biblioteca hasta las incontables tardes en las que salían a volar en sus dragones. El único inconveniente que tenía era que él no era Aemond Targaryen, Vaella atesoraba a su mellizo con la misma intensidad y devoción.
Se detuvo abruptamente a medio camino mientras intentaba sacar aquellos pensamientos de su cabeza, no se iba a rendir sin haberlo intentado antes, Aemond podría odiarlo pero no le importaba.
— ¿Baelon? — Reconoció la voz al instante, sus ojos se enfocaron en la mujer delante suyo, la reina Alicent lo observaba con una sonrisa. — Su majestad.
— Me alegra mucho el verte más seguido, espero que puedas acompañarnos a cenar el día de hoy. — Las amables palabras de la reina lo conmovieron, cuando era mucho más joven solía acompañar a su tío Gerold a la corte, resultaba gracioso el hecho de que veía más al rey que a su propio padre.
Al visitar regularmente al rey también tuvo mucho contacto con la reina, ya que compartía una edad cercana a la del príncipe Aegon normalmente pasaba tiempo jugando con él. Durante esas ocasiones la joven reina se encargaba de vigilarlos y asegurarse de que no cometieran alguna travesura liderada por el príncipe de platinados cabellos.
— ¿Sería prudente? No quiero interrumpir o causar molestias. — Alicent negó suavemente ante sus palabras. — Eres el sobrino del rey ¿Qué molestias podrías causar? Seguramente todos estarán encantados por tenerte en la cena.
El comentario de que el resto de la familia estaría encantada de recibirlo para la cena logró apenarlo un poco, en Runestone su familia se limitaba a su tío y a él mismo, no iba a negar que la presencia de los escuderos lo divertía en algunas ocasiones, pero su compañía no equivalía a una familia. A veces le gustaba fingir que también pertenecía ahí, que era uno de los hijos del rey, que la reina Alicent era su madre y que el resto de sus primos y primas lo veían como a un hermano.
Todos a su alrededor contaban con grandes familias, su padre en Pentos y después en Dragonstone, hijas e hijos con los que pasaba día y noche. Y luego estaba la familia del rey en King's Landing, sabía que su lugar estaba en Runestone, eran sus tierras por derecho, pero se sentía tan solo y olvidado que aveces le gustaría dejar todo en manos de su tío y salir de ahí.
